Los condenados

Capítulo 21 si yo no fui quien mordió la manzana y condeno al mundo a vivir de esta forma.

 

Capítulo 21

si yo no fui quien mordió la manzana y condeno al mundo a

vivir de esta forma.

 

 

Rous al abrir los ojos se ve sentada en su casa con sus hermanas y su mama, ella no puede creer lo que ve, su madre se ve más joven y sus hermanas más pequeñas, se encuentran todas sentada en la mesa cenando. Ella las mira detenidamente, sabe que no es real que es solo un recuerdo, pero es un recuerdo muy agradable. De pronto todo se oscurece y a lo lejos se ve una luz blanca, se ve ella misma, pero con una apariencia diferente, más blanca, y totalmente rubia corriendo por unos jardines hermoso, con Antón detrás de ella al parecer están jugando, ella puede ver la sonrisa sincera de Antón y por un momento se le olvida que él ya está muerto. De tanto correr ella cae, al levantarse se da cuenta que es una bebe de apenas un o dos año de edad que trata de caminar, y su madre esta junto a ella tejiendo algo de ropa, ella por inercia corre a los brazos de su madre que al abrazarla hace que ella cierre los ojos; al abrirlos se ve ella, ya muy grande ya casi una anciana, se encuentra sentada en una mecedora afuera de una casa murando al bosque y un hombre también ya anciano se acerca a ella, se sienta junto a ella y empiezan a  platicar, ella lo mira con asombro pero sin miedo, platican pero ella no logra escuchar lo que él le dice, a lo lejos escucha un chiflido que hace que ella voltear y al girar la cabeza se da cuenta que el hombre ya ha desaparecido. A lo lejos vuelve a ver la luz y de pronto mira sus manos son de color negras, se ve a ella misma en un barco con hombres de la misma apariencia, al parecer es solo un esclavo más, ella ve a su alrededor a hombre grandes y pequeños, sudados y varios enfermos, ella siente miedo, mucho miedo siente un escalofrío que le invade todo el cuerpo. Mira as u alrededor y se ve atada con cadenas a una pared desnudo y sucio, siete hambre y dolor, gira hacia su derecha y observa un lago al cual ella se dirige casi a gatas, al beber del lago mira su imagen de lobo.

De pronto escucha una Voz a lo lejos “Rous” “Rous” ella trata de abrir los ojos, pero es imposible. Siente como su cuerpo es manipulado por varias manos, como la mueven y traslada de un lado a otros, siente presión, jaloneos y rasguños, pero le es imposible abrir los ojos, o emitir algún sonido. De pronto todo es calma, ya no siente manos en su cuerpo, no siente como la mueven, pero sigue sintiendo frio. Piensa ¿estaré muerta?

Abre poco a poco los ojos, se siente mareada y confundida, todavía no enfoca bien, solo ve sombras y unas formas que no distingue con seguridad. Trata de tallarse los ojos para ver si puede enfocar mejor, pero siente como sus manos se detiene a medio camino y escucha un ruido particular que ya ha escuchado antes. Ese sonido le recuerda a las cadenas, de hecho siente algo en las muñecas, mira a sus manos y observa que tiene esposas y estas están conectadas a su vez a unas cadenas que están incrustadas en la pared. Todavía no entiende bien lo que pasa, mira hacia alrededor y se da cuenta que está en un cuarto obscuro, sucio, húmedo y justo delante de ella una botella de agua y un paquete de galletas. Duda una poco sabe que no es lo correcto, pero con una de sus piernas acerca el bote de agua los más cerca posible, hasta que con una de sus manos lo alcanza y se lo lleva a la boca para poder beber; hace lo mismo con las galletas.

Después de devorar las galletas y el agua trata de pararse, le cuesta un poco de trabajo, pero lo logra, no logra entender nada se desespera y empieza gritar “sáquenme de aquí”, “Eva” dame la cara…

Grita por un buen rato, pero nadie responde. Se vuelve a quedar dormida; ahora ella se sueña sentada en una rama de un árbol, escucha niños gritando debajo del árbol, al parecer son sus hermanos que juegan mientras ella los vigila desde arriba, ella solo está ahí sentada viendo el atardecer. Al bajar del árbol se da cuenta que ya se encuentra en otro lugar es un lago y ella se encuentra lavando la ropa en una piedra, aunque es un trabajo muy difícil ella está feliz cantando, de pronto escucha un ruido de alguien que se acerca ella voltea y despierta de golpe.  Al despertar se da cuenta que sigue en la habitación obscura y todavía encadenada. Pero esta vez escucha que alguien está a punto de abrir la puerta, la luz que entra a la habitación la deslumbra y hace que no logre ver bien lo que pasa solo siente con unas manos la tocan y la jalan, al parecer la están desencadenando para sacarla. Rous pregunta quienes son y que es lo que pasa, pero nadie contesta, la sacan de la habitación y van por un largo pasillo, Rous poco a poco logra que sus ojos se acoplen a la luz. La llevan hacia una puerta de doble hoja que abre y avientan a Rous hacia dentro cerrando las puertas detrás de ella. Lo primero que mira Rous hacia enfrente es un ventanal de casi 5 metros de alto que dejan a la vista un hermoso panorama de montañas cubiertas de nieve, tan bellas e imponentes que por un momento Rous olvida donde esta o quizás sea que esas montañas le recuerdan a algo.

Eva: hola querida

Rous voltea al escuchar su voz. Mira a Eva que se encuentra sentada en un gran sofá blanco, y ella a su vez tenía un vestido ajustado al cuerdo que, hacia resaltar sus curvas, el cual llegaba justo a las rodillas.

Eva: ¿te sientes mejor?

Rous: ¿Dónde estoy?, ¡donde esta Uriel y Sebastián?

Eva: estas en mi casa en una de las montañas más hermosas del mundo, que por seguridad está muy alejada de la civilización. Mis hijos están bien, no sería capaz de hacerles daños a mi propia carne.



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En el texto hay: rencarnacion, inmortales, amor dolor

Editado: 23.03.2023

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