Los caminos que salen de Roma (poesía)

XXIX. Premonición

Y todo explotará

en mil pedazos.

El fuego

quemará la piel.

La suciedad

impedirá ver el cielo azul,

que se tornará gris.

El llanto llegará,

como nunca antes

se había notado.

Los besos

quedarán desparramados

por el suelo.

Sin apenas llegar

a ser recuerdos.

La rabia se convertirá en calma.

Que ya he aprendido

a canalizarla

y a vagar con ella.

No hay nada que hacer

para impedirlo.

Es el inevitable discurrir

de lo que tiene que ser.

Y uno lo tiene que aceptar.

No hay más.

Ya no de mí.

Ya no conmigo.

Que el hilo aún es débil y

se desgasta con facilidad

con ayuda del asfalto kilométrico.

Y entonces, se abren los ojos.

No es un sueño, no.

Es una premonición.



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En el texto hay: poesia, amor, relatos cortos

Editado: 26.09.2024

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