Los Colores de la Vida

23# Dañar

—¿Estas segura de esto Emily? —preguntó el doctor.

—No... yo lo siento —no dudó en romper en llanto.

—Tranquila todo estará bien tienes que cuidarte de a ahora en adelante por ese bebé y por ti.

Y ese fue el comienzo de un nuevo capítulo de su historia.

(...)

Y así las semanas iban pasando, y su pequeña barriga comenzaba a notarse.

El incómodo asiento de avión solo hacía más incómoda la faja que llevaba puesta.

—¿Emily que vas a tomar? —preguntó Dave quién se encontraba a su lado.

—Supongo que nada que contenga alcohol —contestó con una pícara sonrisa Noah.

A lo que Emily lo fulminó con la mirada.

—Tranquila el simio rebelde está en el baño —dijo señalando hacia atrás.

—Tendría que notarse más tu pancita — comentó sonriente Dave.

Ya todos sabían del embarazo menos una sola persona .

Inicio de flashback

—Seremos las mejores tías del mundo mundial —dijo Olivia posando sus manos en el pequeño vientre de su hermana mayor.

—Aun no puedo creerlo...

—¿Emily estas embarazada? —un triste Dave estaba del otro lado de la puerta.

Ella sólo se dio vuelta y con lágrimas en los ojos asintió.

—Yo estaré para ti y para ese bebé —dijo envolviendo la entre sus brazos— ese tipo se perderá de lo mejor.

Luego de un rato llegó Noah y Felix a la casa.

—Nochi hay algo que tenemos que decirte —gritó Hanna.

—¿Qué sucedió ahora? —preguntó subiéndose los  lentes de sol.

Todos giraron hacía Emily que tenía sus manos en frente de su vientre.

—¡No me digas! —los ojos de Noah se cristalizaron— ¡Estas embarazada!¡Dios mío!¡Felix!

Noah se acercó llorando a abrazar a una de sus mejores amigas.

—¡Felix! —todos miraron al de lentes.

—Ya lo sabía desde hace un tiempo la notaba extraña —dijo el mostrando una tímida sonrisa.

—¡Espera! —el pelimorado hizo silencio— o sea que el simio ese es el papá...

—Sh mejor ni lo nombres...

Esas reacciones habían sido la de ellos pero la que más le causaba nerviosismo era la de Zack.

—¿Mi primo será padre? —dijo el mirando al frente— ...¿Ethan papá?

El chico había quedado en shock por la noticia.

—No puedes decirle nada Zack —insistió de nuevo Emily.

—Pero tienes que decirle Emily no puedo ocultarle algo así por mucho tiempo.

—Por favor solo necesito tiempo...

Fin de flashback

En estos últimas semanas luego de aquella pelea el había cambiado pero esta vez todos lo veían.

Pero ella no le iba a dar brazo a torcer tan fácil.

Las cosas que ambos habían dicho les había tocado un punto débil pero uno de ellos no sabía que tan fuerte había sido.

Los días pasaban y unos eran mejores que el otro.

Se sentía por un momento en paz. No habían tantos problemas solo algo que no la dejaba tranquila.

—Esta noche habrá una gran fiesta —dijo Noah.

—¿Emily necesitas algo? —preguntó en tono amable Ethan.

—No por ahora no —le encantaba la forma en que él se comportaba.

Ese chico parecía otro Ethan no estaba enojado, ni respondía mal era todo un caballero. Ahora sus sentimientos hacía el habían florecido más y más. Como también su panza la incómoda faja no la soportaba.

La noche empezó bailaron, bebieron y rieron .

Pero sentía como el calor se apoderaba de su cuerpo, se empezó a marear.

—¡Hanna no me siento bien! —la pelirroja sin decir nada la apartó de allí y fueron a un lugar que parecían habitaciones.

—¡Aaah! —gritó al sentir como un fuego salía de su vientre.

Sam y Noah entraron  a la habitación .

—¿Emily que tienes? —detrás de ellos entraron Zack y Dave.

—¡Que no entre Ethan! —gritó antes de recostarse.

Zack salió de la habitación, seguido de Felix.

—¡Quema!¡Dios! —su corazón latía rápido.

—¡Súbele la remera yo buscaré un paño! —gritó Sam.

—¡Emily! —gritó Hanna al ver la ajustada faja que llevaba su amiga— ¡eres estúpida! ¡Dave ayúdame!

La ceñida faja que se había colocado estaba tan ajustada que le estaba provocando todo eso.

—¡Tienes un  bebé allí dentro! —gritó Sam.

Las lágrimas aparecieron otra vez.

Le estaba haciendo daño a su bebé.

—¡Déjame pasar! —gritaba Ethan desde afuera.

Su corazón latía rápido el nerviosismo que sentía. Su pequeño vientre a penas se notaba, necesitaba crecer y con ello sabia que tendría que hablar.




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