Capítulo 29
quizás la soledad sea su nueva confidente, su amiga y compañera de vida
Al caer la noche ellas logran distinguir a un par de kilómetros una ciudad más concurrida, Salome la reconoce pues algún tiempo vivió ahí así que tiene conocidos que con mucho agrado le abren las puertas de su casa para asearse y pasar la noche más cómodas. A la mañana siguiente ella sube a un carro que las dirige a una ciudad más grande y de ahí a un aeropuerto donde ya los espera un avión que Salome ha mandado pedir una noche antes. Ellas abordan el avión privado que las lleva a Europa y de ahí a la casa de Salome muy cerca de vaticano, donde ya una gran fiesta las espera, con hombres desnudos y grandes orgías, Salome de enseguida se uno pero Rous, solo toma una botella de tequila que está en la mesa y se mete a uno de los curtos, donde empieza a beber y llorar desconsoladamente. No quiso llorar mientras caminaba, porque sabía que no podría avanzar, no quiso llorar en el la noche pues sabia que por la mañana seria peor, no lloro en el avión pues sabia que no iba poder poner un pie en la tierra, pero aquí y sin nada por delante lloraría, lloraría, tanto y tan profundamente hasta que se le acabaran las lágrimas. Su plan es llorar tanto, tanto que se le acaben las lágrimas y nunca más vuelva pueda volver a llorar.
Ya cerca de las 4 de mañana puede escuchar que la fiesta sigue afuera de su habitación, ella se acerca al balcón y se asoma por la ventana, y ve como la ciudad todavía duerme, pone la botella en el piso, abre las puertas del ventanal y sale al balcón. Respira, una y otra vez, profundamente, siente el aire frio que entra a sus pulmones, pone las manos en el barandal y mira al cielo, y se pregunta ¿Por qué?, ¿por qué es tan complejo?, ¿porque la vida no puede ser más simple?, ¿por ella?, ¿Por qué mal interpreto todo?, ¿Por qué no me dejo explicarle?, ¿Por qué no le explique?... ¿será que es lo mejor?... quizás es lo mejor, si quizás es lo mejor se repite una y otra vez… es mejor así que no esté relacionada con ninguno de los hermanos, aunque en el fondo le duele el alma sabe que a la larga será lo mejor para ellos, pero no para ella. Pero tiene la idea que quizás así sin ella en medio ellos puedan encontrar la paz que siempre han necesitado, la reconciliación necesaria para sus almas y el rumbo para cambiar sus vidas, aunque ella este sola, quizás la soledad sea necesaria también para ella, quizás la soledad sea su nueva confidente, su amiga y compañera de vida. Tendrá que aprender a vivir sola, aunque no quiera, y pensándolo bien, tiene años viviendo sola, quizás siglos y nunca se había dado cuenta. Mira entre los edificios frente a ella, y puede observar cómo va saliendo el sol entre ellos, y piensa que hoy es el primer día de su nueva vida sola.
Se pierde mirando el amanecer, observando como las personas poco a poco abren negocios; no se da cuenta de la presencia de Salome hasta que ya se encuentra a un costado de ella
Salome: ¿cómo voy para vivir sabiendo que el ya no está en esta tierra?.
Rous: él te esta espera querida (la mira a los ojos).
Salome: ¿sí?
Rous: si, no me preguntes como lo sé, pero lo sé…
Salome: ¿si me porto bien encontrare la paz y podre morir?
Rous: Se supone que así le hizo Adán
Las dos miran como el sol termina de salir
Salome: será muy difícil portarme bien, pero tratare.
Rous: la intención es lo que cuenta.
Salome: tu ¿Qué harás?, vas a ¿buscar a Sebastián?
Rous: no, todos debemos buscar la paz interior, todos, todos, Eva, Judas Los hermanos tu y yo.
Salome: te ¿quedas conmigo?
Rous: pues si creo que si (lo dice sin ganas y bebe).
Salome: oye eso sonó como que no te queda de otra
Rous: más o menos (sonríe tristemente) …
Salome: no importa tu eres bienvenida en mi casa (sonríe).
Rous: y… ¿si tenemos siglos siendo amigas?
Salome: si.
Las dos entran a la habitación pues el sol ya les da de frente y les lastima los ojos.
El tiempo transcurre relativamente tranquilo. Rous decide buscar un trabajo cerca de la zona de Salome, aunque no comparte la vida nocturna de ella ni los gustos carnales la relación de amistad de ellas es cada vez más fuerte. Se visitan frecuentemente.
Rous vive en un pequeño departamento de una sola habitación y un pequeño baño a 30 minutos de la lujosa casa de Salome. Ella trabaja como gerente en un pequeño bar su sueldo no es mucho, pero si suficiente, más sin embargo Salome le ha creado una cuenta bancaria donde le deposita fuertes cantidades de dinero, que ella casi nunca usa, solo para darse ciertos gustos que su salario no le brinda. Rous se ha creado una nueva identidad y aunque todavía ve y distingue a los condenados a largas distancia trata de no involucrarse con ninguno, ya que sabes que todo ser humano tiene la libertad de elegir su destino, y creer fervientemente, que si el humano quiere pecar lo hará y nadie absolutamente nadie lo impedirá, y viceversa, el hombre que no quiera pecar por mas oportunidades o tentaciones que se le presente, nunca lo ara.
En un par de ocasiones se le han acercado condenados muy antiguos, que la reconocen, y que han escuchado rumores, y se acercan a ella con una sola petición, “ayuda”, que les ayude a volverse mortales como Adán, ella trata de explicar lo que sabe, que en realidad no es mucho y que muchas veces genera mas dudas que respuestas, unos le creen otros solo piensa que es una envidiosa y tratan de agredirla, y aunque ella pudiera marlos solo los hiere para poder alejarse ellos.
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Editado: 23.03.2023