— Entonces... ¿El me ama de verdad? — pregunto con las manos temblorosas, la voz se le cortaba ante las lágrimas que salían de sus ojos.
— Si, y la prueba contundente es que esa mujer — señaló a Mitzy quien estaba sometida a los policías y un médico que le estaba inyectando un calmante — estaba en la cárcel por fraude a su empresa, todo por ponerte trabas en tu relación.
— ¡No es verdad! ¡Samuel me amaba a mí y tú llegaste! — grito ella con la poca fuerza que le quedaba.
— Sabes que es no es cierto — hablo Ricky quien traía a la seguridad del hospital — señores llévense a estos dos, una debe ir a la cárcel y el otro a la comisaría.
— ¡Summer yo te amo! ¡Por favor ayudame! — grito Frank, no quería alejarse de la mujer que amaba.
— No Frank, lo nuestro jamás pudo ser y aún más con todo lo que me hiciste. Sabías que extrañaba a mi esposo y en vez de ayudarme pusiste trampas y dijiste mentiras para obtener algo que no es ni será tuyo — dijo algo débil, su cuerpo estaba en recuperación así que aún sentía los estragos de lo que Mitzy le hizo.
— Summer, perdóname... — dijo antes de que se lo llevarán, el vacío que sentía en su corazón era como un mar profundo dónde solo había oscuridad, si ella no lo amaba, nada tenía sentido.
— Un día me las vas a pagar Summer, te odio y te odiaré por siempre — expreso Mitzy cuando salía por la puerta — nunca te perdonaré el haberme robado a Samuel, él debía ser mío.
— Yo no te lo robe, el me eligió a mi Mitzy, lamento que tú Obsesión te llevará a algo tan ruin, no te deseo el mal de verdad. Espero que aprendas de tus errores — Daniel se sorprendió ante las palabras de Summer, era una mujer tan buena de corazón que no guardaba rencores.
— Yo no, te deseo el mal Summer, ojalá te mueras — escupió enojada, el odio en su corazón era tan inmenso que no se podía reemplazar con nada — ¡Me escucharé Summer, ojalá te mueras!
— La mantendremos en custodia, gracias por cooperar con nosotros — dijo el oficial.
— A ustedes, les agradecemos que nos ayudarán a atraparlos. Por favor que está vez no se escapen — dijo Ricky despidiendo al oficial.
Los policías se llevaron a estas dos personas, sus actos habían traído consecuencias y una de ellas era la demencia, los dos tenían problemas psicólogos que debían ser atendidos así que el mejor lugar para ellos dos era un hospital psiquiátrico, cortesía de Natalia quien ayudó a Samuel a encerrar a esa mujer para siempre, aunque aún estaba enamorada de Mitzy sabía que ese amor no le traía nada bueno así que, estaba conociendo a una buena chica que la hacía feliz todos los días.
— Gracias por cuidarme Daniel — expreso Summer un tanto débil, un médico la vino a revisar ya que Michelle no se encontraba disponible.
— Te amo amiga mía, por ti hacemos lo que sea — Ricky se acercó a Daniel tomando su mano, como amaba a Summer, era el ejemplo Perfecto de fuerza y alegría, ante todo.
— Y yo los amo más, gracias por ser parte de mi vida. Los dos son mi complemento — rieron entre lágrimas.
— La paciente está bien, solo los moretones que tiene tardarán en quitarse debido a la condición que tiene. Pero de lo demás está perfecta lo que me sorprende ya que apenas hace unas horas despertó de una operación muy riesgosa — el doctor quien era un poco mayor se sintió feliz de ver a una paciente de cáncer recibir el trasplante, era una victoria difícil de vencer, pero esperaba que ella lo hiciera.
— Gracias doctor, le hablaremos cualquier situación — el doctor asintió, aún le costaba mirar a las parejas del mismo sexo tomadas de la mano, pero al ver como cuidaban a esta chica, hizo a un lado sus prejuicios y se despidió.
— A ustedes, cuídenla bien — salió de la habitación dejándolos solos otra vez.
— Summer, la verdad es que Samuel hizo muchas cosas por ti ahora que estuviste fuera — expreso Ricky sentándose en su cama, Daniel se sentó en la silla de al lado escuchando a su esposo, cuánto lo amaba.
— Cuéntame por favor... — suplicó ella con una sonrisa en los labios.
— Bueno señorita, en cuando desapareciste él se volvió loco... — Ricky le contó cada cosa que Samuel había pasado este año sin ella.
Las veces que lo vio llorar, todos los momentos en los que lamentaba su estupidez. Investigo más sobre su enfermedad para saber cómo cuidarla en dado caso que ella volviera. Buscón incesantemente algún donador compatible con ella, no se rindió hasta ofreció dinero para que varias personas se hicieran la prueba hasta que hayo al correcto.
Una chica de 24 años, que necesitaba dinero para la operación de su hermano, así que fue un dar por dar.
Summer se conmovió hasta las lágrimas al saber todo lo que su amado esposo había hecho por ella, agradecía que aún estuvieran casados pues era más fácil recuperarlo.
— Por cierto ¿Dónde está el? — les pregunto a lo que Daniel y Ricky se miraron sin saber que responder.
— El... Se fue Summer, aún no sabemos a dónde, pero dijo que sería un lugar de descanso para él, que te cuidaría de lejos — Summer entrecerró los ojos pensando a dónde había ido su amado, en eso recordó algo importante que había olvidado... No solo tenían esa casa en California, hace mucho tiempo había comprado una pequeña casita en una de las playas más hermosas de México, casualmente de donde era su amado esposo.
— Ya se dónde está... — Daniel y Ricky se sorprendieron.
— ¿Enserio? — le preguntaron curiosos.
— Si, y me tendrán que ayudar pues quiero darle una sorpresa cuando me recupere, deben llevarme allá. — Summer ideó un plan para buscar a su esposo, él había hecho cosas por ella y ahora iría hasta el para recuperar su matrimonio, debían estar juntos por siempre como lo prometieron hace mucho.
— Te ayudaremos en lo que sea amiga mía — los tres siguieron charlando, armando pacientemente el plan para llevar a Summer al lado de Samuel, también ellos querían verlos juntos así que, era hora de poner manos a la obra.