Capítulo 13 EL SEXO ES ALGO NATURAL Y NECESARIO, COMO COMER, CAGAR Y DORMIR.

Capítulo 13

EL SEXO ES ALGO NATURAL Y NECESARIO, COMO COMER,

CAGAR Y DORMIR.

Todo le parece pasar en cámara lenta ante sus ojos, puede sentir como Antón en compañía de otra mujer la llevan al baño llenan la tina de agua y como le empiezan a quitar la ropa, la meten a la tina  y cuando ella por fin puede sentir el agua caliente vuelve a su mente la imagen del lobo que había soñado una noche antes; mientras la bañan su mente se pierde y vuelve imaginar que corre entre la nieve blanca persiguiendo un conejo en cuatro patas, y cuando por fin lo alcanza lo muerde para comérselo,  puede sentir la carne entre sus dientes, el sabor de la sangre, la textura de la carne, hasta el llorar del conejo cuando muere. Cuando regresa en si se da cuenta que ya está bañada y seca sentada en la cama esperando que nuevamente Antón con esa mujer la vista. Cuando Antón está a punto de ponerle la otra vez de pie para vestirla Rous reacciona

Rous: basta ya estoy bien (sacude su cabeza). Yo me visto sola, déjenme sola

Antón: no déjame te ayudo (la mira a los ojos con preocupación).

Rous: no te preocupes tanto (le toma la mano), yo estoy bien ya estoy más relajada, vete yo termino sola.

Antón: pero no puedo ...

Rous: tranquilo no me va a pasar nada espérame afuera

Antón duda un poco, lo piensa por unos segundos, afirma con la cabeza y sale de la habitación.

Rous se queda sola en la habitación y sin nada de ropa puesta se sienta en el suelo junto a la ventana, se queda ahí  analizando todo lo que había pasado, de cómo había sido capaz de matar a tanta gente con mucha facilidad, como si llevara una vida entera haciéndolo como si en verdad fuera hecha para realizar esto, siente miedo de pensar que de ahora en adelante su vida se basara en esto, ella nunca puedo imaginar que su vida iba dar este cambio. También piensa en esa mujer, en Salome, porque le dijo Ruth y ya antes la habían confundido con ese mismo nombre, y porque dijo que son amigas de vidas pasadas, ¿vidas pasadas?; no entiende lo que dijo de Caín y Abel, y ¿que ella era el borrego?, ¿Cuál borrego?, trata de recordar lo que le enseñaron hace ya tanto tiempo, la historia de Caín y Abel, pero no logra recordar porque Caín mato Abel, ¿abra sido por un borrego?. Después de unos minutos empieza divagar en ideas y de pronto piensa; será que en realidad Sebastián y Uriel no sean otros que Caín y Abel, como dijo Salome. Rous ponen en duda todo lo que sabe hasta ahora, porque si es verdad de Sebastián y Uriel son Caín y Abel, quiere decir que le han mentido en otra cosas, su cabeza empieza a dar vuelta, se pone las manos en la cara, no sabe que hacer ya son más dudas que respuestas, ¿quién mentira Salome o ellos?, pero ella entiende que conoce un poco más  a Sebastián y debería confiar un poco más en el, se encuentra analizando lo que ha pasado desde su llegada, cuando escucha ruidos de carros que llegan , se asoma a la ventana y puede ver que son dos carros y de uno desciende Sebastián y del otro Uriel, ella sin analizarlo mucho se viste lo más rápido que puede y cuando ya se ha vestido corre hacia la puerta,  y cuando está a mitad de las escaleras ve a Sebastián que las está subiendo ella se detiene justo enfrente a el.

Sebastián: Rous, como estas

Rous: bien señor yo ….

Escucha una voz que reconoce de inmediato, es Uriel que viene entrando a la casa, ella sin pensarlo corre hacia donde está el y lo abraza tan fuerte como nunca había abrazado a nadie, el por un momento lo duda, pero también la abraza, ella nunca había estado tan cerca de él.

Rous: gracias muchas gracias (le susurra al oído tratando de evitar llorar).

Uriel: fue un placer (le susurra al oídio).

Ella lo suelta y se logra dar cuenta que tanto Antón, Sebastián y Robert la miran fijamente. Como si hubiera hecho algo extraño, principalmente la mirada de Sebastián es la que siente más incómoda.

Robert: mi querida Rous deja felicitarte hoy tuviste un gran desempeño (le toma la mano y se la besa), de hecho, fue excelente nos dejaste totalmente sorprendido a todos.

Rous: gracias, (retira su mano y las pone atrás de ella) pero realmente no sé cómo lo hice.

Antón: ven vamos celebrar hemos preparado un banquete especial, (pone su brazo en su hombro y camina con ella al comedor), y habrá mucha bebida para que te desestérese.

Rous: no se si beba, pero si cenare tengo mucha hambre

Todos caminan hacia el comedor para 10 personas, donde los espera una mesa servida con una gran cantidad de platillos en el centro de esta. Todos toman asientos quedando Sebastián y Uriel a la cabeza en lados opuestos, Rous por inercia se sienta a lado de Sebastián.

Sebastián: ¿te sientes bien?

Rous: si señor

Sebastián: no creas que me tienes tan contento, lo que hiciste fue muy arriesgado.

Todos empiezan a servir sus platos.

Rous: si señor, pero es que son mis amigos, y aunque no tenemos mucho tiempo de convivir juntos, el solo hecho de pensar que les podría pasar algo eso me aterro.

Sebastián: ¿pero acosta de tu vida?

Rous:  pues si… es para lo que me he preparado tantos años, salvar vidas y si es acosta de la mía no importa; y si tengo este don es para salvar vidas o ¿no?, (lo regresa a ver) este don que dios me dio es para eso ¿o no? (el la mira y suspira), de hecho, quería saber cómo están mis compañeros