-Yo sé lo que sientes -dijo mien tras comía
-Así ¿qué es lo que siento?
-Dolor, Tristeza, Sufrimiento pero no lo demuestras
-¿Qué? Aparte de doctor, psicólogo
-Tu corazón está...
-Perdido de correr leguas y leguas del mundo de la tristeza pero de ahí no ha salido
-Cati ya corriste un mundo pero nada
-¿Qué más quieres de mí? Si tu supieras la verdad de todo lo que siento -golpeé la mesa y me levanté -Lo que has dicho no es ni la millonésima parte que siento
El se levantó y se pusó frente a mí -Quiero ayudarte
-No me estas ayudando
-Pero quiero intentarlo ¿qué debo hacer? -agarró mi hombro
-Toma este puñal dorado y ponte en las cuatro esquinas y mientras me olvidas asesiname sin piedad-saque de mi bolsillo el puña
-No voy a hacer eso
-Yo no aguanto más cada día despierto sin esperanzas de vida por miedo a que alguien más muera -me apoyé contra la pared
-Toda va estar bien -el se me acerco
-Si tu supieras... nada va a estar bien -nos estabamos mirando de muy cerca casi tocandonos con la nariz
- Tienes que aceptar la realidad
-Yo la acepto, pero odio este pueblo ODIO A SAN RAFAEL
-Yo se lo que tu viviste. También perdí a mi familia
-Pero aún tenías a tus padrinos que son mis padre. En cambio yo solo tengo a los Montero que están en Madrid y...
-Y a mí -el se acercó más a mí
-Yo no tengo a nadie -el color café de mis ojos brillaba en sus ojos color avellana
-¿Soy nadie para tí?
-Si tu solo supieras
-¿Saber qué?
-No puedo decirtelo
-Si me lo dices será solo a mí y a el farol del techo -empezó a susurrar - creo que está poseído
-NO ESTOY POSEÍDO -dijo el farol
Los dos miramos al techo un segundo en confusión y volvimos a lo nuestro
-Ehmmm... dime -el estaba a centímetros de mi rostro
-No te lo diré
-Tu te acorralaste sola ahora habla
-No hablaré nunca
-Aunque sea describe lo que quieres en una palabra
-S U I C I D I O
-Algo que no involucre muerte
-Pues -noté que podía correr a mi cuarto - un beso en los labios
El cerró los ojosy empezó a acercarse lentamente entonces yo corrí a mi habitación. Ahí me encerré y me apoye contra mi puerta
-CATALINA -el gritaba mientras subía las escalera y se apoyo en mi puerta -solo dime la verdad
-No puedo
-¿Por qué no puedes?
Susurré muy despacio -porque te...
-¿Por qué tu me...?. Caty somos mejores amigos 20 años dime la verdad
-No
-Te recuerdo que soy dos centímetros más alto que tu puedo entrar por el ascensor de ropa sucia
-No, no puedes
-Ya verás -escuche como comenzó a bajara hasta el sótano para usar el elvador.
Yo salí del cuarto y le eché llave para que se quede encerrado en la habitación. Corrí lo más rápido al ático y me encerré ahí
-Esta bien el no lo sabra nunca -encendí la luz del ático y noté que ahí había un ascensor de ropa -Mierda -escuche como el ascensor subía del sótano hasta el ático
Yo fui a la puerta del ático y estaba atorada. Busque la llave. Y cuando la encontré por fin para abrir la puerta. Él estaba ahí
-Tenemos una cuenta pendiente -dijo y se sentó sobre la puerta