Los Colores de Mi Vida

1- Recordar...

El cielo estaba nublado, nubes grises que se amontonaban entre si y las pequeñas gotitas que chocaban contra el vidrio.

Aquel cuadro que me generaba esa melancolía y nulos recuerdos que ni siquiera podrían denominarse recuerdos.

Dejé caer otra lagrima y me puse de pie para volver a la cama.

—Emily... —una mujer con bata entro a la habitación— ¿Cómo estás?

Mire hacia su espalda con la esperanza de que alguien conocido apareciera, pero no fue así.

—Llevas más de un mes aquí desde que despertaste... no quieres hablar de lo que sientes o lo que pasa por tu mente.

¿Lo que pasaba por mi mente?

Nada esas mismas nubes grises eran las que veía reflejada en cada recuerdo que podía tener de mi vida.

—¿Aun no sabes por qué el joven que cuida de ti es tu novio?

—¿Dónde está?

—Afuera creo que tuvo algún inconveniente con los bebes... no recuerdo sus nombres

—Eilin y Evan —baje la mirada a mis manos sintiendo otra vez el nudo en mi garganta.

El miedo otra vez se hacía presente algo oculto dentro de mi.

Como cuando sus ojos grises me observaban y esa sonrisa con tanto pesar.

—Quiero estar sola... por favor —la doctora no dijo nada solo se puso de pie.

Me puse de pie y caminé hasta la puerta, quería salir de allí por un momento quería respirar el aire natural.

Camine por el pasillo hasta que a lo lejos divise a Ethan conversando con la doctora, no podían verme allí asi que me escondí subí por las escaleras de emergencia y llegue a la azotea.

El frio aire choco en mi rostro, las pequeñas gotas de lluvia salpicándome la cara camine hasta llegar al borde.

Un pensamiento tras otro.

Olivia, mi hermana que siempre me sonreía y mi madre que brillaba por su ausencia. Hanna y Noah, que se turnaban para verme y contarme anécdotas de la universidad.

Pero nada quería hacerme recordar mi historia con Ethan y me hacía negar a esos bebes.

De repente el agua comenzó a caer con más volumen empapándome el camisón de hospital y mi pelo, el agua cayendo como la ducha que salpicaba los azulejos del baño.

Inicio de Flash Back

Un beso tras otro y su mano acariciando mi muslo.

Mi corazon que no paraba de latir.

No estaba lista... él estaba ebrio...

—Ethan...

¿Por qué dudas?

No soy lo que el espera y nunca lo seré. Me usara como todas las chicas con las que estuvo.

Mi dignidad...

—Quiero que seas mía...

¿Quería ser suya?

Y todo paso, sus movimientos que me hicieron perder en placer y la excitación.

—Se como me miras y quieres que te haga esto... —otra vez su olor a alcohol.

Se metió en mi casa...

¡No estoy lista!

Fin de FlashBack

Empecé a negar con mi cabeza mientras las lágrimas se mezclaban con las gotas de lluvia.

—¡EMILY! —su voz y el enojo que estaba sintiendo.

Un recuerdo tras otro aparecía, mis hijos y el dolor que había sentido. Él estuvo conmigo.

—¡Te metiste en mi casa! —exclame enojada viendo que estaba de pie solo a metros de mi.

Su rostro de preocupación mezclado con confusión.

—¡No estaba lista! ¡Y tu sabias que yo estaba enamorada de ti! —dije entre sollozos como si estuviese experimentando ese mismo dolor— ¡Te aprovechaste de eso!

—Emily... —el avanzo hacia mi y yo retrocedí ignorando el hecho que estaba en el borde del techo— no sigas retrocediendo...

—¿Sabes lo que sufrí? ¡Todo lo que tuve que pasar! ¡Por tu maldita culpa! —el me miraba ahora estaba igual que yo empapado de agua.

—Lo siento... te prometí que cambiaria y sigo tratando de hacer lo mejor por ti —mire hacia atrás— ¡Aléjate de allí maldita sea!

¿Qué ganaría tirándome de allí? Un solo momento paso por mi mente.

Pero fue cuando esos bebes que había esperado por meses estaban esperando por mi.

Fue cuando la puntada en mi pecho se hizo presente y Ethan me tenía envuelta en sus brazos.

—Lo siento tanto mi Emily perdóname fui un imbécil por no actuar bien contigo —dijo el abrazándome evitando que me cayera al suelo— eres lo más importante en mi vida al igual que mis hijos...

Estaba claro que en mi seguía ese resentimiento por su comportamiento pero sabía todo el esfuerzo que el había hecho por recompensar todo ese dolor.

Pase mis brazos alrededor de su cintura, nuestros cuerpos pegados y todos empapados.

El llanto de Ethan ese llanto que por noche había presenciado, su sensibilidad reflejada en aquellos lamentos a un lado de mi cama.

¿Me amaba?

—Vamos adentro que te enfermaras —dijo el a lo que yo asentí.

Los doctores estaban allí junto a otros enfermeros que nos observaron.

—¿Esta todo bien? —preguntó la doctora que siempre hablaba conmigo.

—Si... —Ethan respondió por mi.

Caminamos bajando las escaleras de emergencia otra vez sentí su mano tomando la mía.

Al llegar al pasillo donde se encontraba mi habitación una pelirrubia corrió hasta mi envolviéndome con sus brazos.

—Te odio —abrace con fuerzas a mi hermana que sollozaba.

—Lo siento... —dije tomando su rostro entre mis manos.

Un pelirroja estaba de pie a un lado y Noah a su lado que no dejaba de sollozar.

—Perra —Noah no tardo en abrazarme junto a Hanna.

Zack estaba de pie mirándome con una sonrisa el se acercó a Ethan.

Volví a mirar a las otras personas que estaban en el pasillo y Margaret estaba allí.

Mire a Olivia y Luego a mis amigos, mi mirada fue a Ethan que trataba de mantener la calma.

—Es mejor que te cambies de ropa —dijo la enfermera Nancy.

Pero la intranquilidad seguía allí presente.




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