Estaba anocheciendo y los arreglos para la fiesta en casa de Dany estaban listos.
—¿Seguro que tus padres no llegarán? —preguntó Joshua.
—Completamente.
—Muy bien, no olviden lo que planeamos —advirtió Francis—. Esta noche descubriremos a la ‘persona oculta’. Parece que volvió a hacer un hechizo.
Jamie no dijo nada, solo asintió al igual que sus amigos.
Los invitados iban llegando poco a poco. La música empezó a sonar. Kenneth llegó acompañado de su novia Sarah, casi al mismo tiempo que Emilio llegó con Violeta. Mark y Benny ya estaban ahí y sus parejas eran Betsy y Karie, respectivamente; Selene se había marchado antes del atardecer. Uriel llegó acompañado de Sandra, tal como esperaban los anfitriones de la fiesta. Elías había invitado a Estela, su amiga. Giovanni, Israel, Ted y John eran los únicos del equipo que iban sin pareja…
—¿Por qué no invitaron a alguien? —preguntó Dany al recibirlos— Keren y Gaby llegaron solas.
—Esas chicas se portan como hombres, no me gusta ninguna de las dos —contestó Giovanni.
—¡No seas tan cruel! —añadió Ted— Son bonitas, pero no es lo que busco.
—¿Cruel? John es el único cruel aquí —dijo Giovanni—. No invitó a Britanny, ¿puedes creerlo?
—Cállense, no saben nada —fue su única respuesta.
—Al menos vino a la fiesta, tuve que rogarle para que estuviera aquí —dijo Israel.
—¿Y qué hay de Sherly? También llegó sola —agregó Dany.
Todos miraron a la chica…
—Deberíamos ser amables, si no fuera por ella, no estaríamos inscritos en el Torneo Juvenil —dijo Ted.
—Bien, ¿Quién se anima a acompañarla? —preguntó Israel.
—Yo voy.
Giovanni se acercó a la chica.
—Hola, Sherly. ¿Por qué no invitaste a alguien a esta fiesta?
—Hola —saludó—. No era necesario venir con alguien —dijo, sin prestarle mucha atención.
—Puedo ser tu acompañante si quieres…
—¡Hola, Sherly! ¿Cómo estás? —Sarah se acercó a hablarle, ignorando a Giovanni.
—Hola…
—¿Podemos hablar contigo? —preguntó Violeta.
Las chicas alejaron a Sherly del joven.
En la entrada, Sharon llegó con Melany, Lucero y Nelly…
—¿Pueden creerlo? Quedan de ir por nosotras y nunca llegan —dijo la líder.
—Tal vez… lo olvidaron —comentó Melany.
—Si ya quedaron con nosotras, ¡tienen que cumplir! —Nelly se adelantó y fue a buscar a Francis.
Sharon fue en busca de Joshua. Melany y Lucero no estaban tan molestas como ellas.
—¡Joshua!
—Ahh… Sharon, hola… —el chico la recibió con un beso y un abrazo.
—Quedaste de pasar por mí a las 7… ¿querías estar sin mí en la fiesta?
El joven miró su reloj, eran las 8:45… con el tema de la ‘persona oculta’ y todos los planes que habían hecho, se olvidó por completo de Sharon.
—¡Perdóname! Esa no era mi intención… Dany… —tuvo que inventarse algo— …Dany quiso que viniéramos aquí desde temprano… quería ayuda para decorar y todo eso.
Sharon trató de ser comprensiva y conociendo al rubio, era posible que, aunque tuviera a sus sirvientas, quisiera estar decorando con ayuda de sus amigos.
—Está bien, Joshua… pero no lo vuelvas a hacer. Ya no iba a venir.
—¡Perdón! Estaré contigo toda la fiesta, aunque Dany quiera que lo ayude le diré que no. Solo estoy contigo.
La chica rio. Los dos se abrazaron.
—¿Les puedo ayudar en algo?
—Sherly, sabemos que, gracias a ti, los chicos pudieron unirse para el Torneo Juvenil —dijo Sarah—. De verdad fue muy lindo de tu parte. Yo hacía todo lo posible, pero Kenneth es muy difícil de convencer.
—Gracias… —la chica dudaba de esas palabras— Pensé que no querías que jugara futbol.
—Bueno, es que el torneo ya es otra cosa.
—Así es. Sarah solo está de acuerdo con el torneo —agregó Violeta.
—Solo queríamos agradecerte y advertirte una cosa.
Sherly puso atención…
—Kenneth está molesto, muy molesto. No le gustó que firmaras por él… tiene muchas ganas de reclamarte.
—En la mañana lo vi y no me dijo nada.
—Es porque yo hablé con él. No quiero que te reclame. Tanto que hiciste por el equipo, que no te mereces que te trate mal —dijo Sarah—, pero… no me va a hacer caso todo el tiempo, en cualquier momento podría estallar, ¿entiendes?
—¿En serio? —la chica no quería que sucediera eso.
—La única forma de contentarlo es… no sé… traer a su hermanito a la fiesta, por ejemplo.
—Kenneth tiene un hermano de 8 años, se llama Kevin —informó Violeta.
—¿Y eso lo pondrá feliz?