Los corazones negros

Capítulo 8: Rastro

Como es obvio decide aceptar esta responsabilidad, pero como buen líder necesito a mi equipo de idiotas para que me ayuden, así que decidí que Marlon y Eduardo formaran parte de esto, así que me dirigí a mi casa para reunirnos y contarles la noticia y lo tomaron de la mejor forma:

—¡No puede ser! — gritan ambos como fanáticas locas de One direction.

—Tranquilo muchachos, solo será por ahora, no crean que soy su líder o su jefe, pero este trabajo es demasiado para una persona— digo.

Toda la noche la pasamos hablando a detalle de que consiste la misión y es muy sencillo, protegemos a Gálata para que su padre no revele información secreta de su trabajo y todos somos felices, el único problema que tengo es que no sé el tiempo que dure este trabajo puede tardar meses.

El ministro menciono que acabar con los corazones negros es muy difícil, son una de las mayores organizaciones criminales mundiales, eliminar a todos los miembros y secuaces pude ser una guerra que duré siglos, pero el único plan que nos tiene es algo complicado:

Primero tenemos que identificar a las seis subjefes de los corazones negros, según los datos son denominados "los caza corazones" un nombre estúpido que dio el sistema policial le quedaría mejor "la kappa" ya saben para que suena más genial.

Luego tenemos que lograr que los subjefes nos den información sobre los maestros de la maldad que dirigen la organización, se creen que son personas con cargos públicos o que usan empresas para el lavado de dinero lo cual nos dificulta nuestra investigación porque tenemos que relacionarnos con gente con mucho dinero y no creo que tenga suficiente presupuesto para pagarnos un salario de unos $8000.

En resumen, tenemos una gran tarea y el primer punto que debemos realizar es encontrar al primer sujeto kappa.

Al día siguiente, Gálata se siente muy feliz por nosotros, seremos ahora sus protectores, sus guardianes así que tenemos que disimular que somos contratados por el gobierno, lo primero que hacemos es perfilar a los 300 estudiantes de la facultad. No es complicado, solo investigamos en sus redes sociales y descargamos a los que son personas sin antecedentes, gracias al sistema interno de la policía podemos identificar con facilidad sus antecedentes policiacos y así poder descartar un par de cabezas.

Por suerte Gálata y yo decidimos hablar en la cafetería más tranquilos:

—Dime, ¿Qué se siente protegerme? — Dice con una sonrisa.

—Te recuerdo que debo permanecer desconocido con mi otra identidad— digo.

—Ahora me siento mejor de que puedas ayudarme— dice.

—No tengo ni idea de porque acepte este trabajo y tampoco se la razón de porque mis amigos me ayudan— digo.

—Me siento más tranquila contigo— dice.

Después de eso, decidí invitarla a unas manías y una gaseosa para terminar tranquilos el receso

Marlon y Eduardo decidieron planificar una estrategia, unos días convivo con Gálata y los demás patrulla y así nos rotamos sucesivamente, cubrimos un poco de terreno y prevenimos algo inesperado.

Finalizaron las clases y termina nuestras labores como trabajadores, pero el ministro decide reunirnos para hablar sobre una persona que posiblemente este interno en nuestra aula, alguien que pasa información a los grandes líderes de los corazones.

—Me da gusto que ya en su primer día estén muy organizados para proteger a nuestra pequeña Gala— dice el ministro.

—Nos dijo por teléfono que tenía información sobre la identidad de un informante — digo.

—Creemos que es un hombre, alguien carismático, bien parecido con un poco de vanidad y narcisismo—dice.

—Muy bien estaremos al pendiente de eso y trataremos de identificar alguna personal potencial— digo.

Lo que me faltaba, un maldito chismoso que quiera arruinar nuestros planes, suficiente tengo con ser reservado con mi vida y ahora tengo que cuidar mi boca para que nadie sepa que soy un corazón rojo.

Pasaron unos dos meses y no captamos ninguna anomalía en los alrededores de la facultad, supongo que están esperando pacientemente, analizando desde un carro o las cámaras de vigilancia nuestros movimientos, el informante y algún miembro de los corazones debe estar entre nosotros muy bien camuflados.

Son las 10:40 y mi clase empieza en veinte minutos, decido pasar al baño y en eso escucho una voz que me parece familiar, pero se acerca al baño de hombres así que decido que lo mejor es ocultarme en uno de los inodoros.

—Escucha la chica tiene personas que la cuidan y creemos que son una división especial del gobierno para desintegrarnos— dice.

Abro lentamente la puerta y ver por una diminuta línea de espacio y mis ojos se llevan la sorpresa de ver el tatuaje de la J y un corazón negro, así que lo mejor es que utiliza una de las cartas que me dio la desarrolladora científica, un rastreador por suerte camina a los urinales y deslizo la carta para que quede pegado a su suela para luego seguirlo.



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En el texto hay: problemas, peleas, asesinos

Editado: 14.03.2018

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