—Así que…
—Dilo, mamá.
Me miró fijamente para después pasar el marco de la puerta dirección a mi cama donde se sienta y acomoda el piyama.
Aun sigue molesta por que me quede a dormir en casa de Danilo hace tres días.
Fue divertido, asombroso y un poco incomodo ya que la señora Sara nos había encontrado durmiendo Danilo encima de mí, nuestras piernas entrelazadas, brazos, su cabeza en la curva de mí cuello, y nuestros corazones haciendo— Bum bum, bum bum— después de nuestra supuesta ‘’charla’’ nos quedamos dormidos intercambiamos papeles y bueno él durmió encima.
Sara nos despertó plan siete de la noche, Maddison y Sabrina aun dormían placenteramente ni siquiera se despertaron cuando fui a moverlas, eso me llevo todo un susto ya que pensé que no respiraban.
Danilo me invito a cenar en su casa, no me negué claro está, y mientras comíamos comenzamos a charlar sobre la universidad trabajos, exámenes, Sara nos avisó que tenía planeado salir con Renata este fin de semana ha un restaurante al finalizar el trabajo.
También me comento que mamá la invito a la iglesia de este domingo. Acepto gustosa.
—Sales con el castaño caliente.
—Así es, salgo con el castaño caliente.
Oh, la cita la habíamos adelantado porque los chicos me ayudaron con una que otra nota — no tengo ni idea de cómo lo lograron —. Ellos tocaron mi puerta preguntando que quien era mis profesores, los que más me tenían angustiadas, me acuerdo que eran como cinco que me tenían caminando en filita.
Pues después de decirles quienes eran se fueron no aparecieron como en cinco horas, antes de salir de la U fui a conversar con mis profesores cuando estuve a punto de hablar me dijeron que no había problema y que me daban un plazo de dos meses para modificar trabajos y lo de los exámenes ya estaba resuelto me subirían la nota y lo sumarian con los trabajos.
Ya se imaginarán como abre tenido la boca — asta el suelo — no podía asimilar todo era extraño y demasiado confuso.
Se me vino a la mente que el ritual si tuvo sus frutos.
Cuando les conté al escuadrón lo sucedido sonrieron y se dieron palmaditas ente si felicitándose por el bien o la ayuda al prójimo.
No me di cuenta cuando me dijeron: De nada.
Y ahí, es donde caí en cuenta que por su ayuda me liberaron de varias cargas.
—Tenemos casi tres meses y medio en Florida y ya tienes a un casi novio y amigos. — suspira —. Me sorprende hija que en pocos meses hiciste todo eso.
Termine de pintar mis labios para mirarla por el espejo.
—Y tú, tienes un novio al cual te lo foll… — me calle inmediatamente — el cual sales y te la pasas bien, con tu mejor amiga Sara la cual también sales. Las dos hemos tenido un buen progreso en Florida.
—Si. Tienes razón.
—Tomarán un helado ¿Qué mas harán? — pregunta, con entusiasmo.
—Pues tomaremos un helado, iremos a no se… Dani de seguro tiene algo planeado para después de ir por ello, por qué. Al zoológico ya hemos ido, me llevo a recorrer la mayoría de lugares de Florida.
Me miraba encantada.
Comenzó a aplaudir muchas veces. Se fue directo a mi armario lo abrió en par y comenzó a rebuscar tirando zapatos, tacones, jeans, blusas, pero se detuvo con una prenda en particular.
—Ponte este vestido.
Me tira un vestido blanco con puntos negros, saco un lazo del mismo color y unos converse blancos con rayas negras. Inmediatamente baje a ver la ropa que traía puesta.
Una blusa sencilla, jean y unas botas hasta las rodillas pues… a mi parecer está bien y linda ¿o no?
—mama…
—Ponte eso — demando — Ya que vas a salir con el castaño caliente tienes que verte mucho mas bonita. Me gusta lo que traes puesto, pero es muy sencillo tienes que resaltar la belleza paterna y las curvas maternas.
—Eh…
—Por eso. — se encamina para ponerse a mi costado y mirarnos en el espejo — Has que te desee.
—¡Mamá! — chille.
No me lo puede creer ¿Mamá diciendo que me vista bien para que me desee? O que se le pare en pocas palabras ¿A tomado vino? Porque yo recuerde se relaja con eso y cuando se pasa se pone peor.
—¿Que? Iré a misa el domingo, ya me confesaré.
La miro con las cejas levantadas y suelto a reír, ella me sigue.
Si que Florida le ha hecho muy pero muy bien a Renata. Fue la mejor decisión que hemos tomado en venirnos hacia este estado.
—Que te desee, pero siempre con respeto. Eso sí, nada de hacer el acto en la primera cita ni siquiera un beso, se lo tiene que ganar.
Bueno.
Mi plan de follar se ha ido por el caño y lo del beso será hasta la próxima cita, si es que la hay. Doy un suspiro largo y me mido el vestido y bajo la vista para ver las converse, pues si Renata lo dice me pondré esto.
—De acuerdo, nada de besos en la primera cita.
—Ni tampoco el acto sexual.
—Renata. Di follar, coger, tener sexo, de ser el…
No me dejo de continuar ya que su mano tapo mi boca.
—Te vas a confesar el domingo.
Trato de hablar.
Mama… las dos sabemos que tu no juegas damas chinas con tu novio.
Ni que me escuche decir eso o me manda al convento. Y, posiblemente a volar por la ventana.
Me parece algo gracioso que Renata no pueda mencionar o escuchar la palabra sexo, follar, coger, tirar es algo recatada en ese sentido, aunque sé que ella también lo ha hecho aun no puede mencionarlas.
El timbre hace que demos un respingo las dos.
Mierda.
Ni siquiera me e cambiado, la otra ropa.
—Iré a ver a tu castaño caliente, bueno, si es el, pero si lo es le invitare a pasar, daré una pequeña charla y le advertiré un poco de lo que una madre es capas de hacer por su hija. — me da un beso — ponte linda.
—¡Ya va! — grita.
Como mi mamá, ninguna. Si me dijeran que puedo cambiar o elegir a otra madre y familia pues elegiría cien por ciento a Renata, aunque no esté presente todo el tiempo la quiero muchísimo.
Editado: 31.12.2022