Un nuevo día había comenzado, era el día en que todos las manadas que habían llegado a la fiesta se retirarían a su territorio, Amanda sabía que su Alfa tenía que partir hoy, el era su Mate, pero, se seguía cuestionando si tenía que irse con el, o podría hacerlo un poco después, necesitaba arreglar algunas cosas.
Las manadas ya habían partido hacía sus hogares, solo quedaba Damián quien iría a agradecerle al Alfa de Luna Llena su hospitalidad y claro ver a su hermosa Mate.
Amanda había bajado a desayunar ya que debía estar con su hermano para despedir al último Alfa, el cual ella ya sabía quién era, tanto Bruno como Alessa aún no le dirijan la palabra, no quería tomar importancia pero su felicidad no estaba completa sin ellos, a pesar de ser los más testarudos y enojones de la familia ambos eran unos románticos empedernidos, que desde pequeños habían deseado encontrar a sus mates y enamorarse con locura, ella los comprendía, tal vez el enterarse de su absurdo plan los había sorprendido y ellos no hubieran imaginado hacerle eso a sus mates.
Amanda hablaría con ellos, no iba a huir más de su destino, así que tal vez hoy debía enfrentar a su Mate otra vez y contarle a sus padres la noticia de que lo había encontrado.
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Toda la familia se encontraba afuera acompañando al Alfa, quien con una gran sonrisa se despedía de Damián el cual de reojo admiraba la belleza de su Luna, creyendo que lo disimulaba muy bien, para alguien extraño esto no hubiera sido raro, Amanda era una mujer hermosa, pero, para Bianca, la Luna de Bruno, esa mirada solo significaba una cosa, Bianca era una mujer muy hermosa, alegre y sobre todo inteligente, tenía una gran cercanía con todos los hermanos de su Alfa, así que no dudo en preguntar a Damián lo que la mayoría se imaginaba.
*Desea decir algo más?- Damián estaba tan sorprendido que rápidamente dirigió su mirada hacía Bianca abriendo los ojos exageradamente, quería llevarse a Amanda a su manada y presentarla como su Luna, pero lo haría de una manera romántica, poco vista en su mundo.
*Si...- Fue lo único que pudo contestar. Rápidamente dio la vuelta dirigiendo su mirada hacía el Ex Alfa - He encontrado a mi Luna.
*La has encontrado aquí en la manada?- Preguntaba sumamente emocionado, siempre era un gusto ver a lobos jóvenes encontrar a sus Mates.
*Si Alfa, es hermosa...- Decía Damián muy feliz - Se llama Amanda.
Para todos había sido una sorpresa, nadie podía comprender lo que sus oídos había escuchado, Amanda!! Todos se imaginaban que ella ya había encontrado a su Mate y otros lo sabian, pero no pensaron que hubiera sido exactamente un Alfa.
*Bien y que piensas hacer?- Preguntaron los padres de Amanda al mismo tiempo, sabían que no podían impedir una unión, pero también querían saber que iba a hacer el Alfa, tal vez su hija lo había esperado mucho y Damián era su Alma gemela, pero también querían que ella viviera bien y feliz.
*No le negaré que ahora mismo me estoy controlando para no llevarla a mi manada, pero, quiero que nos conozcamos, no podré aguantar mucho tiempo, pero si lo suficiente para que nuestra conexión sea más fuerte, quiero que nos enamoremos más allá de lo ya sentimos. - Damián no había mentido, quería que su conexión fuera inquebrantable, que la atracción fuera aún más irresistible de lo que era.
*Bien y tu Amanda?- Querían que ella estuviera de acuerdo.
*Yo estoy de acuerdo, también quiero una relación inquebrantable y enamorarme más, un mes?- Había confirmado Amanda, ambos tenían la misma idea de lo que querían y un mes le parecía suficiente para lograrlo.
*Si, por mi está bien.- Había aceptado Damián con una gran sonrisa en su rostro.
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Después de la sorpresiva noticia, Amanda y Damián estaban completamente solos, querían despedirse, caminaron al bosque para poder hablar más tranquilos. Había pasado ya veinte minutos cuando Damián sentía que tenía que hacerlo. Cómo si de una obsesión se tratara nuevamente tomo a Amanda de la cintura, la acercó a el, casi uniendo sus labios
*Quiero besarte... - Amanda podía sentir todo su cuerpo vibrar, podía ver cómo los ojos de Damián cambiaban, era su lobo, que al igual que Lía se sentía desesperado.
*Que te lo impide...- Contestaron ambas deseando de su Alfa las besara.
El besa era desesperado, salvaje, placentero, pero, al mismo tiempo era tierno y cálido. Ambos querían transmitir sus sentimientos por medio de el, en ese momento querían olvidar el mes que habían planeado para conocerse, pero, su lado razonable sabía que habían algunas cosas por resolver y era suficiente el tiempo para terminarlas.
Si hubieran permanecido otra dos segundos besándose, tal vez el beso habría terminado en algo más, Damián no se iba a poder controlar así que el había decidió terminar el beso y Amanda no había colaborado mucho al gemir en su boca, esto por poco y hace a Damián perder la poca cordura que en ese momento aún seguía en el.
Amanda aún seguía sonrojada por su reacción, y el había aprovechado para abrazarla y hundir su rostro en el cuello de ella. Amaba sentir su aroma, el ya era adicto al olor de su dulce Luna.
No cabía duda que ambos intentarían resolver sus asuntos pronto, así como dividir su tiempo para conocerse. La atracción era innegable, pero, no o querían que su relación iniciará por el placer y la atracción s*xual, bueno, que, ninguno se hubiera negado, pero, también querían saber lo que era enamorarse al estilo humano.
Ese mes sería una gran etapa de enamoramiento, aunque ellos ya se amarán, aprovecharían cada momento y aprenderían del otro. El mes se pasaría rápido, citas, trabajo, vistas, todo lo que pudieran imaginar, solo 30 días...