El Liceo

Al día siguiente, los juegos en la nieve estaban presentes en la ciudad. Era sábado, así que los jóvenes no tenían que ir a la escuela, incluso Mayra les había dado el día libre a Joshua y su grupo. Era la oportunidad para empezar con sus investigaciones sobre el Liceo…

—Ayer tratamos de hablar con Sherly y Britanny después del ataque, pero estaban actuando muy raro… —platicaba Francis— …Sherly dijo que no podíamos engañarla, parecía que se le había olvidado todo. No nos creyó cuando le hablamos de nuestros poderes, dijo que le dolía la cabeza y se fue.

—¡Qué raro!

—Britanny tampoco recordaba nada, ella nos dijo que no debíamos estar hablando de esas cosas en público, porque así recordarían cuando la juzgaron de loca.

—Esto refuerza más la teoría que tenemos sobre el Liceo… —concluyó Joshua, después de escuchar— …ellas son parte de los equipos seleccionados.

—¡Oigan! ¡Vamos a competir con los trineos! —gritó Dany a lo lejos.

—Vamos a ganarles a esos idiotas que nos están retando —dijo Jamie, acompañándolo.

Francis hizo una cara de desaprobación, estaba tan preocupado que no le interesaban los juegos en la nieve; Joshua fue más flexible y corrió hacia donde estaban ellos.

—¿Quién los retó? —preguntó al llegar.

A lado de sus amigos estaban Ted e Israel…

—¡Nos llamaron ‘idiotas’! Tenemos que ganar —dijo Ted a lo que Israel asintió.

—Entonces… Sherly ya no recuerda nada —comentó Sharon.

Nelly, Melany y Lucero miraron hacia donde estaba la mencionada.

—Está enamorada después de todo… ¡qué esperabas! —respondió Nelly.

—No creo que siga enamorada de Kenneth, desde esa noche, ella ya no le habla —dijo Sharon, recordando lo de la fiesta.

—Pero hacen equipo en el Liceo y son los mejores. ¿De verdad crees que se le haya pasado el enamoramiento?

—Hablando de eso, Nelly —intervino Melany—. Ayer estabas con Francis… ¿acaso tú también…?

—¡Yo nada! Solo estuve con él porque ustedes me dejaron sola.

—Pero pudiste ir con tu hermano…

—¡No insistas! Melany, el hecho de que a ti te guste Jamie, no significa que a mí me guste Francis. No hagas emparejamientos que no tienen sentido.

Nelly cruzó los brazos.

—Creo que deberíamos conservar la amistad que tenemos con Sherly… aunque no recuerde nada —dijo Sharon, tratando de seguir el tema de conversación original.

—Sí, podemos sacar información del Liceo con ella y ayudar a los chicos —añadió Lucero.

Sherly miró hacia donde estaban las chicas, no alcanzaba a escuchar lo que decían por la distancia, pero sentía que estaban hablando de ella. Esto la distrajo un momento que no se percató del trineo que pasaba por ahí…

—¡Cuidado! —gritó Dany, acompañado de Jamie, que iba asustado al ver a alguien en su camino.

La chica volteó y miró a los jóvenes acercarse. Tardó en reaccionar cuando alguien la tomó del brazo y la quitó de ese camino. Así Dany y Jamie pasaron sin problemas, ganando la carrera contra Ted e Israel.

—Debes tener cuidado, Sherly.

Ella miró a su salvador y no pudo evitar sentirse avergonzada al ver que era Kenneth, quien no le dio más importancia al asunto y la soltó cuando vio que ya no estaba en peligro.

—Ah… sí estaba viendo por donde iba —fue su respuesta, con la mirada hacia el suelo.

—Oye, Emilio, ¿vas a competir? —le habló a su rival.

—Sí, ¡ya voy! Te voy a ganar… —respondió, tratando de no reírse.

Kenneth siguió su camino. Antes de que Emilio lo siguiera, éste se le quedó viendo a Sherly. Luego, soltó una risa…

—¿Qué? —preguntó ella, un poco molesta.

—¡Ya lo sé, amiga!

—¿De qué demonios hablas?

—Nunca creí que te fuera a gustar ese imbécil.

—¡Cállate! ¡No lo digas en voz alta! —regañó al instante, cuidando que Kenneth no hubiese escuchado algo.

—Eso es un ‘sí’.

La chica estaba muy apenada.

—¡Qué no se te ocurra estar diciendo tonterías! ¡Ya estás advertido!

Emilio se alejó, muy contento por haber descubierto el secreto de su mejor amiga.

En casa de Elizabeth, Arturo regresó, había terminado de grabar las escenas necesarias para emitir los capítulos que seguían de la serie en la que estaba participando.

—Aprovechando que mamá fue de compras y que John salió con sus amigos, creo que debería hablarte sobre todo lo que ha sucedido —dijo ella.

—Solo sé que involucraron a Alan Faisher… Clara ha estado tratando de contactarlo y no ha tenido éxito.

—Necesitábamos de una figura famosa para que muchos jóvenes se inscribieran. Arthur no quería usar la magia, dijo que así sería descubierto fácilmente. A todo esto, ¿de verdad él es mi abuelo?

—Sí. Tiene una especie de hechizo de juventud eterna…