El presente...
Samuel llegó a su casa ya casi a la media noche, estos meses estaban siendo sumamente pesados pues estaba a cargo de un nuevo programa para el gobierno el cual implementarían en el ejército más adelante.
Las largas jornadas lo estaban acabando, pero todo sea por un mejor futuro, pues más adelante tendría la oportunidad de recibir un ascenso que le daría a él y a su esposa una mejor estabilidad económica.
Entro a su hogar y estaba todo en silencio, supuso que su mujer ya estaba dormida y la entendía pues a veces ni siquiera podía regresar a casa por varias noches.
Estaba preocupado por Summer pues ya estaba desatendiendo mucho, pero esperaba que ella comprendiera y lo apoyara. Pronto podría llevarla de vacaciones y compensarla por todo este tiempo de abandono.
Se había perdido varias de sus presentaciones últimamente, pero quería hacer espacio para este fin de semana ya que ella sería la estrella y anhelaba verla tocar.
Se acercó a la cocina buscando algo de comer, y afortunadamente encontró una milanesa y pasta envueltos en papel aluminio con una nota encima « Tu cena cariño, come bien o te vas a enfermar » sonrió y metió el plato al microondas.
Aún en estos momentos podía sentir la preocupación de su amada y agradecía que estuviera ahí para el apoyándolo, aunque él no lo estuviera haciendo en este momento.
Termino de cenar, reviso algunos archivos que le faltaban y se acostó pues nuevamente tenía que levantarse temprano y continuar con las pruebas del sistema.
— Unos meses más y ya — dijo para sí mismo mientras entraba al dormitorio y miraba a su hermosa esposa dormida, ella era su ángel así que se cambió rápidamente y se acostó a su lado.
La abrazo por la espalda y beso su cabeza inhalando el dulce aroma de su zampo, ese de fresas que tanto amaba « Perdóname mi reina, ya pronto estaré contigo » dijo en su mente y se acurrucó más a su mujer quedándose dormido al instante.
Horas después su alarma sonó y por inercia se levantó y fue directo al baño a darse una ducha, intento no despertar el sueño de Summer pues sabía que ella también estaba cansada por la presentación que tendría.
Termino de alistarse, se acercó a su esposa y nuevamente beso su frente. Admiro su hermoso rostro y salió nuevamente hacia la larga jornada que le esperaba. Afortunadamente tenía en su equipo a Mitzy, su gran amiga de la infancia.
Era una excelente secretaria y llevaba todo al 100 evitándole más carga de trabajo. Subió a su auto y manejo por las aún oscuras calles de los Ángeles hacia el alto edificio donde laboraba : LS Tecnologías. Una empresa en crecimiento y con una amplia variedad de clientes y productos que ofrecer.
Llegó al estacionamiento y dejo su auto en el lugar designado, tomo su maletín y sin querer dejó caer la foto de Summer que guardaba en una de las bolsas. « Quizás debería llegar temprano hoy a casa y cenar con ella » pensó y determinado salió de su auto para adelantar todo y tener más tiempo para Summer.
Llegó a la entrada y saludo a todos como de costumbre, cosa que había adoptado de su esposa pues así era ella de alegre y vivaz a dónde quiera que fuera, si por el fuera simplemente llegaría y trabajaría sin mirar a nadie, pero gracias a ella había aprendido a socializar más.
— Llegas muy temprano Martínez — le dijo su buen amigo y compañero Ricky, estaban juntos en este proyecto así que habían forjado una buena colaboración y amistad.
— Mientras más rápido termine mejor Ricky, ya estoy agotado — presionó el botón del elevador y ambos entraron.
— ¿Cómo está Summer? ¿No te ha llenado de preguntas y molestias? — pregunto dándole un codazo.
— Mi esposa es increíble y muy paciente estoy seguro de que entiende muy bien ¿Y el tuyo? — Ricky hizo una mueca de ligero disgusto.
— Daniel está algo sentimental pero ya le expliqué y prometió no hacer drama — ambos soltaron una risotada al mismo tiempo.
— Dile que un día cenamos los 4, a Summer le encanta su compañía — menciono dándole un ligero golpe en el hombro.
— Si son como mejores amigas cuando se juntan y eso que es hombre — Ricky sonrió al igual que Samuel.
Desde hace tiempo tenían una buena amistad y habían cenado las dos parejas en varias ocasiones, jamás pensó que se divertiría tanto con una pareja homosexual, pero realmente los admiraba por lo valientes que eran al seguir su corazón.
Aunque habían tenido ciertos conflictos con la empresa por el hecho de que Ricky era gay, el ayudo a su amigo a qué eso no fuera impedimento para que demostrará sus habilidades en la empresa y estar entre los mejores ingenieros, junto con él, de la empresa.
Ambos salieron del elevador en el piso donde estaban sus oficinas y el bullicio ya empezaba a escucharse justo antes de las 6 am.
Entro a su oficina y Mitzy ya estaba ahí recibiéndolo con un café cargado como le gustaba, aunque no se comparaba con el de Summer agradecía que ella tuviera está atención.
— Bienvenido Samuel ya tengo lo que me pediste — respondió con una sonrisa al entregarle el café, Ricky noto la forma en la que ella lo miraba y se dio cuenta de que ella esperaba más que solo una relación laboral. Debía advertirle más adelante a Samuel pues esto le traería consecuencias.
— Bueno me retiro, nos vemos más tarde Samuel y recuerda llamar a tu esposa de vez en cuando — acentuó la palabra Esposa con tal de que Mitzy recordara que Samuel era un hombre casado.
— Lo haré lo prometo, gracias amigo — respondió hojeando la carpeta en sus manos.
Ricky le dio una última mirada a Mitzy quien lo veía algo molesta, pero sonriendo, sonrió de lado y salió de la oficina. Podía ver las intenciones de esta mujer, pero no la dejaría causar daño a quienes consideraba su familia.
Por su parte Mitzy noto la mirada de disgustó que le lanzaba Ricky, pero la ignoró, nadie se interpondría en su camino está vez no mediante el plan que sutilmente estaba llevando a cabo, definitivamente Samuel sería suyo algún día.