Los corazones negros

Capítulo 2: Reclutando

Gálata sigue traumada por el intento de secuestro que tuvo, así que delicadamente me siento al lado suyo y le doy un abrazo mientras ella extiende los suyos para abrazarme, ahora se siente más tranquila lo puedo sentir en su respiración. Ahora tengo que lanzar la pregunta indiscreta.

—¿Por qué crees que te quisieron secuestrar? — Pregunto estúpidamente.

—No tengo ni idea y tampoco quiero pensar en ello— responde.

Los padres de Gálata llegan y ella corre lo más rápido para sacar esas lágrimas que la tenían invadiendo dentro, paso por algo traumático, quizás es la primera vez que paso por esto.

—Joven, queremos darle las gracias por ayudar a mi hija, estamos en gratitud con usted— dice el papá de Gálata.

—No se preocupe— respondo mientras le toco su antebrazo.

Luego de ese evento en mi vida fue cuando el gobierno comenzó a controlarme y como me di cuenta, pues muy sencillo. Pasaron unos cuatro días del secuestro de Gálata y comenzó a ver como un carro color negro me comenzó a seguir cada vez que salía del parqueo de la universidad.

Así que un día decidí no ir en carro y utilizar el transporte público, paso lo mismo, miraba como sujetos de la universidad me seguían a todas partes, iba a la tienda a comprar una big cola y ellos de casualidad estaban en la caja comprando dulces y viéndome de una forma misteriosa. Empezó a tener miedo, hice suposiciones: querían secuestrarme, un grupo de mujeres quería abusar de mí, querían mi pene, querían mis órganos para venderlos en la Deep web al mejor postor etc.

Mi mente y mi imaginación volaban como pájaros migrando de Canadá a Sudamérica, pasa los días comenzó a escuchar afuera de mi salón tipos susurrando, escuchaba palabras como: es él, quizás pueda servir, hazlo etc.

Pero llego el gran día que me reclutaron para ser el líder de los corazones rojos, es un poco aburrida la historia, pero bueno tratare de ponerle mucha emoción.

Para empezar siempre me aburro en clases así que me entretengo jugando al Angry Birds en el baño mientras cago, no es algo que me gusta hacer pero es mejor que oír a un anciano hablando de Freud o Piaget pero mi sentido auditivo me alerto de que un sujeto con botas entro al baño y venía solo porque los hombres siempre venimos juntos al baño, no juntos en el sentido homosexual claro pero ya saben cuándo un tipo le dice, "oye tengo ganas de orinar" el otro automáticamente libera a la vejiga para que expulse la orina, quería sonar a científico pero creo que no me entendieron ni mierda así que volviendo al punto importante.

Pude escuchar que dio los pasos para colocarse enfrente de la puerta del baño, así que como toda macho alfa tenía dos opciones:

1. Sigilosamente levantarme el pantalón y luego preparame para los vergazos

o

2. Ser un estúpido.

Te dejare un minuto para que puedas reflexionar sobre qué decisión tomar y claro deducir cual tome yo.

Muy bien, decidí tomar la opción dos.

Decidí quitar seguro a la puerta y aventarla de una patada para noquear al tipo, me levante los pantalones me los abroche y tome mi cincho para agredir a cualquier otro que me insten agarrar, pero cuando salgo del baño como el campeón que soy un tipo me hace zancadilla y caigo sobre mi cráneo el cual logra causarme un desmayo.

Despierto y aparezco en la sala de espera del ministerio de Gobernación, me asusto y veo que dos tipos más mamados que yo me cuidan, si era algo sorprendente, van hacerme un gigolo o me van a violar unos negros traídos de Honduras. Ok, no tengo que ser pendejo o mula pues, me llevaron con el ministro para que habláramos de un término.

—Alex, me da gusto que estés aquí— dice.

—Muy bien, no entiendo porque estoy aquí— digo.

—Tranquilo, te hemos estado vigilando por mucho tiempo— dice.

—Genial, estoy siendo controlado por el gobierno y ahora tendré que asustarme porque no puedo orinar en paz o peor aún masturbarme tranquilo sin saber si el que me vigila no es voyerista— digo.

—Gracioso muchacho, pero ese sentido del humor y esa actitud te traerá problemas— dice serio.

—¿Por qué me trajeron? —

—Nos sorprende tus habilidades muchacho, queremos que formes parte de nuestro gran equipo de trabajo, una nueva organización secreta, nuestro nuevo equipo de respuesta— dice.

—Robar dinero, hacker bases de datos, díganme para que me quiere— exijo.

—Vimos lo que hiciste a los secuestradores de tu amiga Gálata, ella estaba sin posibilidades de sobrevivir, pudo morir ahí mismo, pero tú tienes una habilidad que nos puede servir para acabar con una mafia— dice.

Yo solo me sorprendo, me halaga mucho, pero necesito saber más.

—Los corazones negros son una antigua organización que han existido por generaciones. Descubrimos que ahora tienen niños de 9 a 10 años secuestrando niñas para la venta a pedófilos o para servicios sexuales, pero tú no iras ahí— dice.

—¿Qué quiere que haga? — pregunto.



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En el texto hay: problemas, peleas, asesinos

Editado: 14.03.2018

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