Los cuentos de Teresa

Le bordel | Drama, periodístico, comedia

Se había desatado una conmoción en el callejón “rojo”, todas las putas estaban semidesnudas en la fachada frontal del strip-club “La vie e rose”, ofreciendo el espectáculo más sublime y divino que los simples mortales pudiesen presenciar: un harén de tetas, culos y piernas en lencería erótica, vestidos ligeros, picardías y disfraces de toda índole. La noche era tibia y los pezones se les adivinaban erectos, ya sea por el roce del viento o por el miedo: Una de las putas había aparecido degollada en el cuarto de los espejos.

La policía se había presentado en la calle de Lion, desalojaron el local y retuvieron a los “clientes” que se encontraban en el lugar para interrogarlos. El principal sospechoso era el último cliente que la victime había atendido esa noche, para salvaguardar la reputación de su clientela asidua, el club usaba nombres clave, a éste se le conocía como “le Caméléon”. Daisy, una de las más allegadas a l´occisa dio declaración al ente policial: —Lo vi salir. Él y mi cliente se fueron al mismo tiempo, y ella (la victime) fue a las duchas conmigo, siempre nos bañamos después de “bailar” —aclaró, intentando cubrirse de una ráfaga de viento, pero los pezones parecíanle a punto de estallar y las estrías de las tetas se le estremecían con cada temblor. Era como si no había nadie interesado en abrigar a las putas o ponerles un trozo de tela encima, y ellas no hacían amago de cubrirse, cuchicheaban entre ellas, caminaban de un lado al otro aceptando los “exhaustivos interrogatorios” de los agentes, y estos repetían más de alguna declaración. Con el testimonio de Daisy quedaba claro que era la última en ver a le victime con vida a las cero horas con doce minutos.

Le Caméléon fue identificado como el gerente de una importante entidad bancaria de ciudad de Saint Vincent, Los oficiales realizaron la citación del testigo y su testimonio coincidió con el de Daisy: —Estaba viva cuando la dejé. ¡Ja!, muy viva la cabrona, me cobró más de lo normal. —Dijo que le victime no presentaba síntomas de enfermedad o de temer por su vida. Tras esto el interrogatorio se dio por terminado, mas le Caméléon debió de ser evacuado por una salida alterna de la estación de policía para evitar el acoso de la prensa, aunque más se debería a la presencia de improvisto de su cónyuge en la sala de espera. Cuarenta días después se publicó en los medios de comunicación más importantes sobre el divorcio que el testigo atravesaba y la precaria situación economía que esto amenazaba con dejarle.

Esa noche del 23 de julio del 2009 se tomó declaración a 28 testigos, además de las 19 prostitutas y gigolós que ejercían, la lista de nombres y declaraciones se hizo pública por un “error” en la administración de la Quinta Estación Policial de Saint Vincent, aunque muchos adjudican hasta la fecha que fue más un acto deliberado por parte de la esposa de uno de los testigos que fue un reconocido detective jubilado de la unidad de homicidios, quien laboraba como oficinista de registros.

Así se dio a conocer al público general que el hijo del senador Joan d´Barón, comprometido con la famosa modelo de “Le Secret de Valería”, no se encontraba en una junta del consejo directivo de su empresa de exportaciones. El senador d´Barón que corría por su segundo mandato perdió las elecciones tres meses más tarde en un aplastante 72 % de desaprobación.

También se hizo de la opinión pública la orientación sexual del delantero del club deportivo AJ Saint Anges, Adrien Legrand, que incluía en su testimonio el detalle morboso con las palabras “le noirs”.  Los expertos del deporte proclaman que la penosa actuación de Adrien en la final de las nacionales, 2 semanas después del asesinato, misma que los llevó a perder el título luego de 10 años sin que el club llegara a finales, se debió al efecto emocional que tuvo la divulgación de ésta información en el momento menos oportuno. Las casas de apuestas afrontaron grandes pérdidas que supuso éste hecho, pues todo indicaba que el AJ Saint Anges ganaría la final siguiendo con su buena racha. Hubo disturbios y protestas esa misma noche y se reportaron 2 suicidios en la ciudad de Saint Anges.

Con la pérdida de apoyo del movimiento francés LREM (La República en Marcha) del senador d´Barón, el partido perdió las elecciones presidenciales, y el nuevo movimiento ultraderechista del presidente Albuisson instaló las bases para el actual debilitamiento del sistema tributario y legislativo con la aprobación del plan de leyes que incluían la “Nueva Ley de Legislación Tributaria” que avaló el saqueo de 500 millones de euros, desfalco que se reflejó en el deterioro del sistema financiero y de salud a nivel nacional, así como el aumento de la deuda externa y la posterior devaluación de la moneda en un 10 %, algo no visto en más de 15 años.

Un mes después del asesinato se dispararon el número de divorcios en la ciudad y esa misma noche se reportaron 17 disturbios de origen doméstico, 15 más de los acostumbrados en el mes de julio. El dueño del club, un italo-francés apodado “l´Asino” que fue gigoló en sus “buenos tiempos” declaró que era la primera vez que algo tan horrible ocurría en su establecimiento, mas cuando se le cuestionó sobre la posibilidad de cerrar, respondió: —Ma perché? Non sono fatto niente! I morti sono i morti, le puttane sono le puttane! —Se persignó mientras el equipo forense culminaba con el levantamiento del cuerpo.

Analistas políticos y económicos estudian la noche del 23 de julio del 2009 y sus posteriores sucesos como uno de los más importantes en la historia de la ciudad y de la nación por el impacto que tuvo a nivel socioeconómico y cultural. Sin embargo, a 11 años del asesinato en el callejón rojo y tras varias reaperturas del caso, no se ha logrado esclarecer ni el motivo ni la identidad del perpetrador. Aún no hay justicia y muchos se preguntan: Qui a tué Teresa?




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