Los Cuatro Príncipes

Entrenamiento

El día siguiente fue un lunes muy pesado, no solo por ser inicio de semana, ni por las clases, más bien era por lo que había pasado en esa fiesta.

—Afortunadamente, mis papás no se dieron cuenta de nada —decía Dany, muy contento—. Todo regresó a la normalidad y los guardias prometieron guardar silencio sobre lo ocurrido. Les dije que yo mismo lo resolvería.

Sin embargo, sus compañeros estaban muy serios. Sobre todo, Joshua.

—Deberíamos investigar sobre ese niño que los atacó. ¿Alguien, además de mí, cree que fue Kevin? Era el único niño que estaba en la fiesta y la descripción encaja perfectamente.

—Los guardias dijeron que estaba vestido de negro, Kevin llevaba ropa de colores vivos —comentó Francis, sin mirarlo, estaba escribiendo en su cuaderno.

—Pero era el único niño presente. Pudo haberse transformado… es claro que esas energías que lanzó son poderes mágicos.

—Dany, no seas idiota —Francis por fin lo miró—. Nosotros tenemos magia y no nos transformamos.

—Pero…

—Creo que deberíamos apoyar a Joshua en estos momentos, es lo más importante —interrumpió.

Jamie solo miraba a sus compañeros. Dany ya no insistió en sus teorías y olvidó el tema.

En otro lado…

—¿Por qué no te inscribiste al Liceo? —preguntó Violeta— Ayer nos asignaron equipos y a Kenneth le tocó con Sherly.

—Eso del Liceo es una pérdida de tiempo, dudo mucho que el entrenamiento sea militar —respondió Sarah—. En cuanto a lo que me comentas, yo no me preocupo, Kenneth odia a esa tipa.

—Sí… es verdad. También está con Emilio…

—Ah, de eso tú deberías preocuparte. Son ‘mejores amigos’, no vaya a ser que te engañe con ella.

Violeta comenzó a reír.

—¿Qué? ¿No me crees? Yo sí me preocuparía en tu lugar.

—La diferencia es que yo no siento nada por él. Solo somos novios por parte de un plan que teníamos.

—Entonces, deberías dejarlo. Kenneth está inscrito en el Torneo Juvenil y ya no tiene caso.

—Quiero estar con él durante un tiempo, así me ahorro lo de las salidas.

—Ya te está gustando…

—¡Claro que no!

—¡Pruébalo!

—De acuerdo… —dijo Violeta— Para que veas que no me gusta, voy a buscar a otro chico. Verás que yo sí puedo tener dos novios al mismo tiempo.

—Ya quiero ver eso.

En un descanso, Sharon y sus amigas fueron a ver a la Doctora Corazón.

—¿En qué puedo ayudarlas, chicas?

—Tenemos que hablar de algo muy serio… —dijo Nelly al cerrar la puerta de la oficina.

Britanny estaba sorprendida, las veía serias y no parecían querer hablar de sus chicos.

—Este fin de semana nos pasaron cosas muy raras… —comenzó Sharon— …Elizabeth dijo que nosotras teníamos poderes mágicos.

—¿Qué? —no lo podía creer, era extraño que alguien más le hablara sobre eso.

—Eso no es todo… —continuó— Cuando nos salimos de la fiesta, Sherly y yo fuimos atacadas por un niño disfrazado. Él tenía magia.

—Después de eso, nosotras salimos a buscar a Sharon y también nos atacó la misma persona —comentó Melany.

—Ese niño decía que teníamos poderes mágicos.

Hubo un breve silencio. Nelly, Sherly y Lucero no decían nada.

—¿Poderes mágicos? —Britanny no lo podía creer— Ustedes… ¿tienen poderes?

—No. Nunca nos hemos sentido especiales o algo así —contestó Nelly.

—Acudimos a ti, porque no sabemos cómo encontrar a Elizabeth. Siempre que vamos a su casa está ausente. Ella nos señaló y dijo que nosotras teníamos los poderes. Nos dijo que estaba armando un ejército…

Sherly puso atención en esa parte.

—Ya veo… ¡Sabía que algo raro estaba pasando con esa chica! Ella está trabajando en el Recording Studio y desde ese tiempo, mi papá no me deja entrar al edificio. Dice que es un proyecto muy importante de la escuela vinculado con el Liceo.

—Debemos investigar sobre ese lugar… —dijo Melany.

—Nosotras estamos apuntadas, ¿verdad, Sherly?

La chica asintió.

—Elizabeth fue nombrada Líder de Grupo… —agregó Britanny.

—Espera… si hubiera algo raro en el Liceo, tu papá no te hubiera dejado inscribir, así como dices que ya no te deja entrar al Recording Studio —observó Sherly.

—Cierto…Debemos tener cuidado y no hablar de eso cuando vayamos.

Terminaron las clases por ese día. Joshua y sus amigos se quedaron en el Salón de Música para ensayar. Después del ensayo, vendrían las prácticas de futbol. Ahora tenían los días más ocupados. Mientras que en el Liceo…

—Vamos a coordinarnos con Joshua y su banda —decía Uriel—. Mientras ellos estén practicando, nosotros venimos al Liceo. Cuando terminen, nos vamos a la escuela a entrenar.




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