—maldición Nick que susto me diste— digo soltando un sonoro suspiro llevándome la mano en el pecho y sentándome en el escalón de la escalera.
—lo siento no quise asustarte— dice apenado.
—¿qué haces aquí? —pregunto— ¿estas ebrio? — interrogo.
—¿qué? —frunce el ceño—no—dice pasándose las manos por su pelo —vine porque quiero hablar contigo-
—procede —digo sin más. Me levanto y me cruzo de brazos.
Ya está aquí no puedo decir que se valla, además estoy confundida y no sé lo que quiero.
—al menos nos podemos sentar—dice.
—no— digo cortante. ¿por qué estoy siendo cortante? suspiro—solo quieres hablar, así que continua— digo menos cortante. El me mira con asombro.
—y-yo quería disculparme por lo que te dije, estuvo mal...debí confiar en ti— dice apenado— no debí dejarme llevar.
—Nick— digo para que me mire—quiero hacerte una pregunta y quiero que me respondas con la verdad— me acerco a él cuándo levanta la mirada— ¿fuiste al hotel? —digo y veo un mar me emociones en sus ojos, emociones que hacen sentir como mi corazón se destroza— por favor dime—digo casi en un susurro. No responde. llevo mis manos a sus mejillas y le levanto la cabeza para que me mire.
—lo siento— dice en un susurro. Solo eso basto, para saber que era cierto.
Me alejo decepcionada, sabía que él lo haría, pero algo en mi decía que no era cierto.
—¿para que fuiste? — pregunto —¿para saber si me revolqué con él? — siento como una lagrima rueda por mi mejilla, la quito. Él trata de acercarse, pero retrocedo— si...si me revolqué con él, follamos toda la maldita noche, eso es lo que querías saber ¿cierto? por eso fuiste hasta ahí— me acerco y comienzo a golpear su pecho, pero ni se mueve. Eso me enoja más y quiera seguir golpeándolo, pero ni fuerza tengo.
Mas lagrimas ruedan.
—basta... basta por favor, no nos hagas esto, no te lastimes... no me lastimes —dice sosteniéndome por los hombros parando mis golpes —por favor... basta, no quiero seguir escuchándote y que insinúes que eres una.... cualquiera no te lo permitiré, así que basta —me abraza—si quieres ofender a alguien, ofenderme a mí, no a ti, lo siento mi cielo...
.......
Nos quedamos por un tiempo abrazados, lo invite a quedarse ya que se había hecho tarde, el acepto.
El día llego, Nick solo desayuno y se fue prometiendo que volvería pronto ya que tenía mucho trabajo con su empresa, me alegra que ya se haya arreglado con su padre o al menos eso aparenta.
Cuando terminamos de comer limpio los trastes mientras Noah recoge su cuarto. La mañana se pasa tranquila entre deberes de la casa.
A mi hijo se le ocurrió la maravillosa idea de poner una pequeña biblioteca en el cuarto restante de arriba, la casa es espaciosa y nos sobra un cuarto por eso estos días lo he estado arreglando y acomodando.
Él quería la biblioteca ya que a nosotros nos encanta leer, así que habilite el cuarto. El resto de la tarde la pasamos ahí.
Al otro día nos preparamos, yo para ir a mi trabajo y noah al colegio, al terminar nos subimos al auto y manejo en dirección a la escuela de Noah, se despide dándome en un beso en la mejilla. suspiro. Mi niño hermoso.
Narrador omnisciente:
Se encontraba en la primaria, el niño que hay bajado del auto de la madre para entrar al colegio, sus encantadores rizos brillaban por su hermoso color y sus ojos llenos de inocencia, estaba allí listo para un día de clase.
Noah se había desenvuelto en el ámbito escolar de una manera increíble gracias a su madre, a sus profesores y a que a su corta edad estaba en segundo de primaria y siendo el primero en la clase. No obstante, no era el caso para hacer amigos, aunque era un niño risueño y muy alegre con su madre y su querido amigo Nick, se sentía aislado, por sus compañeros que a pesar de que son niños no querían saber de él.
Decían que su inteligencia lo volvió un ñoño presumido, eran niños de familia adinerada con pocos valores, pero a él no le importaba porque aun estando aislado contaba con un amigo que siempre estaba con él, Junior. El niño que fue hace poco a su casa, estaban en el mismo curso, él siempre lo protegía y cuidaba, lo veía como su hermano menor y se llevaban muy bien, se llegaron a conocer cuando un grupo de niños lo estaban molestando lo defendió y desde ese día se volvieron amigos inseparables.
Los días de sus excursiones siempre querían invitarlo, pero le daba vergüenza, no quería ser regañado por la madre, siempre le terminaba contando como se la paso.
En fin, él estaba en su salón ya había comenzado la clase, su amigo, Junior, se encontraba a su lado. Pero sin darse cuenta los niños del fondo quienes lo molestaban estaban al asecho esperando que el molesto de junior se apartara de su lado para ir a molestar a noah.
Llega la hora del receso y los niños corren, juegan y se divierten sin cesar, entre toda esa felicidad estaba junior y noah sentados en una mesa jugando ajedrez, esa era su forma de divertirse, noah, le había pegado la maña de jugar juegos de mesa y la lectura de obras para niños.
—Noah— llama el niño de ojos marrones a su amigo, terminando de haber jugado— vendré en un momento, quiero ir al baño— dijo este parándose de su asiento.
—está bien—sonrió inocente el niño— iré por la revancha— dijo ya que la partida la había ganado Junior, con el tiempo se volvió un buen jugador.
El niño salió corriendo feliz estaba emocionado, le había ganado ya dos veces, con esa a noah, todo un récord para el niño, porque noah era un buen jugador. Su madre hizo un gran trabajo.
En ese momento cuando el niño desapareció de su campo de visión, aparecieron esos niños como leones a atacar a su presa.
—pero mira a quien tenemos aquí, al ñoño de Noah— dice burlón, Noah no contesto, solo ignoro y trato de marcharse.
Trato.