Los Cuatro Príncipes

Confesión

Sherly y Britanny se alejaron en cuanto pudieron, estaban muy asustadas e impactadas, sus compañeros de clase tenían poderes mágicos. Nunca se lo hubieran imaginado. Estaban dispuestas a ir y decirles a todos los demás que se encontraban en el patio celebrando. De repente, una figura se les apareció en el camino. Notaron que era Arthur…

—Ah… ¡es Arthur! —exclamó Britanny—. No nos des estos sustos, no tienes idea de lo que acaba de pasar…

—¡Debes tener cuidado con Elizabeth! —advirtió Sherly, sabiendo que se juntaba mucho con ella en el Liceo— Quiere involucrar al Liceo en…

—Lo sé… —interrumpió el joven.

Las dos se quedaron calladas, era impresionante la forma en la que él se mostraba tan calmado.

—A partir de ahora, los recuerdos de lo que acaban de presenciar se borrarán de su mente… —dijo, al momento de levantar su mano para ejecutar el hechizo— …se olvidarán de esto, de los poderes de Joshua y sus amigos, servirán al Liceo sin cuestionar nada…

Las chicas estaban entrecerrando los ojos, el hechizo hacía efecto en ellas.

—Serán fieles al Liceo…

Por otro lado. Joshua pidió hablar con Sharon a solas… estaban sentados en una de las bancas que estaban por las canchas de futbol.

—Quería hablar contigo aparte, espero que no te moleste… —dijo él.

—No hay problema…

Sharon no sabía que más decir…

—Quiero que sepas que… si yo tenía que ocultarte algo, era esto. Tengo el poder del Fuego, me fue cedido con el fin de proteger al Mundo Real.

La chica lo miró atentamente.

—La razón por la cual no quería que Sandra se enamorara de Uriel fue por esto… por la magia.

—¿Qué? ¿Ellos tienen poderes también? —preguntó, sorprendida.

—Sandra es una chica normal, pero Uriel… él es un Hechicero del Mundo de la Oscuridad.

—¡No puede ser! —la chica recordó al mencionado.

—No quería que Sandra estuviera con él porque podría correr peligro. Desde esos momentos yo quería decirte la verdad, pero… recordé lo que le pasó a Britanny.

—Claro… nadie le creyó y pensaron que estaba loca.

—Sharon… siempre te he amado. No importa que estuviéramos alejados durante este tiempo, yo siempre estaba pensando en ti.

La mujer se puso ambas manos en la boca. Sus ojos comenzaron a humedecerse al escuchar estas palabras.

—Joshua… —alcanzó a murmurar.

—¡Por favor! Perdóname… no tuve el valor de buscarte y demostrarte mis poderes mágicos.

Sharon comenzó a llorar. Se sentía mal por haberlo tratado así, ahora entendía todo. Joshua se acercó y la abrazó.

—Quiero que volvamos a estar juntos de nuevo.

Ella le correspondió el abrazo. Realmente deseaba que esto pasara, extrañaba tanto a Joshua que ya no quería seguir apartada de él.

Mientras tanto…

—Bien, Joshua quería aclarar las cosas con Sharon, así que solo nosotros hablaremos con ustedes —dijo Francis—. ¿Qué quieres decir con que las estaban confundiendo, Melany?

—La noche de la fiesta en casa de Dany, ese niño desconocido nos atacó, a Nelly y a mí. Decía que nosotras teníamos poderes mágicos.

—También atacó a Sharon y a Sherly, por la misma razón —completó Nelly.

—Ya veo… la ‘persona oculta’ pensó que eran chicas las que tenían los poderes, ¡típico cliché!

—Pero ahora sabe que somos nosotros —comentó Jamie—. ¿Qué seguirá después? Tal vez por eso no nos atacaba, porque no estaba seguro de quienes éramos.

—Uriel sí sabe… —dijo Dany— …nos atacó primero. Aunque, ese niño nunca nos ha enfrentado… eso quiere decir que no trabajan juntos.

—Lo que nos lleva a descubrir que la ‘persona oculta’ es ese niño.

Melany, Lucero y Nelly estaban sorprendidas, no se les quitaba de la mente el haber descubierto que ellos tenían magia.

—¿Dónde está Sherly? —preguntó Dany.

—Se fue con Britanny, parece que estaba muy asustada —respondió Lucero.

—Debemos hablar con ellas —dijo Francis—. No pueden decirle a los demás sobre esto. También va para ustedes, deben guardar el secreto.

—Sí… lo haremos —respondió Melany.

—Claro que voy a guardar el secreto, no quiero que me digan ‘loca’ como le dijeron a Britanny —comentó Nelly.

Lucero asintió.

—Bien, vamos a buscar a Sherly y a Britanny —Francis se adelantó.

Le siguieron Nelly, Dany y Lucero.

Melany se quedó, lo que hizo que Jamie no siguiera al resto…

—¿Qué pasa?

—Ah… es que… —la chica aún tenía el regalo en sus manos, con todo lo que había pasado, no se percataba de que lo tenía a la vista de todos hasta ese instante.

—Es mejor que vayamos al patio, está haciendo frío —Jamie comenzó a caminar.




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