Los Caídos: El alado

CAPITULO 4

 

MAMONEL

Mamonel surcaba el cielo sobre las nubes con su vista hacia adelante sin que nada le distrajera, ni siquiera la vista que tenía bajo él, una enorme ciudad llena de luces, una toma bella que Niz y Mel si contemplaban mientras volaban tras Mamonel, pero lo que iban a ver en poco tiempo era aún más hermoso, la forma de enormes edificios se hacían visibles en las nubes y conforme más se acercaban más edificios se formaban entre las nubes, una runa hacía que la ciudad se mezclara con las nubes pasando desapercibido para los humanos y otras especies, Niz y Mel ya habían recibido las ordenes de Mamonel, no tenían permitido hablar o pelear solo podrían hablar si Mamonel se los pedía y solo podían pelear si Mamonel lo hacía. Los tres se adentraron en las nubes y las grandes estructuras dejaron su apariencia de nube por su forma de real, las enormes estructuras estaban hechas de diamantes, un material muy resistente lo que decía que estaban preparados para una eventual invasión, de todas partes se veían luces doradas, los guerreros estaban listos para atacar en cualquier momento, a unos metros tenían a 7 volando haciendo un perímetro a su alrededor, ya les habrían matado incluso antes de llegar a la ciudad de no ser por Mamonel, el respeto y miedo que imponía Mamonel era impresionante, todo un clan se mantenía a distancia solo por él, Mamonel volaba tranquilamente sin prestar atención a ninguno solamente fijando su mirada en la estructura más alta que se encontraba en el centro de la ciudad, se acercaron a la estructura y volaron hasta la copula donde había un salón sin paredes, unos pilares redondos hechos de diamante sostenían el techo con forma de alas, volaron hasta ingresar al lugar donde les aguardaba Sisel de pie en el centro del salón, seis de sus guerreros estaban alrededor en el borde del salón

Me alagas poniendo tanta atención sobre mí Sisel – dijo Mamonel poniendo sus pies en la superficie de diamante seguido de Niz y Mel

No empieces con tus bromas Mamonel y habla rápido antes de que me decida por matarte y acabar con uno de mis enemigos – dijo Sisel seria

Sisel se acercó con sus manos brillando en color dorado, su piel blanca cubierta por una blusa negra y chaqueta de cuero azul, un pantalón negro y unos botines negros, sus manos estaban envueltas en guantes de cuero azul que cubrían hasta sus nudillos, su rostro de forma ovalada con ojos completamente negros, era hermosa por cualquier lado que se viera, sus leves pero bellas curvas seducían a cualquiera y aún más cuando caminaba

Tan seria y bella como siempre – dijo Mamonel bromeando. – en fin, sé que no me vas a matar porque lo que te voy a decir nos beneficia a ambos – se apresuró a decir Mamonel al ver que Sisel iba a grabar una runa

Habla de una vez – dijo estresada Sisel

Tenemos que matar a Leviatel – respondió secamente Mamonel

¿Tenemos? ¿Por qué crees que yo lo quiero muerto? Y aún más importante ¿Por qué lo mataría junto a ti? – pregunto de forma burlista y sarcástica Sisel

Las acciones de Leviatel están arruinando nuestro plan y tratado inicial, todos acordamos mantener cierto anonimato en este mundo para no llamar la atención de los humanos o de otros seres, pero Leviatel arruina eso y nos afectará a todos, lo mejor es acabar con él lo más pronto posible y tú sola no podrás contra él, pelear contra Leviatel con una armada sería un desperdicio de guerreros y eso implicaría un enorme desfalco en una batalla contra otro clan, sin contar con que de seguro moriríamos enfrentando a Leviatel – Sisel se había quedado sin palabras, Mamonel había pensado como convencerla utilizando la lógica y de forma estratégica era una buena maniobra sacar a Leviatel del camino aunque no quería hacerlo y al final incluso podría acabar con Mamonel y sacar a dos clanes del juego

¿Por qué vienes conmigo y no con otro clan? – Sisel quería saber que tanto sabía Mamonel sobre lo que pasaba, ya que ir a ella y no con los hermanos que habrían aceptado de seguro

¿Qué te hace creer que solo estoy planeando esto contigo? – preguntó Mamonel con una pequeña sonrisa. – Estás tan arriba como siempre pero ahora no te enteras de muchas cosas mi querida Sisel, pero sí te ocupo, todos saben que Leviatel está enamorado de ti de hecho cuando nos dividimos todos pensamos que él se iría contigo, pero no lo hizo lo cual dividió a los demás, pero al final todos se fueron por tu ingenio en lugar de la fuerza de Leviatel, habrían sido el clan vencedor ustedes dos juntos de seguro, pero por suerte…

¿Qué quieres de mí para esto? – dijo Sisel molesta interrumpiendo a Mamonel

Quiero que tú seas quien se comunique con él, lo atacaremos utilizando sus sentimientos hacía ti – era un golpe cruel, pero herir su cuerpo ya era difícil, herir sus emociones era algo que ella siempre sabía que podía hacer y por eso no le interesaba acabar con Leviatel, era mejor dejarlo al final y tener una victoria segura

De acuerdo – dijo Sisel apagando el brillo dorado de sus manos. – vamos abajo tu y yo, pero tus escoltas se quedan aquí arriba donde pueden ser vigilados, no me fío de ti




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