Los Cuatro Príncipes

Sin Confianza

En la parte trasera de la escuela, los Jóvenes de Poderes Misteriosos tenían una reunión…

—¿Es cierto lo que dices, Rainbow? —preguntó Mark— ¿Pudieron practicar con sus poderes y la ‘persona oculta’ no los atacó?

—Sí… todo estaba tranquilo. Parece que ahora no hace falta que estén en peligro para utilizarlos.

—No es eso… —intervino Betsy— …es inquietante que hayan usado su magia sin ser rastreados. Me parece que esa ‘persona oculta’ está haciendo otra cosa.

—Es verdad. Tiene la oportunidad de enfrentarse a nuestros aprendices y no lo hace —comentó Benny.

—Lo más inquietante aquí es que ellos ya no confían en nosotros —dijo Karie—. Ahora están actuando por su cuenta.

—Eso no me sorprende, siempre nos han ignorado —dijo Betsy.

—Toda la información importante se la dijeron a Rainbow, a nosotros no nos han mencionado nada sobre Alan y los demás —comentó Mark.

—Tenemos que entrar a ese Liceo y ver lo que está pasando —propuso Karie.

—Es demasiado tarde, ya no hay inscripciones —respondió Benny.

—Debemos infiltrarnos.

—Pero, ¿Cómo? No tenemos nuestros poderes.

Sarah regresó a su salón y se sentó a lado de Violeta.

—¿Qué te pasa? —preguntó al notar su cara de molestia.

—Kenneth terminó conmigo.

La chica rubia quiso reír, pero tuvo que evitarlo para no hacerla enojar más…

—¿Qué te parece gracioso?

—No le veo el problema. Pensé que tú lo terminarías, pero él te ganó.

—¡Por favor!

—¿Y por qué lo hizo? ¿Qué te dijo?

—Descubrió que estoy saliendo con alguien, ¿recuerdas al chico de 3ro con el que bailé en la fiesta de Navidad?

—Oh, ya. ¡Qué descuidada eres!

—No. ¡No es que yo haya sido descuidada! Kenneth ya lo sabía y no me había dicho nada. Estoy segura de que me dejó por esa entrometida.

—¿Sherly? Pero… la odiaba, ¿no? No creo que una plática que vimos en la mañana lo cambie todo.

—Yo en tu lugar cuidaría que no me pasara lo mismo.

—Soy cautelosa. Emilio no se ha dado cuenta y eso que Giovanni es de su salón.

Sarah no dijo nada más. Violeta se quedó pensando.

—Creo que ya debería terminarlo… no quiero que me pase como a ti.

En el salón, las clases comenzaron. Mark y los demás llegaron a tiempo. El profesor les había dejado unos ejercicios en el pizarrón, así que cada uno permanecía en su lugar tratando de resolverlos. John estaba pensando en la conversación que había tenido con Britanny…

—Britanny… ¿puedo hablar contigo? Sé que es estúpido que diga esto… pero… me gustaría investigar contigo sobre el Recording Studio y el Liceo.

—¿En serio? —la chica lo miró— Después de lo mal que me trataste, ¿quieres investigar conmigo?

—Lo sé y ¡lo siento! Créeme que ni siquiera yo pensé en la posibilidad de que algo raro pasara en esos lugares, pero ahora veo el comportamiento de mi hermana… incluso mis padres… siento que algo no cuadra.

—No hay nada que investigar.

Estas palabras sonaban tan seguras en Britanny que John quedó sorprendido. Tanto que ella insistía en el pasado sobre eso, aunque él se molestara, siempre se lo comentaba y le juraba que algún día conseguiría pruebas para convencerlo. Ahora la notaba completamente diferente.

—¿Por qué dices eso?

—Es la verdad. Tenías razón al principio, no existe la magia ni cosas raras en esta ciudad. No vuelvas a mencionar nada de eso o todos recordarán cuando decían que yo estaba loca.

—Imposible… —murmuró él, volviendo a los ejercicios que estaba resolviendo.

Britanny estaba inscrita en el Liceo, esa era otra razón para sospechar sobre el lugar, ya que cada vez más se llenaba de dudas por todo lo que pasaba a su alrededor.

Dany se acercó al lugar de Mark…

—Hola, Mark, ¿Cómo vas con los ejercicios?

—Olvídalo, Daniel. Ya sabemos que ustedes están actuando por su cuenta —fue la respuesta que obtuvo.

El joven quedó sorprendido.

—¿De qué hablas?

—No te hagas el idiota conmigo. Rainbow nos contó todo.

—Oh…

—¿Qué pasa? —Joshua se acercó.

—Dice que Rainbow les contó todo.

—Mark, no te enojes. Queríamos hablar de eso al terminar las clases.

—Tienen ensayo, no creo que lo dejen solo por hablar de un tema que no les interesa. Han pasado muchos meses y las cosas empeoran. No toman su misión en serio —dijo en voz baja.

—Ya estamos investigando —se defendió Dany.

—Creo que la Princesa Kristal se equivocó al elegirlos.




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