La final del Torneo Juvenil estaba concluida. El equipo de Excel School resultó ser el campeón. Había mucha felicidad por parte de los jugadores y los alumnos que habían ido a animar. Kenneth levantaba la copa en compañía de su equipo.
—¡Ganamos!
Algunos iban a celebrar con las chicas y otros se abrazaban entre sí.
—¡Sharon, ganamos! —Joshua abrazó a su novia.
—¡Muchas felicidades! —le dio un beso después de decir esto.
Kenneth también fue a celebrar con Sherly, quien prefirió guardar la confesión de Violeta para no arruinar el momento. Emilio, por otra parte, fue a donde estaba Keren.
—¡Felicidades, jugaron muy bien! —felicitó ella.
—Gracias —él estaba apenado.
—¿Qué pasa? —observó ella.
—Es que tenía planeado celebrar contigo esto… —decía, estando nervioso— ¿…quieres salir conmigo? —se atrevió a preguntar.
—Ah… ¿ahora?
—¡Cuando quieras, cuando tú quieras!
Keren sonrió.
—Sí, acepto —dijo, al darle un abrazo.
La celebración era inmensa.
—Deberías aprovechar ahora para hablar con Dany —sugirió Melany, estando con Jamie.
—¿Hablarás con Dany? —preguntó él, sin saber del tema.
—Sí… quiero disculparme por como lo traté —respondió Lucero—. Iré a hablar con él.
Se fue.
Dany estaba celebrando con Ted, Israel y Giovanni.
—¡Sabía que seríamos los campeones!
—Juegan muy bien para ser parte de una banda, muy bien —felicitó Israel.
—Debo confesar que no esperaba mucho de ustedes —decía Giovanni.
—Oigan, nunca duden de nosotros. ¡Somos los campeones! —aclaró.
Lucero se acercó.
—Dany, ¿puedo hablar contigo?
Los demás se alejaron, entendiendo el mensaje.
—¿Qué pasa? —preguntó, sin inmutarse.
—Ah… es que yo… quería disculparme por cómo te traté en el hospital. Me sentía muy triste y abandonada en ese momento.
—Oh… ya veo. No lo recordaba.
—¿Qué? Pero… ¿Por qué ya no me dirigías la palabra?
—Pensé que estabas molesta.
—No, yo no estaba molesta.
Los dos se quedaron callados.
—Creo que también debo disculparme —admitió él—. No fui atento y ni siquiera sé que es lo que siento por ti.
—Si es para bien o para mal, solo te pido que seas sincero.
Dany se sorprendió al escuchar esto. Luego, reaccionó…
—Creo que deberíamos ir juntos a la fiesta de Primavera. Eso nos ayudará, ¿no crees?
—No lo sé —ahora ella era la insegura.
La escuela tenía un triunfo que agregar y una fiesta también. Antes de eso, las clases debían continuar. Sherly fue a hablar con Lucero durante un descanso…
—Violeta dijo que ella y Sarah habían causado el accidente. Y creo que tiene sentido, porque ese auto fue directo a nosotras.
—¿De verdad? No lo puedo creer… ¿Qué hacemos?
—Ya ha pasado mucho tiempo, si las denunciamos no nos creerán.
—Exacto.
Las dos se quedaron pensando. Por otra parte…
—Tenemos que regresar al Mundo de la Magia, hemos terminado con el Torneo Juvenil —anunció Mark.
—Esto es muy triste. Tener que despedirnos de ustedes —comentó Dany—. Menos de Uriel, él siempre fue un idiota con nosotros.
—De hecho, él regresó antes. No le importó despedirse —dijo Joshua.
—¿Qué pasará con él? ¿Puede desaparecer así del Mundo Real? —preguntó Francis.
—Todos se olvidarán de él, como se olvidaron de nosotros cuando nos volvimos mágicos —respondió Betsy.
—¿Qué pasará con nosotros? —preguntó Dany, alarmado.
—Su caso es distinto. Es como el caso de Melissa, ella solo perdió sus poderes y siguió siendo parte del Mundo Real.
—Oh… creí que así podría librarme del trabajo que me espera cuando cumpla los 18 años.
—¿Es una broma? —preguntó Jamie— Yo no quisiera desaparecer de ese modo.
—Claro, lo dices porque no quieres dejar a Melany.
—Al menos tengo una razón.
—Por cierto —intervino Karie—, ¿Recuerdan que les hablamos de una invitación al Mundo de la Magia?
Todos asintieron.
—Pasado mañana, ¡podrán viajar con nosotros!
—¿Qué?
—¿De verdad?
—¿En serio?
—¡Por supuesto! Están invitados a la fiesta de la Princesa Kristal y Uriel.
—Es cierto… Sandra también se fue sin despedirse —recordó Joshua—. Entonces, es por eso. ¡Vamos a ir a su fiesta!