Los Colores de la Vida

6# Persona Descarada

La fiesta estaba repleta de personas. Algunos bebían, otros bailaban, o se iban a las habitaciones.

Emily seguía caminando en medio de la multitud buscando a sus amigos. Quienes habían desaparecido.

A lo lejos vio al grupo del equipo todos sentados riéndose cada uno con un vaso en sus manos.

Pero su mirada cayó en el azabache que besaba apasionadamente a la morena más detestable de toda la vida.

Retrocedió unos pasos y sintió una fea sensación en el pecho no quería recordar nada, no debía.

Pero su estómago se revolvió y sus fosas nasales se inundaron de un asqueroso olor.

Giro su cabeza mirando hacia todos lados observando el lugar donde se encontraba y buscando al responsable de aquel particular olor.

Se encontraba en la cocina rápidamente giró y se topó con aquella chica que conocía desde hacía años y que gracias a ella se encontraban ahí. Con sus rulos teñidos de rojo.

—¡Emily!¿Dónde estabas? —su mirada sólo se dirigió a la caja que la chica tenía en sus manos— ¡Mira lo que encontré!¡Aros de cebolla!¡Tus favoritos! —exclamó contenta.

En aquel momento pensó. ¿Acaso eso que olía asquerosamente mal...era su comida favorita? Porque no recordaba que aquello oliera tan horrendo.

—¿De dónde los sacaste? Creo que no están en buen estado Hanna... —la chica borró su sonrisa y examinó la comida.

—Mmm... —Emily miraba atentamente como Hanna masticaba— ¡Están deliciosas Emily! Prueba... —ella acercó una de esas a su boca pero Emily inmediatamente la apartó.

Su estómago se sentía revuelto, necesitaba ir al baño.

Salió de la cocina y empujó a los chicos que estorbaban su camino.

Otra vez la suerte no estaba de su lado y tropezó cayendo sobre la pequeña mesita que se encontraba en el medio de la ronda de aquella personas detestables.

—¡Oye!¡Mira lo que hiciste zorra! —sin darse cuenta había volcado un vaso salpicando a la morena que últimamente la había molestado.

—Lo siento... —se levantó y vio a su alrededor como todos la miraban.

—¡Miren a quien tenemos aquí! —comentó Connor en tono de burla tomando un sorbo del vaso que tenía en la mano.

—¡Eras tú zorra! —Alison se levantó del regazo del azabache.

Ethan abrió los ojos grandes al ver a Emily allí. ¿Qué estaba haciendo ella aquí?

Él aún no olvidaba lo ocurrido aquella mañana debía admitir que se sentía aún molesto.

—¿Vienes a buscar más clientes zorra? —dijo Alison mientras acomodada su corta falda, y con su comentario provocando que todos rieran.

Las náuseas de Emily aumentaron pero no iba a dejar que Alison se burlara de ella, no otra vez.

—¡No me compares ni contigo ni con tu madre estúpida! —respondió con el ceño fruncido.

Y sin más salió de allí dejando a una molesta morena y a todos sorprendidos por aquella reacción de la chica. Pero el que se sorprendió más fue Ethan.

Subió las escaleras en busca del baño.

—¿A dónde vas guapa? —un tipo que nunca vio en su vida la tomo del brazo.

—Eso no es de tu incumbencia —dijo molesta soltando el agarre del hombre con brazos tatuados.

No era un tipo grande era joven pero tenía pinta de delincuente .

—Oye no me trates así linda sólo quiero charlar un rato contigo —está vez el la tomó de la cintura pegándola a su cuerpo.

Desafortunadamente el pasillo estaba vacío y la música estaba demasiado fuerte y la mayoría estaban borrachos o drogados.

Nadie podría ayudarla, y sus amigos no sabía donde se encontraban.

—¡Suéltame cerdo asqueroso! —intento zafarse de su agarre pero el comenzó a besar su cuello.

—Se que te gusta esto zorri...

—¡Te dijo que la soltaras pedazo de mierda! —la voz llamo la atención del tipo tatuado y Emily aprovechó, dobló su rodilla para darle un fuerte golpe en el entre piernas.

—¡Maldita perra!¡Me las pagaras! —se quejó cayendo de rodillas al suelo.

Emily se apartó mirando con desagrado al hombre. Pero recordó que si no hubiera sido por aquella voz quien sabe que ese tipo hubiera hecho.

Se giró en dirección y vio a un joven de fuerte brazos y con el ceño fruncido.

—¿Qué haces aquí? —su reacción no fue como la que él se esperaba.

—Te salvé —soltó Ethan acercándose a ella.

—No te me acerques —ahora Emily se encontraba con el ceño fruncido molesta por aquella situación— ¡Eres un descarado!

—¿¡Y ahora porque te molestas!? —exclamó molesto— ¿Por lo menos podrías darme las gracias? —dijo mirando hacía otro lado sin cambiar su expresión.

—¡Vete a la mierda estúpido! —Emily avanzó empujando hacía un lado a Ethan para salir de allí.

Se suponía que debía pasarla bien.

—¡Y te dije que no te me acercaras! —gritó molesta aún con la música de fondo.

Salió de allí enfadada no podía creerlo la noche se le había arruinado.

¿Por qué?¿Por qué Ethan tuvo que aparecer?¿Por qué le hizo eso?

(....)

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.