Unknown se elevó más, para no ser atacado tan fácilmente.
—¿Por qué él puede volar y nosotros no? —preguntaba Joshua.
—Esta vez te toca atacarlo —dijo Jamie.
—¿Qué? Creí que tú querías pelear.
—Puedes levantar una barrera de fuego. Hazlo, como aquella vez, para que alcances a Unknown.
—De acuerdo… —obedeció— … ¿Por qué esto tiene que ser tan difícil?
Joshua comenzó a crear su barrera de fuego y la levantó. Tal como decía Jamie, pudo alcanzar a Unknown, quien inmediatamente sintió el calor.
—¡Aahhh! —tuvo que desaparecer y aparecer en el suelo, lejos de esa barrera— ¡Eso estuvo… cerca!
Estaba asustado que no se dio cuenta de que se encontraba cerca de Jamie y de espaldas a él. De repente sintió como su espalda se congelaba.
—Libera a Dany —pidió.
«Este frío es insoportable… será mejor que me deshaga de él para estar contra uno.» Pensó, al levantar una barrera oscura. Pudo liberarse del frío y levitar de nuevo. Lanzó un hechizo para atraparlo en una esfera oscura, como lo había hecho Arthur en sus peleas anteriores. Jamie pudo esquivar esa esfera, haciendo que el suelo le permitiera patinar para moverse rápidamente. Joshua quedó impresionado.
—Oye, ¿Cómo puedes hacer eso? ¿Por qué todos tienen hechizos impresionantes y yo…?
No terminó su pregunta cuando fue atrapado por la esfera.
—Al menos atrapé a uno… —dijo el niño, viendo un resultado inesperado.
—¡Sáquenme de aquí! —Joshua ejecutaba sus hechizos de Fuego, pero esa esfera oscura era muy fuerte, como las cuerdas.
—¡No puede ser! —Jamie quedó solo.
Dany no podía liberarse y ahora Joshua estaba encerrado. Detuvo su patinaje y el suelo volvió a la normalidad. Ahora era él contra Unknown.
Karie aprovechó que muchos curiosos comenzaron a caminar entre los pasillos, siguiendo a Kenneth y a Emilio. «Las chicas deben estar en algún lugar…» Pensaba.
—¡Esperen! ¡No deben entrar en estos momentos! —Elizabeth pudo descongelarse con ayuda de Elías y Estela, que rompieron el hielo con el mango de sus armas. Tomó su arma y comenzó a dispararles a los jóvenes.
La joven pelirroja se escondió rápidamente para no ser paralizada con las armas. Corrió hacia la puerta abierta del final de un pasillo y se encerró.
—¿Por qué Elizabeth está paralizando a todos? ¿Será que no quiere que veamos lo que pasa en realidad?
Puso atención al frente y vio las escaleras. Suponiendo que Joshua, Dany y Jamie estaban peleando en el sótano, caminó cautelosamente, muy intrigada…
Kenneth y Emilio también pudieron esconderse.
—Algo está pasando y no quiere que sepamos —dijo Emilio.
—Es verdad… recordé lo que pasó en esa misión. ¿Crees que se trate de Uriel?
—Sandra también podría estar aquí. Creo que debemos irnos…
—No. Quiero ver que está pasando.
—¿Por qué? Podemos correr peligro, ni siquiera traemos nuestras armas.
—Solo quiero ver, una vez que esté seguro, nos iremos —insistía Kenneth, pensando en su hermano. «Quiero estar seguro de que Kevin está a salvo.»
—Tal vez Sandra y Uriel se unieron para atacarnos —Emilio estaba asustado.
—Al menos has tratado bien a Uriel, tienes eso a tu favor —Kenneth comenzó a caminar al ver libre el pasillo.
En los pisos más altos del edificio, Alan se acercó al ventanal y vio hacia el patio trasero…
—¿Otra pelea? Sabía que no debía traer a Gloria.
—Alan, necesitamos ayuda —Estela llegó a la puerta de la habitación.
—¿Alguien ataca al Liceo?
—Elizabeth nos ordenó evitar que los equipos lleguen al patio trasero. Esto es importante.
—Ya veo.
—Deberías estar en la entrada, con Elizabeth. ¿Qué haces aquí arriba?
—Estaba buscando a Arthur.
—Eso tendrá que esperar, ¡ve por tu arma!
La chica se fue para continuar con la misión. El joven no hizo mucho caso y le llamó más la atención mirar por la ventana.
—¿Ves cómo ustedes tres no pudieron conmigo? —preguntaba Unknown, triunfante— Ya solo te derroto a ti y termino.
—Esos son trucos muy sucios. No derrotaste a Dany atándolo ni mucho menos a Joshua encerrándolo. ¡Eres un cobarde! ¡Baja ahora y pelea cara a cara!
El niño se molestó.
—¿Tienes miedo? ¿No sabes pelear?
—¡Oblígame a bajar! —retó.
Jamie se concentró para formar un nuevo hechizo. El aire comenzó a soplar y no era un aire como el de la lluvia, éste era helado. Desde el principio se sentía incómodo. Unknown se abrazó asimismo para resistir, no bajaría de ninguna forma. El joven sabía que, entre más altura, más frío se sentiría y no se detuvo. El niño comenzaba a temblar, hacía frío cada vez más. Comenzó a notarse una pequeña escarcha sobre su sombrero y sus hombros. No tuvo más remedio que bajar y quedarse de pie frente a su rival. Abajo ya no se sentía lo mismo, pudo recuperar su temperatura corporal.