Los condenados

NUEVA BASE

Cuando siente en su hombro un movimiento de sacudida, es la azafata que le informa que ya han llegado a destino, ella se reincorpora en su asiento, talla sus ojos y siente un pequeño dolor de cabeza como si todavía tuviera sueño, nota que tanto Felipe como Jorge parecen estar en la misma situación de somnolencia. Se levanta de su asiento toma su equipaje que se encuentra en la parte de arriba, y camina hacia la puerta y baja las escaleras del avión, ya en la parte de abajo se puede dar cuenta que no están en ningún aeropuerto, es más parece ser una pista de aterrizaje clandestina, el paisaje no parece de una gran ciudad al contrario es un paisaje rustico con árboles al costado y sin ninguna estructura de construcción; al final de la pista se puede ver una camioneta totalmente cerrada de color negra, Jorge les indica que tiene que subir a la camioneta tipo suburban , los tres caminan hacia ella y suben. Y la camioneta empieza a caminar por un camino de terracería muy pequeño, pero bien marcado, el camino un poco sixsageante y el movimiento indica que suben una monta, arboles por los costados y ningún ser humano a la vista. En su asiento otro vomito verbal le invade a

Rous: en realidad cuantas horas hemos viajado, y no me diga que dos porque no es verdad.

Jorge: solo 2 horas Por qué cree que hemos viajado mas (no la regresa a ver)

Felipe interrumpe: Cuando lleguemos a su base me regresaran mi navaja y mi reloj, fue un regalo de mi novia.

Rous regresa a ver su muñeca y se da cuenta que su reloj y su arma ya no la trae consigo, se sorprende que no se haya dado cuenta desde antes que esos objetos le faltaban.

Jorge suspira y dice: Todas su pertenecías le serán regresada cuando estemos en la base. (gira un poco la cabeza hacia ellos con enfado)

Rous: Cuantas horas hemos viajado, señor

Jorge: entre 8 a 9 horas

Felipe: ¿hemos salido del país?

Rous: ¿hemos salido del continente?

Jorge: es cuestión de media hora de camino y se les dirá todo. (alza las manos en señal de enfado)

Felipe: señor, necesito saber a qué voy, si no me dice la ubicación lo entiendo, pero exijo me informen a que se me ha traído.

Rous regresa a ver a Felipe y aunque nunca había intercambiado palabras con el nunca se imagino que cuestionara la autoridad.

Jorge: cómo ve compañero le dice Jorge al chofer, antes no preguntaban tanto.

Se gira totalmente para verlos a la cara.

Jorge: Miren ustedes han sido seleccionados de un grupo muy selectos de México, de hecho, son los únicos mexicanos de esta generación, se reunirán con otros cadetes como ustedes pero de diferentes lugares del mundo, es todo lo que saldrá de mi boca por el momento.

De inmediato se hace silencio en el vehículo, tanto Felipe y Rous se resigna a seguir con la duda un poco más, ya que les han enseñado que es buenos cuestionar, pero no en exceso. Se limitan a ver por ratos uno al otro y ver ese paisaje de árboles. Después de casi una hora y media de camino, ya casi se metía el sol y el frio empieza hacerse cada vez más intenso, por fin a lo lejos se puede ver unos edificios, ellos imaginan que es la base en la que ellos estará un buen tiempo, se regresan a ver uno al otro, sus miradas más que miedo era total curiosidad.

La camioneta llega a una pluma donde de inmediato de la nada salen casi 20 soldados, armados con armas de gran calibre y todos con el uniforme negro como el que porta Jorge y el chofer. Uno de los soldados se acerca la ventanilla del chofer, se agacha mientras Jorge saca de la guantera unos documentos, en los que Rous puede ver la foto de Felipe y la de ella, por fin un documento piensa ella. De inmediato el soldado les pide que bajen del vehículo, los cuatro se bajan , y los demás soldados empiezan a registra a cada uno de ellos y al vehículo también, registra debajo del vehículo, con perro entrenados, y uno de los soldados que no tenía armas se acerca, se para enfrente de Rous la mira a los ojos, ella no lo puede creer son unos ojos tan claros como la miel, casi amarillos que al mirarlos parece que la hipnotizara pues nunca había visto ojos así, le toma las manos ella puede sentir las manos frías y un poco mas grandes de lo normal, el las ve detenidamente y dice : está limpia; lo mismo hace con Felipe, con Jorge y al chofer. Después de la inspección suben de nuevo al vehículo y entran por fin a la base, se dirigen a un estacionamiento en el cual se detiene.

Jorge: gracias soldado le dice al chofer, que no se baja.

Jorge: soldados bajen su pertenecías.

Los dos bajan su equipaje y se paran a un costado de cada lado del choche. Ya que no hay nada ni nadie a dentro del carro, el chofer arranca y vuelve a salir de la base.

Jorge: caminen soldados

Rous:¿ ya no somos cadetes?

Jorge: no, ya no son cadetes, ya son soldados

Rous regresa a ver a Felipe el cual hace una mueca de duda pero no dice nada.

Caminan un poco pasando los edificios los cuales no tiene ningún símbolo para identificarlos, pero ella puede distinguir los que parecen ser las oficinas, gimnasio, comedor y un salón de usos múltiples, mucha gente entra y sale de los edificios, todos de uniforme negro, unos muy jóvenes casi 20 años y otros de casi 40 o 50 años, unos que otros los regresan a ver con curiosidad y asombro, pero nadie les dirige la palabra. Hasta llegar a un edificio de 2 pisos totalmente blanco pintado a la perfección, sin manchas de lluvia, ni desgaste por el sol, pareciera ser un edificio totalmente nuevo, pero sin ningún símbolo que lo identifique



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En el texto hay: rencarnacion, inmortales, amor dolor

Editado: 23.03.2023

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