Al paso de los días Samuel poco regresaba a su casa, tenía demasiados pendientes y no podía despegarlos puesto se los habían encargado específicamente a él. Después de terminar de editar algunos comandos en la computadora se froto los ojos y se recargo en la silla, sabía que si seguía así su cuerpo un día le pasaría la factura y ¿Quién sabe qué problemas le pasarían?
Saco su celular y miro en fondo de pantalla que tenía, eran él y Summer cuando viajaron de luna de miel a México, casualmente a las pirámides de Chichen—Itzá, un lugar que les otorgó recuerdos hermosos y pacíficos. Ya habían pasado 7 años de ese momento y el aún tenía esa primera vez tan viva de los dos, era un recuerdo que le llenaba el alma.
¿Que estará haciendo su esposa? Desde hace días no se habían visto ni llamado tampoco, ella antes estaba al pendiente de él, pero, después del concierto muchas cosas cambiaron. Ya no había esa confianza para hablar, esa calidez para despedirse, muchas cosas se estaban enfriando y él no sabía cómo retomarlas, su trabajo le absorbía demasiado y era frustrante.
— ¿Por qué tan pensativo? — entro Ricky después de tocar unas dos veces y que su amigo no respondiera.
— Nada, ¿Dime qué sucede? ¿Se ejecutó bien el programa pilotó? — pregunto Samuel bloqueando su teléfono.
— Si, todo bien. Al parecer terminaremos antes de tiempo si todo sigue igual, ¿Por qué no la llamas si la extrañas? — se sentó frente a él y decidió darle una última charla con respecto a su matrimonio, sabía que Samuel amaba a Summer, pero el sentido de una deuda con Mitzy que, a su parecer no era nada importante, lo debatía en ser del todo sincero con su esposa.
— Estará ocupada, después del concierto el éxito fue tal que tiene muchas clases pendientes... Lo merece ella, es una excelente mujer — Samuel suspiro y se preguntó lo mismo ¿Por qué a veces no le llamaba? La respuesta era la misma, lo olvidaba.
— Para todo debes tener tiempo hermano, aunque sea unos minutos. Eso me funciona con Daniel, los dos tenemos nuestros empleos, pero tratamos de llevar nuestro matrimonio, aunque estemos distanciados, ese es el amor de verdad — se recostó en la silla y miro a Samuel — ¿Sabes cómo se siente últimamente Summer? ¿Si está bien? ¿Si ha comido bien?
— La verdad, no. Me ha dicho que se siente mal, pero, le dije que fuera al médico y me llamara.
— ¿Y? ¿Eso fue todo lo que hiciste Samuel? — le cuestionó algo molesto.
— ¿Que más esperas que haga? Tengo mucho trabajo que realizar, a ti no te dieron los mismos proyectos nuevos que a mí...
— ¡Si, pero tenemos la misma carga de trabajo! Mira es la última vez que te lo digo solo a petición de mi esposo — exclamó Ricky bastante enojado, no podía creer semejante barbaridad — estás al pendiente de tu disque amiga asistente, te he visto salir a veces con ella y sé que vas al hospital.
— ¿Me estás espiando? — bramo Samuel, aunque debía sentirse enojado fue más la vergüenza que le llenó su ser.
— Tengo que saber dónde estás pues la Ceo a veces pregunta por ti... En fin, eres un hipócrita por tratar mejor a tu amiga que a tu esposa, esa mujer de allá a fuera no es lo que tú crees y espero te des cuenta antes de que sea demasiado tarde, o ella romperá todo lo hermoso que construiste con Summer. — Samuel se quedó sin palabras, ¿Por qué siempre atacaban a Mitzy? Ella no era ese tipo de persona ¿O sí? ¿Había verdad en las palabras de su amigo?
— Si he ido es por qué su mamá me lo pidió....
— ¿Y tu esposa está después que Mitzy? — Samuel agachó la cabeza, las acusaciones contra él, eran ciertas y no podía refutar.
— No, escucha estaré al pendiente de mi esposa lo prometo y en cuanto a Mitzy, déjame resolver esto solo. Tienes razón soy un idiota, pero, ellas fueron buenas conmigo y siento que les debo...
— No les debes nada, tu matrimonio está primero. Ocupa esas salidas para ir con tu esposa o lo vas a lamentar — Ricky salió de la oficina sin decir nada más, está sería la última vez que hablaba del tema, y si lo cumplió pues, después de esta mediática pelea, jamás volvió a tocar un tema sobre Summer con él.
Se dejó caer en su silla y medito en las palabras de su amigo, muchos le decían lo mismo sobre Mitzy y el ciegamente creía en ella. ¿Que debía hacer? ¿Creerle o dudar? Su amigo Ricky siempre fue sincero y, quizás si tenía razón. Pensando en esto saco su teléfono y llamo a su esposa.
« Bip Bip Bip » El usuario que intenta contactar no se encuentra disponible, deje su mensaje después del tono.
Le pareció sumamente extraño que ella no contestara, intento llamar otra vez, pero fue lo mismo. ¿Estará bien? De repente ese sentimiento de tristeza y dolor se apoderó de su corazón. Era la segunda vez que eso lo invadía, pero no sabía por qué razón era.
Algo confundido decidió dejar un mensaje en el teléfono de su esposa así ella le llamaría después. Ricky tenía razón, él debía de buscar más tiempo para Summer y dejar de lado lo demás.
— Cariño, intento llamarte, pero consigo comunicarme contigo, llegaré temprano hoy a casa y llevaré algo de cenar para que no cocines... Te amo y nos vemos más tarde — dejo el mensaje y colgó, aunque se sintió bien, aún había algo que le preocupaba y no sabía que era.
Justo en ese momento Summer estaba a la mitad de una quimioterapia, se sentía agotada y débil. Ya llevaba 15 días con este proceso y sentía que cada vez era peor, apagó su teléfono antes de entrar pues no quería interrupciones, tristemente ella no supo de esas llamadas hasta ya mucho después.
— Samuel hola — dijo Mitzy mientras entraba a la oficina sin tocar — aquí están los archivos que me pediste — dejo la carpeta y con una sonrisa en su rostro observo al hombre trabajar, el hombre que pronto sería de ella.
— Gracias Mitzy, puedes retirarte — contesto sin siquiera mirarla, estaba ocupado queriendo acortar el trabajo y salir temprano.