Los colores de mi cielo

capitulo 18

Te amo de esta manera porque no se dé otra...

Narra Karen

Estoy terminando algunos planos cuando escucho mi teléfono sonar, llegó a este y lo tomo asustada pensando lo peor, la llamada es de la escuela de Noah.

 —¿Qué sucede con mi hijo? ¿él está bien? ¿sufrió un ataqué? —pregunto preocupada y sintiendo mi pecho oprimido.

— no, nada de eso señora Parker— dice y suspiro aliviada — llamaba para decirle que su hijo golpeo a otro, sin causa aparente— dijo y quedo sorprendida.

—eso no es posible— digo sin creerlo pasando mi mano por mi pelo.

 —por eso necesito que venga— dice demandante.

 —veré que puedo hacer— digo colgando la llamada.

Suspiro, eso no es posible, Noah siempre ha sido un niño amable, cariñoso y respetuoso. Me niego a creer que sea cierto.

No puedo ir en estos momentos todavía falta una hora para la hora del almuerzo. Marque el número de Camila y me manada a buzón, trato de marcar de nuevo y de nuevo sale buzón.

Mi segunda opción para llamar es a Nick, a los tres tonos contesta.

—tanto me extrañas cielito— dice en tono juguetón.

 —Nick necesito tu ayuda— digo preocupada, dando vuelta por la oficina.

—Karen ¿te encuentras bien?  —dice preocupado.

— yo-yo estoy bien —dijo y lo escucho suspirar aliviado del otro lado —es Noah— digo —llamaron del colegio.

—¿sufrió otro ataque? ¿en qué hospital estas? ya voy para allá— dice rápido.

—no, Nick no es eso—digo antes de que se altere más.

—mujer no me asustes de esa forma, ya pensé lo peor.

—lo siento, no quise preocuparte—digo con pena—la directora me contacto, dijo que Noah golpeo a otro niño —suelto sin más.

 —¿que? — dice sorprendido —eso es imposible, ¿cómo está el?

 —no lo sé, para eso te llamo —digo— puedes ir por él?

 —sí, no hay problema.

 —gracias, Nick, de verdad te lo agradezco— dice aliviada.

 —no me lo agradezca.

—te alcanzo luego, iré cuando termine— digo.

— todo bien, nos vemos luego, mi cielo —dice y cuelga la llamada.

Siento que la hora restante pasa como una eternidad, cada minuto se hace más largo y la preocupación crece en mí.

El reloj indica la hora del almuerzo y salgo a toda brisa del lugar.

—Karen ¿podemos ir a comer juntas? —dice una compañera.

—lo siento ando con prisa—Digo apenada y apresuro más mi paso, voy al estacionamiento y tomo mi auto.

En veinte minutos aproximadamente llego, al disponerme entrar, saludo al portero y este me deja pasar, recorro los pasillos en busca de la dirección cuando la diviso veo a Noah y a Nick salir. Corro hasta ellos y abrazo a mi hijo.

 —Noah ¿que sucedió? —pregunto preocupada y verificando que no tenga ningún golpe.

—ellos hablaban muy feo de Ji, solo lo empuje, m-mi amigo me defendió de ellos, eran muchos... te ofendían, no quiero que hablan mal de ti, mamá —dice entre lágrimas —no quiero, no quiero, ¿por qué lo hacen?, eres buena, no quiero que te traten como la vieja de Anderson.

—está bien mi niño—paso mi mano por su espalda calmándolo —vamos —me separo un poco y limpio sus lágrimas —no llores, si sigues llorando me pondrás triste —digo haciendo un puchero.

 —está bien — limpia sus lágrimas con el dorso de su mano y sorbe su nariz.

—ese es mi hermoso niño— le beso lo cachetes—y no hables así de la señora Anderson— le regaño.

—es verdad, mi tía dice que es una bruja y que, si me porto mal, en la noche vendrá y me jalara los pies —dice y trato de ocultar mi risa. Nick por su parte estalla de la risa, lo miro con reproche igual que a Noah.

—de eso hablamos más tarde— le digo y lo tomo de la mano.

—gracias Nick, de veras, me hiciste un gran favor— digo en agradecimiento. El por su parte solo asiente— ¿qué te dijo la directora?

—nada de qué preocuparse, una simple pelea de niños —dice restándole importancia. Entre cierro los ojos.

 —no te creo— suspiro— me lo cuentas más tarde— asiente.

 —oh Karen, me alegra verte —dice la madre de Junior al salir de la dirección con su hijo que tiene la cabeza agachada.

—también es un gusto verte Penélope —digo sonriendo, pero me espanto al escuchar la risa de Nick que se escucha por todo el pasillo.

Lo miro incrédula y horrorizada.

 —no me hagan caso continúen hablando —dice aguantándose la risa —soy Nicolás— saluda—un gusto conocerte pene-Lope—estalla de nuevo en carcajadas y esta vez con lágrimas en los ojos. Lo miro con los ojos abiertos exageradamente, entendiendo el motivo de su risa.

—no le hagas caso— sonrió nerviosa y avergonzada—nos vemos luego—no espero respuesta y salgo a toda prisa, de paso dándole un zape a Nick.

Por dios que vergüenza, me siento apenada con la madre de junior que ni la cara pude ver para saber su reacción, este Nick si la sabe cagar en grande.

—oye mama, ¿de qué Nick se estaba riendo?  —pregunta con curiosidad noah.

 —de nada mi amor— digo y lo cargo —a veces Nick tiene reacciones de ese tipo, no se tomó las pastillas.

—Karen espérame— viene corriendo y se para a nuestro lado y comienza a caminar al compás con nosotros —¿estas enojada mi cielo? — pregunta inocente ocultando su sonrisa.

—no Nick, estoy contentísima— digo rodando los ojos, en parte me pareció gracioso, pero Dios, Nick no se aguanta ni una sola. Me pregunto cómo será en su empresa.

—Nick ¿te tomaste tus pastillas?  —pregunta curioso noah—tómalas rápido antes de que te de otro ataque—Nick lo mira incrédulo. yo me contengo para no reír.

 —¿de qué hablas rizos? —alza una ceja y me mira.

—es peor de lo que creí— susurra Noah.

Rio.

—ven acá pequeña bola—Nick lo toma de mis brazos y lo sube a su espalda —eres muy pesado— dijo fingiendo que se cae y con mueca de dolor.

 —no es cierto— Noah se queja —¿verdad mami?  —me dice asiendo puchero.



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En el texto hay: triste, drama, drama amistad

Editado: 12.04.2021

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