No le había costado mucho dormir, pues sentir el olor de su Mate junto a ella la había relajado lo suficiente para caer rendida en los brazos de morfeo. Ese día después de muchos años había roto su rutina, siempre se había levantado de la cama a las cinco o seis de la mañana, pues amaba despertar temprano y salir a caminar, correr o hacer ejercicio, pero esa mañana había sucedido lo contrario, pues había despertado al sentir en su rostro la luz del sol que se colaba por la ventana.
Había tardado en acostumbrarse a la luz, había dormido tan bien que no se había dado cuenta que Damián ya no se encontraba a su lado y que el reloj marcaba las 9 de la mañana, seguro la falta de su Mate le había afectado, si no, habría dormido más tiempo. Sabía que su compañero al ser un Alfa tenía mucho trabajo y no podía permitirse momentos de ocio.
Eso era cierto, Damián se había levantado muy temprano, pues el trabajo nunca acababa, además tenía que llevar a cabo otros planes importantes para la manada, se había levantado y sólo había dejado un suave beso en la frente de Amanda para evitar que se despertará, si hubiera sido por Aziz se hubieran quedado más tiempo en la cama mientras el aroma de ella envolvía la habitación.
Llevaba ya un buen tiempo en su despacho, se encontraba muy concentrado leyendo un poco de documentos, de la manada y de los negocios en la ciudad. No tenía nada de que preocuparse, pues todo iba más que bien, sus negocios cada vez eran más prósperos y la manada seguía estando segura, Marco y Lorenzo se habían mantenido vigilando cada rincón de la manada junto a otros de los guardias.
...........
Amanda quería creer que su lobito ya había desayunado, pues anteriormente había sospechado que era un adicto al trabajo y el día anterior Paula lo había confirmado "Espero que usted pueda quitarle esa mala costumbre" Le había pedido algo cansada, pues ese siempre era el problema, casi todas las mañanas era lo mismo, nadie sabía cómo hacer que ese Alfa gruñón tomará enserio su alimentación. Ella no pensaba cambiarlo o contradecir su "rutina" Pero, si podía hacer algo lo intentaría.
Al bajar las escaleras a la primer persona que encontró fue a Paula, quien se veía fresca y relajado, a la vista de Amanda eso la hacía ver aún más joven.
*Buenos días Luna, si busca al Alfa se encuentra en su oficina.. - Dijo mostrándole una gran sonrisa a la pelinegra, quien encantada le devolvió el gesto. Después de caminar por todo aquel laberinto llamado "mansión" por fin había llegado a su destino, topandose con una gran puerta de madera, "Toc, toc" toco la puerta esperando que la persona adentro respondiera rápidamente.
*Ahora qué? - Preguntó una voz irritada desde el otro lado de la puerta.
Amanda no pudo reaccionar, pues su lobito jamás le hubiera podido hablar así, tal vez estaba trabajando y no quería molestias. Hubiera salido corriendo a hacer alguna otra cosa en lo que el terminaba, pero como siempre ella terminaba malentendido las cosas, pues no se había dado cuenta que su olor estaba oculto, y no, está vez no era un juego, simplemente se había vuelto algo normal ocultarlo, pues al ser una de las personas de confianza de un Alfa la seguridad era una de las cosas más importantes, ocultarlo era una forma de confundir al enemigo, y aún no podía corregir esa costumbre.
Se había sentido un poco tonta, como no se iba a dar cuenta? Era culpa de Lía, su loba ni siquiera se lo había dicho,
*A mi no me quieras culpar - Dijo la loba ofendida ante los pensamientos de la humana.
Ignorando a Lía decidió volver a tocar, "Toc, toc" Nuevamente esperando una repuesta, de igual forma una vez más esa voz que tanto amaba ella se había vuelto a escuchar, pero ahora de una manera más dulce y tranquila.
*Pasa.. - Dijo rápidamente Damián, mientras veia como su Luna entraba a su oficina - No había sentido tu olor mi Luna... Pensé que era Paula o alguien más - Volvió a hablar, ahora estaba de pie, acercandose a su Mate para poder abrazarla - Como dormiste? - De nuevo había hablado el.
*Muy bien, pero, Paula me ha dicho que no has desayunado... Tienes mucho trabajo? - Pregunto ella mientras su Mate se acurrucada en su pecho, el nuevo hobby de Damián parecía que había cambiado, ya no era entrenar, pues en esos momentos parecía que prefería restregarse contra su Mate como si el fuese un cachorrito.
*No - Respondió Damián mientras hundía su rostro en el cuello de ella. Definitivamente Amanda había perdido la cuenta de cuantas veces había hecho eso, se había vuelto una costumbre, aunque no le molestaba, pues era su lobito y amaba que el hiciera eso.
.......
Al final, si habia podido arrastrar a Damián hacía el comedor, aunque por la hora se podria decir que casi era la hora del almuerzo, pero de igual manera iban a disfrutar mucho su primer comida en su casa, la casa de ambos.
*Cuando prefieres que sea tu presentación mi Luna? - Había ducho Damián mientras tomaba un poco de café.
*Mm, no lo había pensado.. - No estaba mintiendo, no se había puesto a pensar en eso, la presentación era algo importante para una Luna, pues toda la manada la reconocería como su Luna así como la compañera del Alfa, ella creía que entre más pronto mejor.. Ustedes pueden creer que su gran sentido de responsabilidad la llamaba, pero, de hecho lo que más deseaba era que todos y TODAS se enteraran que ese Alfa era SUYO.
*No quiero que te sientas presionada.. Pero quería proponer que fuera en una semana - Habia dejado perpleja a Amada, no por que fuera muy pronto, no, ese no era el problema, si no que parecía que le había leído la mente -Si no quieres esta bien, será cuando tu quieras, yo... - Amanda le había tapado la boca con su mano, le sorprendía lo mucho que su lobito hablaba, nadie lo podía callar y cuando no dejaba hablar a los demás era desesperante.