Los Cuatro Príncipes

Ataque al Corazón

En la cafetería del Centro Entertainment, Britanny trataba de ayudar a Sherly.

—Lo que puedes hacer en este momento es… hacer que Kenneth y Emilio terminen con su rivalidad. Ellos podrían formar un equipo muy poderoso si unen a sus compañeros y le vendría bien a Kenneth ver que una chica lo apoya en el futbol.

—¡Eso era en lo que estaba pensando!

—¿Lo ves? No soy la única.

Melany miró alrededor y notó que Joshua y sus amigos estaban presentes. Se sonrojó al instante.

—Bien, eso harás. Tendrás que reportarme para ver si hay progreso —pidió la Doctora Corazón.

—Eso haré. ¡Gracias!

—Continuemos contigo, Melany.

La chica reaccionó y no sabía qué decir. No le parecía adecuado hablar del chico que le gusta si estaba presente en el lugar.

—Recordé que tengo cosas que hacer hoy —se levantó—. Muchas gracias por la malteada, pero debo irme.

—¿Melany? —Sherly no entendía nada.

—Conozco ese comportamiento… ¿se trata de alguien que está presente? —Britanny comenzó a mirar a todos los que estaban en la cafetería.

—¡No! ¡No es por eso! De verdad tengo que irme… —la chica comenzó a caminar.

Melany se dirigió hacia la salida, pero por la prisa, chocó con alguien…

—¡Oye! Ten cuidado —dijo él.

Ella no era capaz de pronunciar una palabra.

—¿Estás bien?

—Ya me voy… —fue lo único ‘inteligente’ que pudo pronunciar.

Jamie, que se había levantado por salsa cátsup, se quedó confundido al ver la reacción de ella. Parecía estar nerviosa.

—Jamie, no tardes, quiero cátsup —se escuchó la voz de Dany.

Britanny y Sherly se miraron entre sí con una sonrisa maliciosa, ya se habían dado cuenta de todo.

«¡Me habló! Aunque hayamos chocado, me habló…» Momentos más tarde, Melany iba en el transporte público pensando en lo que le había sucedido. Estaba muy contenta por ese acercamiento.

El sábado terminó. El domingo, fue un día familiar para muchos.

—Elizabeth no ha ido a la escuela en toda la semana —decía John, al almorzar con su mamá y su hermana.

—¿Es cierto eso? —preguntó Melissa.

—Lo que pasa es que estoy en un proyecto muy importante, mamá —se excusó—. Hay un lugar llamado ‘El Liceo’ que abrirá muy pronto y yo estoy ayudando.

—Entiendo…

—No te creo nada —dijo John.

—Pues mamá sí me cree y con eso es suficiente.

—Ni siquiera te han mencionado en las listas de asistencia.

—Es porque saben que estoy en el proyecto.

Melissa se levantó para llevar los platos a la cocina, sin hacer tanto caso a lo que decía John. Al momento de quedarse solos, Elizabeth tomó el vaso de agua y se lo arrojó a su hermano…

—¡Cállate, inútil! No te metas en lo que no te importa.

—¿Qué te pasa, Elizabeth?

La chica se retiró de la mesa. Él no hizo más que tratar de secarse con una servilleta de tela. Se oyó el timbre.

—John… tu novia vino a buscarte. ¡Ya lárgate! —anunció Elizabeth, después de ir a abrir la puerta— No entiendo por qué no tenemos sirvientas si papá es actor…

John y Britanny iban caminando por el parque.

—Me alegra que aceptaras salir a caminar, has estado muy desanimado en estos días —decía la chica.

—Las cosas en mi casa empeoran cada día.

—¡Ánimo, John! No todo debe ser malo… por cierto, ¿tu equipo de futbol participará en el torneo?

—Emilio no nos ha dicho nada. Francamente no creo que participemos, no completamos el equipo.

La chica guardó silencio, sabía que Sherly se encargaría de eso.

—Britanny, dime algo… ¿sabes de algún proyecto que esté relacionado con el Liceo y la escuela?

—¿Un proyecto? No hay ninguno…

—Mi hermana está actuando muy extraño, no va a clases y dice que es porque participa en un proyecto.

—Elizabeth… —la chica se quedó pensando, recordó haberla visto en el Recording Studio— Ella ha estado yendo al Recording Studio.

—Creo que algo me dijo sobre eso… —John detuvo su caminata.

—Solo la vi una vez, pero… anda en el edificio sin restricciones. Tal vez esté involucrada en eso de…

—¡No, Britanny! ¡No empieces con eso!

—Si dices que Elizabeth está actuando raro, creo que es probable que se trate de magia.

—¡No! ¡Eso no existe!

—He escuchado muchas veces a mi papá hablar sobre eso, parece que tiene a un ayudante… a alguien que vive en el edificio…

—Britanny, ¡por favor! —John la sostuvo de los hombros, mirándola fijamente— Esa historia ya me la has contado muchas veces, no intentes relacionar todo lo que pasa con ella. Si acepté esta salida fue porque pensé que habías cambiado respecto a esas ideas.




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