Los Cuatro Príncipes

Encuentro de Sentimientos

Sharon, Nelly y Melany tenían las armas del Liceo y estaban dispuestas a atacar.

—Usaron un Hechizo de Control… —Joshua trató de entender lo que sucedía con ellas.

«Esto es diferente a un Hechizo de Control…» Se escuchó una voz desconocida, ya no era Arthur el que hablaba. Desde su última frase, su presencia había desaparecido por completo.

—¿Quién está hablando? —preguntaba Dany, mirando hacia arriba.

«Este hechizo utiliza los sentimientos negativos que tiene la persona en ese momento. Así que, si lastimaron a estas mujeres, lo van a pagar caro…»

—Ahh… ahora entiendo por qué no está Lucero —dijo el rubio, llevándose las manos a la cabeza en señal de relajación—. Yo soy el novio ejemplar, no tengo nada que me reclamen.

No hubo tiempo de decir más palabras, en ese instante, las chicas atacaron a sus respectivas parejas. Tenían habilidades que nunca habían mostrado, como si hubiesen sido instruidas por el Liceo en todo este tiempo.

—¡Espera, Sharon! ¡No deberías enojarte conmigo! —Joshua estaba tratando de esquivar los disparos.

Jamie tampoco quería hacerle daño a Melany, pero ella estaba muy dolida por todo el tiempo que no la invitaba a salir.

—En la fiesta de Navidad dijiste que me invitarías a salir y ya pasó mucho tiempo —reclamaba.

—¡Oye, Dany! ¡Ayúdanos! ¡No te quedes viendo! —gritó Jamie.

Francis era el único que no tenía consideración, aunque se tratara de Nelly. Claro que ni siquiera debía bajar la guarda, ella no decía ni una palabra, pero estaba a punto de darle con uno de sus disparos. Era la más hábil de las tres.

—Ustedes deben enfrentar sus problemas… —dijo Dany— …es su culpa que las chicas los ataquen así.

—¡Esto es en serio, Daniel! —Joshua también se quejó.

—¿Cómo te atreves a no avisarme de tu ausencia? ¡Yo estaba muy preocupada! —reclamaba Sharon.

Joshua pensó en la mejor manera de calmar a su novia. No se atrevería nunca a usar sus poderes en contra de ella. Con mucho trabajo, al esquivar los disparos, se acercó a la chica para arrebatarle el arma. Sharon era descuidada, o bien, no tenía tanto ‘rencor’ guardado, que fácilmente fue sometida. Él la abrazó.

—Sharon, perdóname por no avisarte. De verdad me arrepiento, fue mi culpa que te atraparan.

Estas palabras tan sinceras fueron suficientes para romper el hechizo de los sentimientos. La mujer volvió a la normalidad y, al ver a su novio, lo abrazó fuertemente.

Jamie se percató de esto. Lo único que tenía que hacer era… ser sincero con sus sentimientos hacia Melany.

—Melany… de verdad quisiera invitarte a salir, pero no quiero que te involucren en esto. Sé que es tarde que lo diga ahora, de cualquier manera, pasó, pero… quiero que sepas que de verdad me gustas.

La chica dejó de atacar.

—¿Yo te gusto…? —preguntó, llena de ilusión.

—¡Claro! Jamás mentiría sobre eso.

Al igual que Sharon, Melany también reaccionó positivamente. Jamie se acercó a ella, le quitó el arma y la abrazó. Dany solo veía estas escenas románticas…

—¡Así se hace! —celebraba.

Luego, miró hacia la pareja que aún seguía peleando.

Era sorprendente ver este enfrentamiento. Nelly actuaba como toda una recluta del Liceo. Al ver que sus disparos eran esquivados, tuvo que acercarse para golpear. Francis estaba entre la espada y la pared… ¿la atacaba como a todos los demás? ¿Dejaba que ella se saliera con la suya? Sus pensamientos lo hacían más lento y en una de esas, Nelly lo golpeó en el estómago con el mango del arma. Francis rápidamente se defendió alzando una barrera eléctrica que arrojó a la chica al suelo. Ese golpe había sido fuerte, una de sus manos se posaba sobre el estómago para tratar de pasar el dolor.

—Si vas a pelear en serio, yo también.

Él comenzó a disparar pequeños rayos de la palma de la mano que le quedaba libre, la mano derecha. Nelly se levantó y con el arma pudo contrarrestarlos. Tenía buena puntería para darle a cada ataque de rayo que le lanzaba.

Joshua y Jamie estaban perplejos.

—¡Deja de pelar con ella! ¡Es peor! —advirtió Joshua.

—Realmente no creo que él se doble ante esta situación.

Dany estaba emocionado, le parecía interesante ver esta pelea, como si nada más estuviera de por medio.

Francis dejó de atacar, haciendo caso a lo que decía Joshua, y puso ambas manos al aire en señal de rendición.

—Está bien, Nelly. Acaba conmigo —dijo.

La chica apuntó con el arma, determinada a hacerlo. Sharon y Melany se miraban entre sí, muy preocupadas por lo que estaba pasando.

«Me alegra tanto darme cuenta de que no pudieron con una de mis nuevas reclutas…» Arthur volvió a hablar. Y no solo eso, ahora aparecía a lado de Nelly.

—Hubiera sido una de las mejores reclutas —agregó.

Nelly bajó el arma.

—Será mejor que te enfrentes a mí. Tengo una cuenta pendiente contigo —amenazó Francis, bajando los brazos.




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