Los corazones negros 3- La Sociedad Subterránea

Capítulo 10: Conociendo a Deimos

Un grupo de personas nos rodeó y tratan de combatir conmigo. 

 

—Alto—dice una voz completamente fuerte.

—Identifícate— exijo.

—Vaya, miren a quién tenemos por aquí— dice sorprendido.

 

El sujeto viste un traje con una vara muy llamativa. En la parte de arriba se puede ver un adorno con forma de la cabeza de un avestruz, lo cual eso me parece extraño.

 

—Es un gusto Alex.

—Eres Deimos.

—Así es, soy el emperador de las tierras que fueron exiliadas. 

—Un mundo utópico y que no puede salir a la luz por miedo a la reacción social— digo.

—Como te atreves a insultar a mi gente— dice mientras me golpea con su vara.

 

Sus golpes son muy duros y precisos que hasta parece ser que me disloco la nariz.

 

—Solo digo la verdad— digo mientras jadeo y escupo sangre.

—La gente de la superficie cree que es mejor que nosotros. Yo, cree a un pueblo desde la tierra hasta lo más alto y nuestros aliados en las estrellas y el cosmos nos apoyarán. Pero tengo que deshacerme del principal intruso. Los corazones rojos.

—Hay muchos de los nuestros, crees que ganarás fácilmente. Necesitarías algo muy fuerte si quieres destruirnos.

—Chicos— dice mientras chasquea los dedos.

 

En ese momento dos hombres y una mujer llegan al frente mío para ver la demostración. Utilizan los dispositivos de espejismos para simular a mis amigos.

 

—Nuestra idea es crear un grupo de personas que desestabilizan los gobiernos. Crees que no tengo todo planeado, esta gente me apoyo y ante todo sabe por qué está aquí. Leo compartía esa idea con nosotros. Me arrebataste a mi hijo— dice muy enojado.

—Él solo quería mandar y abusar a una buena amiga. Estaba abusando de su poder.

—Las chicas que el secuestro están frente a ti.

—¡Qué!

—Tráiganla.

 

En ese momento un sujeto lleva a Galata, está amordaza y con esposas.

 

—Habla — dice mientras le quita el trapo de la boca.

—¿Qué rayos hace ella aquí? 

—Leo hizo bien su trabajo, la trajo a mí y a cambio dimos una copia falsa.

—Ella ha estado aquí.

—Sí, más de lo que crees

—¡Ayuda! — dice Galata.

 

—Hijo de puta—

 

En ese momento veo como entra la flor imperial atacando a los miembros. Yo activo mi traje y salvo a Galata, uso uno de los cuchillos láser para quitarle las esposas. 

 

—Vámonos— dice Charles.

—No, podemos. Mis amigos aún siguen capturados

—No lo haremos, tendremos que capturarlos después.

 

Corremos por el pasillo hasta llegar a la parte de afuera en el vehículo que la flor imperial llego. En ese momento puedo ver que se escucha un estruendo mientras el suelo se agrieta. Sin duda es la señal más clara que uno de los pilares está en la sociedad subterránea. 

 

Llegamos a un lugar seguro para poder hablar.

 

—Estás bien— digo.

—Sí, estuve en ese lugar por años— dice Galata.

—No fue la mejor experiencia, pero dime que te hicieron—digo.

—Nada malo, por suerte— dice.


 

Este es posiblemente uno de los misterios que nos ha ocultado la sociedad subterránea. Que es lo que nos espera ahora.




 




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