Los Cuatro Príncipes

Actos de Amor

Sharon, Melany, Nelly y Lucero iban caminando hacia el Salón de Música. Esperaban encontrarse con los chicos, pero fue una gran desilusión cuando vieron que solo estaba Mayra, cruzada de brazos, molesta…

—¿Dónde estarán?

—Mayra… solo estás tú. ¿Sabes algo de ellos? ¿Te avisaron o algo así? —preguntaba Sharon.

La chica volteó, atendiendo al llamado.

—Como siempre, ustedes tampoco saben dónde están —dijo secamente.

—No quiero discutir en estos momentos, estamos muy preocupadas. Joshua y los demás llegaron en la mañana, pero luego se fueron y no los hemos visto.

—¿Qué? ¿También faltaron a clases?

—Pensamos que estarían aquí al final de la jornada —agregó Melany.

—Según esto, sus faltas son por el equipo de futbol. Vamos a las canchas —dijo Mayra, que comenzó a caminar.

Las demás la siguieron.

En la oficina de la Doctora Corazón, Sherly estaba siendo atendida.

—¡Muchas felicidades, Sherly! Por fin pudiste conquistar a Kenneth. Me alegro mucho por ti —decía Britanny.

—Gracias. Aún no lo puedo creer…

—Me parece que ya no necesitas de mi ayuda, ¿Qué te trae aquí?

—Necesito hablar contigo. ¿Recuerdas lo que pasó en la fiesta de Navidad?

—¿A qué te refieres?

—A Elizabeth… ella estaba acompañada de un niño disfrazado, ¿lo recuerdas? Nos atacó y dijo que no podíamos ser dignas del Liceo si usábamos nuestras habilidades en su contra.

Britanny guardó silencio, luego de unos segundos, respondió…

—No sé de qué hablas.

Ante esta respuesta, la joven se decepcionó.

En las canchas de futbol, Uriel no dijo nada, pero aceptó hablar con Sandra. Se acercó a ella. Antes de que se retiraran, vieron que llegaban todas las chicas…

—¿Alguno de ustedes sabe dónde están Joshua y sus amigos? —preguntó Mayra en voz alta.

—A esta hora deben estar en el Salón de Música —respondió Kenneth, sin recordar que ella era la manager.

—Faltaron al ensayo y supuse que estarían aquí.

Los jóvenes se miraron entre sí, preguntándose qué había pasado…

—¡Qué raro!

—No estaban en clases hoy.

—Pero sí llegaron en la mañana.

Eran los comentarios. Sandra y Uriel pusieron atención, ahora se veían preocupados. Sharon caminó hacia ellos…

—¿Sabes dónde están? —le preguntó a la Princesa.

Sandra negó moviendo la cabeza. Sin embargo, Uriel había hablado con ellos, sabía sobre su plan de ir al Liceo a liberar a Dany.

—Debemos hablar sobre esto aparte —sugirió.

Sharon entendió que podría ser algo relacionado con la magia, así que tuvo que actuar ante los demás…

—Mayra… nosotros iremos a investigar a sus casas, tal parece… hubo un problema de salud y… no tenemos la información clara hasta el momento.

Melany, Nelly y Lucero notaron que la chica estaba mintiendo, pero también se imaginaron rápidamente cual sería la verdadera razón.

—Así es —añadió Nelly—. Iremos a sus casas.

—Bien, las acompaño —dijo Mayra.

—No… creo que es mejor que no te vean —Melany trató de detenerla—. Si están pasando por un mal momento, no les vendrá bien un regaño de tu parte.

—De acuerdo. Díganles que no vuelvan a faltar o iré a buscarlos yo misma —advirtió y se fue, confiando en las chicas.

Sandra y Uriel ya no estarían a solas, se fueron acompañados de ellas, se veían muy preocupadas y esto era más importante ahora.

Fueron a un lugar apartado de la escuela.

—Joshua, Francis y Jamie fueron al Liceo esta mañana —Uriel comenzó a contar—. Fueron a buscar a Dany, él peleó ayer con alguien de poderes oscuros y perdió. Lo encerraron en ese lugar, los demás fueron a buscarlo, pero… viendo que a esta hora no aparece ninguno de ellos, temo decirles que también perdieron.

—¡No! ¡Joshua no puede perder! Él es muy fuerte con esos poderes de fuego —Sharon se negó a aceptarlo.

—¿Perdieron…? —Melany estaba triste al imaginarse a Jamie derrotado.

Nelly también se veía triste.

—¿Por eso los guardias de Dany están en la entrada de la escuela? —preguntó Lucero— Lo están buscando.

—Sí. Y si no saben nada en 24 horas, lo reportarán a las autoridades. Ahora queda muy poco tiempo —respondió Uriel.

—Esto es parte de La Profecía… —fueron las palabras de Sandra.

Las chicas pusieron atención.

—¡Debe haber una parte en la que diga que ganan! —exclamó Nelly.

—¿Qué dice La Profecía? —preguntó Sharon, esperanzada.

—«Los Príncipes irán cayendo uno por uno y serán salvados por el Mago. Cuando los Príncipes unan sus poderes, la derrota de la magia oscura estará cerca.»




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