Libro Cuarto

El Dragón Rojo o Saint Germain, el Dios del Oro, mandaría a unas de sus queridas Mujer Búfalo Blanco y Hada Paraíso, a cobrar la deuda de rescate por Herodias, la secuestró y la mantenía cautiva en el Palacio de la Luna. Pero asimismo Mujer Búfalo Blanco y Hada Paraíso mantenían una relación y eran repudiadas por su condición dentro de Palacio. Era inadmisible que dos mujeres estuvieran juntas, Saint Germain con su intachable reputación de dignidad y gracia, se pavoneaba por el recinto sagrado, ascendido a ser el Dios del Oro. Era el principal conspirador contra el arcángel Amelia y sus legiones de la iluminación y la sabiduría, pero el carácter férreo de Amelia no permitía injerencias de sus conspiradores. Saint Germain con su bigote de un hombre fino y astuto y su donde diversión y humor, satisfacía a todos pero al mismo tiempo se percibía el miedo de sus interlocutores. Se dedicaba a la magia, a las antiguas artes oscuras, por eso el mote de "Dragón Rojo". No se podía desprenderse fácilmente de él, por ser encantadoi.

La gran familia de luz de Búfalo Blanco, con Águila Blanca a la cabeza, aconsejaba a su hija Búfalo Blanco que demitiera de sus intentos de desafiar a el Palacio de la Luna con El Dios del Oro como líder y sus vastos esbirros. Pero la tenacidad de Búfalo Blanco no cedía, Hada Paraíso era exuberantemente hermosa y el apuesto y refinado Saint Germain deseaba quedarse también con Paraíso. Melina la madre y Plumita Gris la hermana respectivas de Búfalo Blanco, estaban preocupadas por la situación, dos seres impresionables por naturaleza. El mejor amigo de Búfalo Blanco era Búho Blanco quien era su mentor espiritual y seguidamente la llevaba a su retiro etérico en la Antigua Atlántida. Le recomendaba que siguiera luchando y persistiendo, sin detenerse. El Búho Blanco le daba su poder protector y la prevenía de daños de terceros.