Los Chicos del Escuadrón (saga Escuadrón)

Capítulo 18

Miro la bolsa de chuches para ver que es lo que me puedo comer.

Veo barras de chocolate, paletas de todos los sabores, polvo de colores y sabores, bombones de chocolate blanco y negro con dulce de leche y, por si acaso cartones de jugo de durazno.

Mis bellos se erizan al saber que conoceré a las copias del escuadrón, voy a tener a cargo cinco niños, espero que me valla bien y que no termine desquiciada junto con las ganas de ahorcarme o ahorcarlos.

La puerta me es abierta por un niño que el cual es igualito a First, es casi su retrato, me mira con los ojos achinados para luego sonreírme y salir corriendo hacia dentro.  Miro por última vez mi auto, con un ultimo respiro entro a la casa lujosa.

Esta es muy diferente a la de Danilo, casa de cuatro pisos, adornos de cristal por todas partes, en el jardín tienen dos casas pequeñas y… dos perros.

Tienen literalmente a Reina y a Golfo, de la Dama y el Vagabundo.

Suelto un adorable Aww cuando los veo acostarse encima del uno y del otro. Esto es muuuuuyyyy lindo.

Las risas de los niños hacen que mi ensoñación se vaya. Por la puerta de la cocina se asoman cinco cabezas quienes me miran muy fijamente con una sonrisa en su rostro.

Les extiendo la bolsa de las golosinas y en menos de cinco segundo los tengo parados en una fina al frente mío.

Sabrina me sonríe.

Toca ver quien es hermano de quien.

El primero es hermano de First, claro está.

El segundo es… es hermano de Lucas.

La tercera es hermana de Dani. Ya que la conozco y lo adivine desde el primer día.

El cuarto es hermano de Apolo, la foto de la pantalla.

El quinto… ni idea. No le encuentro rasgos, pero por ser el último debe ser hermano de Andrew.

—Hola, Lyn. —Brina se acerca a abrazarme.

—Hola, corazón mío.

Los dos niños me sonríen mostrando sus pequeños dientes. >>Me encantaría tener a la pequeña Mad<< pienso. Todos son muy adorables para ser hermanos de cuatro jodidos adonis cabecitas huecas. Porque ninguno es feo y mucho menos los niños.

—Soy First Junior. —se me acerca el primero.

Bueno, era claro.

Me agacho con un poco de dificultad —todavía— para que me dé un sonoro beso en la mejilla.

—Soy Bart o Bartolomé.

—Cristhian, mucho gusto. —me da dos besos— Hermano de Apolo.

Vaya con tan solo seis años es todo un educado y un amor.

—Rodrigo —me da la mano—, soy hermano de Lucas.

Me he equivocado.

Entonces Bart es hermano de Andrew y Rodrigo es de Lucas.

—Ella es la novia de Dani —señala Sabrina, me sonrojo.

Doy gracias a que no he tenido un caramelo en la boca sino ya estuviera retorciéndome en el suelo y ellos entrando en pánico. No sé qué le habrán dicho los chicos a Sabrina porque tengo en cuenta que Hechevarria y yo no nos hemos oficializado todavía.

Paso a paso. En eso quedamos.

Saco varios caramelos para dárselos, gustosos lo reciben. Me saco uno para mí, se me ha antojado dulce estos ultimas días.

Tomo varias bocanadas de aire para levantarme. Ahora me doy cuenta que el vestido le favorece a mi entrepierna.

Los recuerdos de esa noche no salen de mi cabeza y aquellos hacen que a veces —creo— me masturbe. Es algo normal y lo digo sin pena. Sus toques, sus besos, las carisias y todo de él a quedado marcado en mi cuerpo.

Fue una noche maravillosa en donde nosotros dos pudimos disfrutar de nuestros cuerpos.

El despertar fue maravilloso y encantador. Su respiración era tranquila, pacífica qué me quedé embobada. Me dio hasta pereza de levantarme de su pecho, su brazo rodeaba mi cintura en forma protectora, mis senos se aplastaban con sus pectorales y nuestras piernas cruzadas.

Siempre me pregunté cómo era despertar de esa manera y pues… lo descubrí, de una forma verdadera y muy distinta.

Sonrío al recordar los gruñidos del castaño cuando le dije que me tenía que ir a casa, la manera en que me abrazo mas fuerte para no salir de su agarre, su piel bronceada hacia una buena combinación con la mía. Estuve por lo menos diez minutos convenciéndolo, de mala manera me soltó, pero no sin antes de darme cuatro besos.

Dos en mis mejillas, uno en mi frente y luego en mis labios… Nunca antes me habían besado de esa forma. Se sintió bonito.

Esas fueron las cosas positivas.

Las negativas vienen ahora.

Cuando me estaba vistiendo el dolor en mi entrepierna, vientre, piernas cuello, o mejor dicho todo se hizo presente.

¿Creen qué podía dar un paso? ¡No!

Lo más doloroso fue cuando me agaché por mis zapatos y cuando me senté en el auto bus para devolverme a mi casa. Dani me trajo y a ciencia cierta que él me tenia que devolver, pero no quería molestarlo, en mi bolsillo traía dinero.

La gente de la calle me observaba de forma rara cuando caminaba. Quería gritarles diciendo que ayer mi vagina no sé cómo se tragó toda una polla que en vida sabía que podía medir tanto.

Dios lo a dotado de manera sobrenatural.

—Hola, buenas tardes.

Una voz hace que me salga de toda la ensoñación. Una anciana no más de sesenta o sesenta y cinco se asoma por la puerta. Viste de forma alegante, en su cuello arrugado descansa un collar con un dije, su nombre, su vestido es rojo y va combinado con el labial en sus labios. Su cabellera azabache con algunas canas de por medio hace que se le vea mas elegante.

Tiene algunos rasgos de… es la abuela.

Abuela de First. Si que es muy elegante la señora.

Aclaro mi garganta para hablar.

—Buenas tardes.

Los niños la miran con algún ¿temor? No puedo mentir si yo fuera de su edad si tuviera miedo, pero no lo soy. Lo que intimida es su lunar en sus labios y en la manera de sus ojos.

—Vayan a jugar al patio. —demanda. Los niños me miran ante una salvación o palabras mías.



#19712 en Otros
#2952 en Humor
#31019 en Novela romántica

En el texto hay: amor, chicos, fuck boys

Editado: 31.12.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.