Prólogo

Más allá de todo lo imaginable.

Más allá de todo lo que hemos visto, tocado y escuchado. 

Más allá de todo lo que nos atrevemos a creer.

Más allá de todo lo que conocemos, se encuentra otro mundo diferente al nuestro. Un mundo donde abundan las criaturas fantásticas y las artes mágicas. Un mundo conocido como Elven World. 

Elven World está dividido en siete reinos. Cada uno, protegido por una estrella, y a su vez gobernado por un elfo rey o una elfa reina. Los monarcas y la familia real de cada reino, así como cada miembro de la nobleza, portan con orgullo un par de finas alas traslucidas en la espalda que los distinguen de los plebeyos. 

Sin embargo, existía también un lugar de sombras. Un aterrador sitio que contrarrestaba la paz.

Situado al otro lado de un inmenso océano, se encontraba Dark Kingdom. Un lugar habitado por criaturas de oscuridad, demonios y seres terribles, asesinos y sanguinarios.

El rey de Dark Kingdom, un terrible hechicero sediento de poder, de nombre Taulún, declaró la guerra a los Siete Reinos.

Para su infortunio, los Siete Reinos unieron fuerzas y con la participación de cada uno de los Siete Monarcas, formaron una alianza que llamaron La Orden de las Siete Estrellas.

La guerra dejó a Astaria en el medio, siendo el más grande y con mayor ventaja militar entre los Siete Reinos. El malvado hechicero intentó conquistarlo, pero fue saboteado por las estrategias militares de la Gran Reina Alicia. La reina de Astaria.

La Gran Reina Alicia tenía una hermana gemela y un hermano dos años menor que ambas. El nombre de su hermana era Dakota, y el nombre de su hermano era Horus.

La princesa Dakota era una fiera guerrera, al igual que su hermana mayor, y sentía un gran rencor hacia Alicia por haber sido la elegida para heredar el trono. Para Alicia era evidente y a la vez, la situación le era indiferente a pesar del dolor que le provocaba.

Cuando la Gran Reina Alicia venció a Taulún, hubo un par de años de paz entre los Siete Reinos. Hasta que una noche y sin previo aviso, Astaria fue atacado por una armada de Sombras, habitantes de Dark Kingdom. 

La Orden de las Siete Estrellas envió soldados y todo tipo de criaturas para combatir a las Sombras, aunque, para su infortunio, no fueron suficientes para abatir a sus enemigos. Y al finalizar aquella batalla, la Gran Reina Alicia y la princesa Dakota desaparecieron sin dejar rastro.

Se produjo agitación en la Orden de la Siete Estrellas, y aún mayor entre los Siete Reinos, cuando se determinó que la Gran Reina Alicia no estaba en ningún sitio conocido de Elven World. Había rumores de que había muerto en la batalla y su cuerpo se había perdido. Otros más decían que se había ocultado en alguna de las otras Siete Dimensiones.

Astaria entró en un tiempo de crisis ya que la Gran Reina Alicia no había dejado a un sucesor al poder, exceptuando a su sobrina Swan que era la hija primogénita del príncipe Horus.

Pero la princesa Swan tenía pocos días de haber nacido cuando la Gran Reina se esfumó y las leyes impedían que nadie tomara el trono de otro monarca, a no ser que fuese su primogénito legítimo y fuese mayor de veintiún años. Y en el caso de una princesa, debía cumplir con el requisito de haber contraído matrimonio con un noble. Sin un monarca que subiera al trono, Astaria tuvo que depender de la protección del resto de los miembros de La Orden de las Siete Estrellas. Con el paso del tiempo, la oscuridad iba apoderándose poco a poco de cada territorio conocido de Elven World, exceptuando Astaria que se había mantenido firme y no les había permitido tomar el control de sus tierras.

Cansados de no poder defenderse, pues carecían de la ayuda de una gran estratega militar como lo era la Gran Reina Alicia, un grupo de seis jóvenes y valientes guerreros formaron un pequeño ejército llamado Los Rebeldes Orión, cuyo nombre provenía de la Estrella que protegía a su reino. Los Rebeldes Orión fueron acusados por promover la anarquía y terminaron siendo perseguidos por la armada de Astaria. Los guerreros se vieron obligados a ocultarse en un campamento protegido por hechizos y fuerza bruta, cuya ubicación era conocida únicamente por quienes lo habitaban. Y cuando la reina de Dark Kingdom, Aythana, llegó a usurpar el trono, tomó también a los Rebeldes Orión como principales enemigos.

Con el paso de los años, los seis fundadores de los Rebeldes Orión fallecieron sin ver el regreso de la Gran Reina Alicia, dejando a sus descendientes para que lideraran la Rebelión.

De esa manera hubo nuevamente seis instigadores de los Rebeldes Orión que sólo podían seguir luchando sin descanso, esperando el regreso de su monarca.

Y la Gran Reina Alicia había ocultado su alma en el cuerpo de una pequeña niña humana, consciente de que cuando el recipiente de su espíritu cumpliera los diecisiete años, sería transportada irremediablemente a Astaria para liderar la batalla final contra las Sombras y liberar a su reino de las fuerzas del mal.