Melany llegó a la recepción. Miró a los chicos, pero no se acercó, sabía que era peligroso. Caminó hacia donde estaban John y Britanny.
—¿Melany? ¿Qué haces aquí? —preguntó la chica.
—Es complicado de explicar… —se limitó al responder, ya que quería estar atenta a lo que pasara.
—Él ya no pertenece al Mundo de la Magia, eso deberías tenerlo muy claro —Arthur habló en lugar de Uriel.
—¡Ese no era su destino! —remarcó Joshua.
—Sabes, el destino es inevitable, así que no importa que la Reina Ámbar haya interferido, lo pudo hacer. Pudo desviar su camino. Yo creo que su destino es este —señaló.
Joshua se molestaba por eso. Había algo de razón en esas palabras y él se veía muy confiado.
«¡No puedo creerlo! ¡Rompiste la barrera! Una barrera hecha por el Hechicero…» Francis recordó lo que había dicho Arthur momentos antes… «Una barrera hecha por el Hechicero…» Siguió pensando en el tema. Trataba de recordar algo más…
«Este hechizo utiliza los sentimientos negativos que tiene la persona en ese momento. Así que, si lastimaron a estas mujeres, lo van a pagar caro…»
«¿Por eso la barrera no se rompe con los ataques?» Karl asintió…
—Ese no era Karl… era el creador del hechizo… —murmuró, para evitar ser escuchado por Arthur— …el creador del hechizo con el Poder Psíquico…
«Yo hice que apareciera un hada. La voz dijo que era el Poder Psíquico con el Poder de la Lluvia.»
Recordó las palabras de Dany. Todo cuadró para él. Uriel les estaba ayudando en secreto, pero tenía una razón para estar en contra de ellos. ¿Acaso Sandra…? Rápidamente pensó en un posible secuestro.
—Debemos atacar a Arthur.
Esto llamó la atención de sus compañeros.
—¿Qué? Pero Uriel también es letal… no podemos descuidarnos de uno por atacar al otro —comentó Dany.
—Tiene razón —apoyó Jamie.
—Nuestro único enemigo es Arthur —reiteró.
—No. No debemos darles una oportunidad, Francis —dijo Joshua—. Tú mismo viste cómo Uriel puso a Jamie en tu contra. Deberías ser más inteligente en este momento.
—Bien, si ustedes no quieren encargarse de Arthur, lo haré yo.
Comenzó a caminar para enfrentarse a su rival. Dany estaba desconcertado por esa repentina actitud, Jamie y Joshua se miraron para ponerse de acuerdo y atacar a Uriel.
—Dany, ayúdalo. Nosotros derrotaremos a ese traidor.
—¿Qué…? —apenas pudo reaccionar, los demás se alejaron sin decir más.
Francis y Dany ahora eran la combinación estrella. Se prepararon para atacar a Arthur, quien les lanzaba ataques constantes, quería evitar que se concentraran en sus Hechizos Finales.
—¿Tienes miedo de la combinación de nuestros hechizos? —se burló Dany, esquivando y levantando sus barreras de agua para protegerse.
—¡Cállate, imbécil! —exclamó Arthur, sabiendo que era cierto.
—Debemos hacer que se quede quieto por unos momentos —aconsejó Francis—. Lo atacaremos uno por uno.
—¡Genial, yo voy primero!
Dany hizo su parte. Utilizó su hechizo de las burbujas para cubrir a Arthur por completo y así darle un momento a Francis. En seguida, el joven de la Electricidad pudo invocar un rayo que cayó justo encima de su rival. El dolor era insoportable… «Maldición… se suponía que Uriel se encargaría de este…» Pensaba, mientras trataba de liberar su magia oscura para protegerse. Le costaba mucho trabajo hacer eso. Dany se concentró para formar su ciclón. El viento comenzó a soplar muy fuerte y, al no estar dentro de la barrera, los demás también pudieron sentirlo.
—¿Qué es lo que va a hacer? —preguntaba Britanny asombrada.
—Es mejor alejarnos.
Alan llegó a donde estaban e inmediatamente les pidió tener cuidado. Melany también estuvo de acuerdo, sabía que Dany no podría protegerlos si algo salía mal. Elysia, al estar escondida, estaba segura y no tuvo la necesidad de moverse.
—Impresionante…
Joshua y Jamie no pudieron atacar a Uriel debido al aire que sintieron.
—¿Dany no sabe que ya no existen las barreras…? —Jamie se cubría.
—Es su forma de atacar.
Uriel miraba el ataque, al parecer no le afectaba tanto como a sus rivales. Jamie notó algo curioso en ese momento…
—Joshua… él no nos ataca.
—¿Qué?
—Francis tenía razón… el verdadero enemigo es Arthur.
—¿Solo porque no nos ataca? ¡No seas ingenuo!
El Hechicero devolvió la mirada a ellos.
—Así que él se dio cuenta… y ustedes no —era la primera vez que les hablaba.
—Por fin dices algo. ¿De qué quieres que nos demos cuenta? ¿De qué siempre fuiste un traidor? —preguntaba Joshua.
—Yo jamás prometí ayudarles. No soy un traidor —aclaró.
—¿Qué quieres que piense cuando vi que nos ayudaste con Dany? Cuando nos ayudaste con las chicas…. ¡Yo creí que estabas de nuestro lado!