Los corazones negros

Capítulo 10: Baraja

—Gálata, necesito hablar contigo a solas— digo mientras me acompañan a un lugar muy distante.

—¿Quién es el tipo con el que hablas? — pregunto.

—Se llama Gael y es un buen muchacho— dice.

No puedo afirmar o negar que sea uno de los elegidos por los corazones en su misión de conquistar el corazón de Gal así que lo mejor es que deje pasar esto por alto.

—Ten cuidado— digo mientras me voy.

En el carro decido ir con Marlon para pedirle un pequeño favor.

—Gael es uno de los nombres en mi lista, quizás sea un corazón negro así que te pido que uses la base de datos de gobernación para poder ver su perfil y saber todo de él— digo.

—No crees que exageras y es un simple tipo que quiere estar con Gal— sugiere Marlon.

Acabo de escuchar una reunión de maleantes en donde Gael es un nombre de los elegidos negros para poder secuestrar a Gal en un mismo día, creo que esta demás decir que tengo que sospechar del sujeto ese.

—Investiga e informame. Si es un simple sujeto no me preocupo— digo.

Voy a desconfiar de cualquier sujeto que se acerque a Gal. Acepte el trabajo para poder protegerla y ella confía en mí y lo que menos quiero es fallarle en esa promesa, no quiero ser el culpable por su secuestro, violación o ser carne para lujuriosos millonarios.

Ese día en la noche decido investigar en Facebook sobre el tal Gael para crear un perfil de hostilidad, un documento que justifica que la persona que investigo es hostil, sospechosa y hostil.

Busco en los álbumes para buscar lugares que frecuenta, pasatiempos o quiénes son sus familiares, ya saben cómo son las personas de hoy en día publican todo lo que hacen o con quien están y Gael no es lo único, solo hago un pequeño informe y me voy tranquilo a mi cama pensando que mañana será un nuevo día.

Al día siguiente me despierto como si nada, pero aun con la duda de porque soñé con Gal. Estábamos en la clase mientras yo me acercaba a ella y le decía: —oye, tengo que decirte algo— después mi mente me llevo a otro lugar que no recuerdo siento que mi subconsciente pretende decirme algo.

Cuando llego a la universidad veo como Gael sigue conquistando su corazón, lo único que hago es saludarla de lejos de una forma muy seria como si estuviera molesta, aún sigo sin entender porque lo hago, ella solo es una persona a la que debo cuidar o debo cuidar de otra forma y no digo de pelear por ella como un caballero medieval sino pelear por su corazón también. Eso siempre ronda en mi mente.

—Hola Alex— dice Gal con una sonrisa de oreja a oreja.

—Hola, ya te aburriste de tu amigo— digo serio mientras saco mi cuaderno y anoto la fecha de hoy.

—Él es un buen tipo y no me pretende hacer daño— defiende.

—Claro— digo indiferente.

Gal se va su lugar un poco molesto con la actitud que tome y aún sigo preguntándome porque sigo actuando así, es solo mi amiga y no debo sentirme pues como me siento ahora qué difícil es expresar este sentimiento que tengo y jamás lo había experimentado.

Paso un día aburrido y ya saben lo típico de estar controlando a Gal, aunque me la paso ignorándome todo el tiempo que estuve con ella y lo peor es que estaba en su móvil la mayor parte del tiempo quizás estaba hablando con Gael, si el tipo es guapo y bien parecido, tendrá un carro del año, pero no tendrá algo valioso que es el corazón de Gal, es una mierda el puto escritor me hace hablar cosas empalagosas.

Pasaron unos días y sentí la ausencia de Gal, a veces conversábamos en línea por mucho tiempo, ahora solo le dedica tiempo a ese tipo y no sé porque, me gustaba pasar el tiempo con ella y siempre me sentía mejor porque yo la protegía ahora siento un vacío muy fuerte que no me permite seguir y si tiene novio tendré que proteger a dos personas y eso es mucha responsabilidad para mí.

La voy a llamar, me armo de valor y mejor hablo con ella.

—Hola— dice Gal.

—Hola— digo extrañándola.

—¿Qué necesitas? —Pregunta.

Vaya que actitud ni yo soy así.

—Quería saber cómo estabas— digo.

—Estoy bien, aunque ya me iré a dormir en un rato, estaba hablando con Gael— dice.

Mierda, porque lo menciono ahora mi mente comenzara a pensar en que platicaron y quizás me pelaron, es más tengo la sensación de que ella le conto sobre mi actitud inmadura.

—¿Qué hablaron? — Pregunto.

—Cosas—

La respuesta de toda mujer, que no pueden ser más honestas.

—¿Qué cosas? — Pregunto.

—Nada que te importe— dice riendo al final.

—Acaso te burlas de mí— digo.

Pasaron unos treinta minutos desde que la llamé y me lo pase de lo mejor me sentía feliz, me sentía de la mejor forma por escuchar la voz hasta que me llego una llamada de Marlon.

—Vaya al fin llamas, dime que el tipo es un delincuente para poder alejarlo de Gal— digo.

—Escuchame bien estúpido tu amigo se metía en terreno desconocido y si fuera tú mejor vendría a rescatarlo—



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En el texto hay: problemas, peleas, asesinos

Editado: 14.03.2018

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