Capítulo 14

Lyn:

Esto es una mierda. 

Eso es lo que puedo decir de esta situación extremadamente incómoda e innecesaria por la cual Renata y yo estamos pasando. Joshua por lo visto se la está pasando en grande.

Estoy sentada al frente de él acribillando con los ojos, mamá está igual que yo o peor ya que aun no sabemos cómo carajos supo donde estaba viviendo las dos, todo es muy confuso y un mierdero. Mi humor ha rebajado de diez a cero por culpa del imbécil quien solo bebe un jodido batido y quien está sonriendo a cada momento como si no pasara nada. 

— Habla.

— Podemos salir, dar una vuelta y hablar mejor. 

Y vuelve a insistir con ello. Estamos en este plan hace una hora, no miento, una maldita hora aquí sentada me voy a volver vieja de estar en este banquillo incomoda y mi trasero ya esta doliendo. Hasta siento que el hueso me duele. 

Estoy conteniendo las ganas de botarlo a patadas pero no puedo ya que fue la opción que le di a mamá y ella toda ‘’civilizada’’ me dijo no podemos, somos personas adultas y debemos comportarnos como tal. 

Pero parece que se está replanteando mi idea ya que se le nota lo desesperada que se encuentra por sacarlo de la casa e ir a comer algo porque está hambrienta al igual que yo. Cuando estuve hablando a solas descubrí que lo de la taza era vino y del fuerte ya que tuvo un dia de mierda y si, esas fueron sus palabras.

Me juró que se confesaría el domingo. 

— No tengo todo el día, Joshua. 

— Toma mi oferta. Pero no me iré sin antes hablar. 

Miro a mi mamá suplicándole con los ojos para que suba arriba y me deje a solas con Joshua para ver si así se digna a soltar una palabra al menos, y el porque esta aqui. Mueve la cabeza negando, ella no se irá hasta saber qué es lo que quiere. 

Estoy desesperándome, apunto de clavarle el tenedor en el cuello para acabar con mi sufrimiento. Se me es difícil mirarlo por los recuerdos que se me vienen a la mente como flashes de una cámara antigua.

— ¡Lo único que haces es empeorar las cosas! — me toma por los hombros sacudiendo muy fuerte, me tira a la cama subiéndose encima de mi sentandose en mi estómago sus manos retienen mis brazos dejándome nula de algún movimiento. 

— Ordene que te fueras ¡¿No entiendes?! — mis lágrimas están dispersas por toda mi cara siento el sabor salado de ellas en mis labios cuando hablo.

Me sigue reteniendo, su fuerza es mucho más mayor que la mía. Fue una equivocación dejarlo pasar con la pobre excusa de despedirse de un momento ya cuando me di cuenta estábamos gritandonos sacando todo tema de alto a bajo. 

— Suéltame, maldita sea. Te repudio con todo mi ser ¡Vete! — grite, de sus ojos salían chispas apretaba la mandíbula tan fuerte que podría romperse los dientes. 

Con una mano sostenía mis brazos y con la otra cogió mi cara para que lo mirase — había desviado la mirada —. Cerré mis ojos con fuerza y seguí suplicando a que se largara de aquí. 

— ¿Creíste que acostándote con Willian iba a regresar contigo? — da una risa seca —, que ingenua que eres, Lynsy. Pense que eras más inteligente. 

— Me acosté con él porque quise y me gustó — menti. Lo hice para darle una cucharada de su propia medicina se que no era la mejor forma pero la furia me cegó por completo llegando que sin pensarlo me lo cogí. 

— Eres una zorra.

— No más que ella.

Me estremezco con ese horrible recuerdo. Descubrí una parte violenta de Joshua, era mejor irme lo antes posible era necesario. 

— De acuerdo. Quieres hablar, pues hablemos. 

Di la parada. Mi respuesta le gusto porque se paró de inmediato se acomodo su ropa para dirigirse a la puerta me quedé parada sin moverme mamá se acercó a mí a paso apresurado un poco molesta, me toco el hombro y gire. 

— Lyn… 

Negué con la cabeza quería decirle que todo quedaría ahí después de ‘’hablar’’ de lo que sea que quiera. Mi nervios salieron a flote no sabía si esto era una buena idea pero por sus condiciones no quiere hablar aquí pues lo haremos afuera. 

Me doy aliento a mi misma para después hablar.

— Te lo contaré cuando venga. Antes de irme con él — señaló hacia atrás —, te voy a dejar con la intriga. Me han invitado a por un helado; un chico, tu sabes quien es por si acaso piensalo. 

Abre muchos los ojos, asombrada

— Juramelo. 

Asiento con una pequeña sonrisa — Lo conoces, haz memoria y no bebas más vino te quiero lúcida para más tarde. 

Deja la taza con el vino en el mesón de la cocina y va escaleras arriba dirección a su cuarto, suspiro al darme cuenta que necesito salir con Joshua para saber qué es lo que tiene que decir. Si es una estupidez me devolveré, le pateare los testículos y lo dejaré tirado en la vereda como si nada. 

Joshua abre la puerta para que salga me detengo, oh, no, que pase el primero, me quedo plantada se da cuenta niega con la cabeza y suelta una risa ronca, alza las manos y sale para esperarme afuera.

Me voy a preparar mentalmente para lo que sea que suceda, antes de salir saco mis chocolates de la mochila y mi celular. 

Que Dios vaya conmigo.

Cierro mi puerta. Joshua trata de apegarse y poner una mano en mi espalda baja me despego tirándolo hacia un lado no quiero ni que me toque nada, el celular en mi bolsillo comienza a vibrar.

Es First.

Gracias. Dios, gracias 

Dejo de caminar para contestar.

— Aquí, Lyn, mi reporte está a trescientos metros al norte ¿Donde lo encuentro?

Escucho como ríe o mejor dicho ríen en la otra línea del teléfono.

«Aquí los capitanes del escuadrón» «Te luciste hoy en la mañana, ese beso con chupada de lengua estuvo increíble. Quedo idiota cuando te fuiste y… Clariss se cabreo mucho mucho, enserio»