Capítulo 11

Todo parecía ir bien, la mañana soleada, un clima perfecto e ideal para entrenar la nueva rutina con las chicas.

— 5, 6, 7, 8— la música volvió a sonar y Cleo guiaba a la perfección la nueva coreografía mientras yo calentaba para practicar la hélice.

— Mercy ha faltado durante 2 entrenos Sky y yo necesito ensayar las duplas— se quejó Violet.

Mierda, meter de seguido las manos al fuego por Mercy me estaba costando, como Violet, van cuatro chicas más quejándose por lo mismo: Rita, Louisa, Grecia y Diane.

Levanté más la pierna para que mi pecho tocara mi muslo.

— Esta semana hablaré con ella, seguramente al igual que yo está presentando recuperaciones— si señores, ahí justifiqué nuevamente.

Violet me miró no muy convencida pero finalmente aceptó.

Una vez lista, reuní a todo el equipo para ensayar la coreografía completa incluyendo el tiro de hélice y mi cambio a la central para ir en el medio, por algo soy la capitana.

Miré la hora en mi teléfono, 11:02 am, hace siete minutos comenzó mi recuperación. No tuve tiempo para cambiarme, tomé mis bolsos y salí corriendo directamente al salón de cálculo.

— “Lindas piernas Johnson”

— “Hermoso trasero”

Silbidos.

Más silbidos.

Sonreí, se demoraron en hacerlo.

Antes de cruzar el pasillo me encontré de frente con Mercy y Dereck hablando “amistosamente”.

— Entonces no te metas en mi camino— escuché que él respondió.

¿Ya se conocían? O ella está aprovechando para decirle cosas desagradables… Cualquiera de las dos me enfermaba.

No le di importancia, no era la primera vez que veía a alguna chica que se creía lista y lo trataba como un trasero, da lo mismo que sea hombre o mujer, sabe defenderse.

Entré al salón y el maestro ya estaba repartiendo el maldito examen.

— Tarde Johnson— dijo.

Pasé con la cabeza gacha hasta mi escritorio cuando me mordí la lengua para no tirarle algunas vulgaridades, si pierdo este examen le diré adiós al equipo hasta volver a subir la nota. Éramos solamente 12 en el salón.

Solo espero que lo que estudié con Dereck algo se me fuera quedado.

Dejó la hoja en mi escritorio.

— Ya pueden comenzar.

Le di vuelta al examen y lo primero que hice fue colocar mi nombre y luego revisar los 15 puntos planteados.

1. Determine el valor de los sgts límites: 

Mi mente se puso en blanco.

Joder. Quiero llorar, no entiendo ni un carajo.

Cerré los ojos ¡Dios ayúdame!

Insisto, la química es mucho más fácil que esta porquería de límites.

Tras hora y media de aguantarme mi propio sudor, mirar a todos lados y recordar lo que he aprendido en el último medio año, el examen terminó. Me duele la cabeza y ya me dio flojera ponerme la ropa de cambio si de igual manera en la tarde volvería a tener entreno.

Cogí mi bandeja de almuerzo y taciturna me conduje hasta llegar a la mesa con las chicas que ya habían terminado su comida.

— ¿Cómo te fue?— preguntó Andra extrañamente alegre.

— ¿Acaso no ves la cara de tragedia y de funeral que trae?— respondió Hannah por mí.

Miré con tristeza mi almuerzo.

— Creo que lo perdí— admití.

— ¿Muy difícil?— Andra.

— De la madre, antes de empezar casi lloro.

— Eres muy floja Sky— fulminé a Andra.

— Por lo menos no vas perdiendo gimnasia— admitió Hannah robándome una pedazo de lechuga de la ensalada. Abrí los ojos asombrada ¿Eso se podía perder?—. ¿Qué? No todas somos Skyler Johnson.

— Gracias al celestial, con una me basta y sobra suficiente.

Lancé una risita triste.

— Chicas— cambió de tema Andra— El otro día conocí en la tienda de discos a una chica.

— ¡Oh, siempre lo supe!— gritó Hannah.