Los condenados

Capítulo 6 Acepto

Capítulo 6

Acepto

Al caer la noche Rous regresa a su dormitorio se baña y se sienta en la cama a esperar, mira a su alrededor como buscando algo, mira la puerta, las paredes, la cama, la puerta, ventana y otra vez la puerta. Como quisiera que algún amigo entrara, y se pregunta ¿tengo amigos?, ¿a quién considera su amigo? hace tanto que no va al cine, tanto que no sale de compras, a la playa, hacer el super, hace tanto, tanto, tanto que no se siente cómoda, ha cambiado tanto en tan corto tiempo su vida, brincado de una base a otra, conociendo gente nueva, realidades ocultas que nunca imagino. Se toca la cara, se rasca la ceja, sabe que, aunque su vida ya ha cambiado tanto, seguirá cambiando más, y más, más compleja, más inestable, más insegura y lo peor de todo cada vez más lejos de su familia. Sabe que tendrán que pasar un par de años para volver a ver a su familia.

Después de casi una hora de espera tocan a su puerta abre y es un soldado que le hace señas con la cara de que lo siga, ella obedece, bajan por las escaleras, atraviesa el patio, hasta llegar a un vehículo, ella sube y ya adentro puede ver que hay un chofer dentro, en cuanto ella se sienta el vehículo arranca y se mueve. Todo el trayecto es muy silencioso, ella solo se dedica a ver por la ventana como poco a poco las luces de la base se hacen cada vez más pequeñas casi como diminutos focos de navidad, y a la vez el camino se hace más estrecho y complicado, parece de terracería, los baches cada vez son más notorios, la vegetación se hace más densa. Las luces de la base ya no se notan, en su cabeza no dejan de caminar su mama y sus hermanas, ¿Qué estarán comiendo?, ¿Qué hora será en su tierra?, ¿la extrañaran tanto como ellas las extraña? Después de un camino muy complicado puede ver a lo lejos una luz que cada vez se hace más grande y poco a poco puede distinguir que es luz de una casa de madera rustica con apenas un foco encendido en la puerta y otro en la parte interior, le llama mucho la atención que parece ser una cabaña vieja pero muy bien cuidad. Se pregunta cuantos vivirán ahí, y que es un extraño lugar para una entrevista.

Chofer: hemos llegado baja y toca la puerta, te espero aquí

Rous afirma con la cabeza abre la puerta del carro y camina a la entrada de la casa toca la puerta y no escucha nada, vuelve a tocar y puede escuchar una voz a que dice ¡pasa! Ya dentro puede notar que la luz de un pequeño foco no es suficiente ya que no alumbra a la perfección la casa, de hecho, solo logra ver unos 3 metros adelante, sin embargo, se queda quieta y callada.

Sebastián: buenas noches mi nombre es Sebastián, ¿tú eres La famosa Rousa?

Rous: no se si soy famosa (oye la voz, pero no ve a la persona), pero si soy yo.

Sebastián: si de hecho impresionaste mucho a tus superiores por eso está aquí.

Rous: y ¿a usted lo impresione? (busca con la mirada a la persona, pero no la encuentra, mira a la derecha y a la izquierda, pero no logra ver nada)

Sebastián: te seré sincero, me impresionaste un poco, pero en mi pocos años de vida he conocido gente como tu

Rous regresa a ver por todos lados, tratando de seguir el sonido de la voz, pero no tiene lógica piensa ella por que pareciera que el que habla caminara por el techo y las paredes.

Rous. ¿cómo yo?, ¿cómo soy yo según usted?

Sebastián: si eres una persona muy sensible, que es capaz de leer a la gente, pero también muy fuerte, y que nunca te quedas callada, todo eso en una sola persona has deber desquiciado a tu madre.

Rous: si de hecho la hacía enojar mucho (por fin puede ver la silueta de un hombre caminado, pero es increíble ver que era verdad lo que pensaba el hombre estaba caminando por las paredes y el techo), solo la vida militar…. ¿está caminando por el techo?

Sebastián: si, entonces dices que tu mama no te aguantaba

Rous: ¿cómo lo hace?

Rous solo puede ver la silueta de un hombre caminado por las paredes.

Sebastián: yo soy el que hace las preguntas aquí soldado

Rous: si pero (no puede creer lo que ve sus ojos ese hombre está caminando por el techo y se sigue por las paredes como si no pasara nada)….

Sebastián: ¡soldado ponga atención! (se enoja y alza la voz), estoy haciendo una pregunta.

Rous: ¡si señor!  Le hice la vida de cuadritos a mi mamá (no deja de mirarlo) y solo la vida militar me cambio y me han hecho lo hoy soy

Sebastián: ¿es católica?

Rous: si señor

Sebastián: ¿tienes hijos?, ¿familia propia?

Rous: no señor

Se puede escuchar un golpe, como si ese hombre por fin bajo del techo al suelo y se encuentra a pocos pasos de ella, hasta que llega a la luz puede por fin verlo, es un hombre de físicamente 28 años tez morena clara, cabello negro cuerpo atlético solo un poco más alto que ella, vestido con un pantalón de mezclilla playera blanca y calzado color café, le parece un hombre atractivo.

El por fin la mira directamente a los ojos, y pareciera más sorprendido que ella, la mira de arriba abajo.

Sebastián: ¿tu? ¿Cómo es que llegaste aquí?

Rous: me trajo un chofer señor.



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En el texto hay: rencarnacion, inmortales, amor dolor

Editado: 23.03.2023

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