Los caminos que salen de Roma (poesía)

XXVI. Desconsuelo

Qué frío es este calor,

sin ti.

Qué vacía ahora se encuentra

esta triste habitación.

Qué grande se ve una cama

en la que apenas entra una persona

pero que durante un tiempo

reformamos y fue para dos.

Qué bella es tu ausencia,

ella al menos me trae tu recuerdo,

con el que me abraza por detrás

y limpia mis heridas de guerra

que surcan las trincheras de mis mejillas.

Qué vacías a veces,

suenan unas palabras.

Qué poco consuelo

tiene el desconsuelo.

Qué sinceras son

las gotas del corazón

que salen por los ojos.

Mis ojos.

Sí.

Fue verdad: hablo de mí.

No.

Fue mentira: hablo de ti.



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En el texto hay: poesia, amor, relatos cortos

Editado: 26.09.2024

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