CAPÍTULO 27
LO DEJARE SER FELIZ CON LA MUJER QUE SIEMPRE HE AMADO
Uriel: me da tanto miedo hacerte esta pregunta (la toma de las manos).
Ella lo mira a los ojos y sonríe toma el brazo de él y lo paso por su hombro, para que el la abrace.
Rous: yo sé que me amas yo nunca he dudado de tu amor… hoy se porque he rencarnado tantas veces.
Uriel: ¿Por qué?
Rous: por este amor inmenso que siento en todo mi ser, por eso no me importa padecer dolor contar de estar de nuevo aquí con la persona que siempre he amado, por la cual mi amor es inmenso y eterno.
Uriel: ¿y soy esa persona?
Ella lo mira a los ojos y sonríe.
Rous: tú sabes la respuesta.
Uriel: pero yo te amo.
Rous: lo sé, pero tú siempre has sabido la verdad, yo siempre fui sincera contigo, desde ese primer día que te conocí, cuando te llevé agua, ¿te acuerdas? Yo sí. Yo tenía tanto miedo de acercarme a ti eras tan impresionantemente atractivo, alto con una mirada espectacular, con voz de mando, me enseñaste a cultivar, sembrar, por ti tengo ese gusto a la naturaleza.
Uriel: pero no fue suficiente… tú lo amas a él.
Uriel quita su mano del hombro de ella y mira al suelo.
Rous: yo siempre fui sincera contigo, cuando me pediste forma una familia contigo yo te dije que no, que eras muy atractivo y hábil, pero yo no sentía lo necesario para hacer una familia, que estaba muy joven
Uriel: pero eso fue mentira porque a los pocos días te entregaste a el.
Rous: si… me enamora de él desde el primer momento en que lo vi, cuando se acercó a mi para regalarme una piel de oveja. Y se también el daño que te cause, el dolor y el odio que yo sembré en tu corazón de lo cual yo me arrepiento, pero era más fuerte que yo, trate de resistirme…
Uriel: hasta que él te obligo.
Rous: no él no me obligó a nada, yo sabía lo que hacía, yo fui consiente y creo que hasta yo lo propicie.
Uriel: yo te amaba tanto y él lo sabía.
Rous: lo sé … los dos tratamos de resistirnos, y perdóname que no pueda corresponder ese sentimiento, pero…
Uriel: siempre ha sido el (la mira a los ojos).
Rous: si siempre ha sido él (ríe tristemente)
Se hace un gran silencio entre los dos mientras empieza a salir el sol.
Uriel: ¿alguna vez me amaste?
Rous: claro… recuerdo esa vida cuando yo muy rubia ¿te acuerdas? (se coloca frente a él y le toma las manos), nos casamos era yo muy joven vivía solo con mi madre. Un día llegaste, según tú te habías perdido, pero no era verdad, esa noche dormiste afuera de la cabaña, pediste trabajo y tú y mi madre acordaron comida por trabajo, teníamos ovejas y tú las cuidabas. Era hermoso verte cuidando las ovejas. ahí me enseñaste a cultivar un poco de verduras eso siempre me ha parecido impresiónate. Y fue ahí una mañana cuando mi madre no estaba que entre las flores y las verduras que me hiciste tu mujer, me besaste y me trataste tan hermosamente que no me importo nada más me fui a vivir contigo he hicimos una pequeña ceremonia, con mi hermoso vestido blanco de manga largo con cuello alto y mi corona de flores blancas, fueron los meses más felices de mi vida, contigo encontré paz.
Uriel: duraron muy poco
Rous: si lo se… (se acuesta en el suelo recargando su cabeza en las piernas de él), me dieron muerte muy violentamente. Recuerdo que a los pocos días de la boda me trajiste a vivir aquí, a esta cabaña solo los dos, esta cabaña que construiste para que viviéramos juntos hace tantos y tantos milenios, fueron hermosas esas mañanas en el lago cuando nos bañábamos desnudos.
Uriel: ¿Cómo es que recuerdas eso? (le acaricia la mejilla con su mano).
Rous: recuerdo muchas cosas. Recuero una mañana que casi quemamos la casa (ríe un poco) por que dejamos la fogata sin apagar porque estábamos haciendo el amor y quedamos tan cansados que nos dormimos y cuando despertamos nos dimos cuenta el viento había lanzado unas brazas a la casa y el techo se estaba incendiando.
Uriel: jajaja… si lo recuerdo te asustaste mucho, de hecho, lloraste mucho por tus ropas que se quemaba
Rous: si… no te burles jajajajajaja….
Rous se levanta y se inca frente a él.
Rous: tú eres un hombre muy importante en mi vida y lo serás siempre, contigo he pasado cosas maravillosas, te amé te amé mucho te amé inmensamente, yo solía perderme en tus ojos con tu melodiosa voz, tú siempre serás parte importante en mi vida…
Uriel: pero (el interrumpe), lo amas a él… Está bien si eso te hace feliz te dejare ir con él, con tal de verte feliz.
Rous: ese es el detalle no lo hagas por mí, hazlo por él.
Uriel: por el no, él es un desgraciado, sabía que yo te amaba y no le importo.
Rous: pero es tu hermano
Uriel se levanta y camina dos pasos atrás. Rous se levanta con él y se pone en la espalda de Uriel.
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Editado: 23.03.2023