Los corazones negros

Capítulo 14: El trébol negro

Sigo enfrentándome a Gael, siento como la abertura en mi ceja derecha se sale la sangre y se desliza lentamente en mi barbilla. Gálata sigue bajando lentamente para una muerte segura

—¿Qué tienes miedo que Gal sufra? — dice Gael.

Comienzo a lanzar de forma alocada conta el pero lo único que logro hacer es que me atrape me levante y me golpe contra la lona o las rejas. Solo estoy gastando mis energías en vano tengo que acabar rápido con él y por fin salvarla a ella.

 Solo estoy gastando mis energías en vano tengo que acabar rápido con él y por fin salvarla a ella

 

 Solo estoy gastando mis energías en vano tengo que acabar rápido con él y por fin salvarla a ella

No tengo mucho tiempo y no sé dónde están los demás. Tomo a Gael de las manos y trato de empujarlo para desequilibrarlo y golpearlo en el suelo y así ya podre dejarlo un poco aturdido en lo que logro salvar a Gal.

—Tienes mucha fuerza— digo entre dientes.

—Vamos, soy más alto que tú y no me das miedo— presume Gael.

Uso mi última opción lanzo una patada en sus partes bajas para por lo menos dejarlo sin oxígeno, trato de salir del cuadrilátero, pero Gael logra tomarme el tobillo y arrastrarme para poder golpearme en la cara, decido cubrir con mis manos mi cara y así amortiguar los golpes, ya no tengo muchas ideas para derrotarlo me tiene en una posición difícil y Gal esta en problemas ella cuenta conmigo.

Escucho la voz de una mujer.

—Necesitas ayuda Alex—

Gael levanta la mirada lo cual me permite golpearlo en la mandíbula y liberarme de él, lanzo un par de golpes al abdomen y para finalizar un como de dos rodillazos en la cara.

Cuando intento salir escucho una corriente eléctrica cuando toco la perilla de la arena, si la toco el sudor se encargara de matarme de un solo.

—No te escaparas tan fácil de aquí, Alex— dice Gael.

Tiene alguien ayudándolo desde afuera y estoy casi sin energía todo se me pone borroso, pero aun puedo dar mi último aliento por ella, la mujer que tanto amo, la mujer que me enamore, rayos estoy enamorado de la chica que protejo día con día. No pude evitarlo, ella es una gran chica.

—Una tercera ronda, Gael— digo jadeando.

Comienzo con movimientos lentos porque todo lo que he hecho me está dejando agotado y quizás pierda la oportunidad, volteo a ver el cronómetro y tengo que actuar rápido.

Comienzo con movimientos lentos porque todo lo que he hecho me está dejando agotado y quizás pierda la oportunidad, volteo a ver el cronómetro y tengo que actuar rápido

 

Trato de evadir los golpes que lanza a mi cara, algunos los logro bloquear con las muñecas y otros solo agachándome lo cual me puede jugar en mi contra porque gasto más energía trato de golpear la rodilla para doblársela y tirarlo al suelo, pero si...

Un golpe cerca de mi cara en el lado derecho me da la oportunidad de agarrarlo de la muñeca doblársela y lograr golpear la articulación para lastimarle un poco el brazo.

Un golpe cerca de mi cara en el lado derecho me da la oportunidad de agarrarlo de la muñeca doblársela y lograr golpear la articulación para lastimarle un poco el brazo

 

Ya no tengo tiempo y ya me siento muy cansado, me caigo a la lona y veo en cámara lenta como Gael se acerca a mí listo para golpearme en la cara, pero en eso veo como Marlon y Eduardo logran acorralarlo a la malla electrificada y por último como Gae...

Al abrir mis ojos veo que estoy en un hospital privado con todos a mi alrededor, todo me da vueltas en la cabeza así que no hago el intento de levantar la cabeza o cualquier parte de mi cuerpo. Hanna se levanta para verme:

—Estas bien, solo agotado— dice.

—¿Qué paso con Gal? —

—Esta igual que tú, se va a recuperar y no te preocupes por ella, va a estar bien— dice.

Cuando trato de levantar mi mano observo que en mi pulsera hay una carta de póker.

—¿Qué tengo en la muñeca? —

—Una carta parece ser un as de tréboles negros—

—¿Qué significara? —

Cierro mis ojos porque no he descansado lo suficiente durante mi estadía en el hospital lo único que tenía eran sueños con Gal, ser felices y ver cómo nos besamos el uno al otro, vaya sin duda debo arriesgar todo por ella, pero no creo que acepte estar con la persona que la cuida puede ser para ella una vida de miedo, los corazones negros nos buscarían como locos y nos tratarán de separar.



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En el texto hay: problemas, peleas, asesinos

Editado: 14.03.2018

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