Los demonios de Dereck

Capítulo 13

El televisor de mi habitación estaba encendido, Ian sentado en el sillón blanco al lado de mi cama y Dereck junto a mí con su cuaderno de física haciendo la tarea.
— Deberíamos cambiar esa porquería de programa— alegó Ian.
— Vete al diablo— respondí.
Dereck levantó la ceja.
— ¿No deberías estar con tú equipo Ken?
— ¿No deberías estar golpeando a alguien, malandro?
Touché.
Ambos se dieron justo en el ego.
Extraño mi teléfono, en estos momentos podría estar hablando con el par de locas o quizá eliminando fotos viejas para ahorrar espacio.
Fotos… Fotos
¡Mierda!
¡Tengo fotos de Dereck en la galería del teléfono!
— Par de idiotas— dije enojada.
¿Ahora cómo carajos le diré al chico malo?
— ¡Sky, te buscan Hannah y Andra!— gritó Amanda.
Abrí los ojos alterada, intercambie miradas con Ian y Dereck.
Extrañamente tenía sobre mi espalda un montón de problemas aglomerándose.
 — ¡Diles que suban!— respondí gritando.
En un microsegundo ambos chicos se levantaron de sus puestos, Ian tiro las botas y mochila de Dereck por la ventana y este lo miró con ganas de golpearlo.
— Vete, vete— empujé a Dereck para que saliera de aquí, ya es un experto bajando y subiendo por el tejado, le di un beso casto en los labios y pasó al otro lado, Ian hizo el amago de pasar pero le detuve—, tú te quedas.
Entrecerró los ojos.
La puerta fue abierta sin tocar y mis amigas pasaron como Pedro por su casa.
— ¡Sky!— gritaron, nos fundimos en un abrazo hasta que Ian carraspeó.
— Iré con Neftalí— me dio un zape en la frente y pasó por un lado—. Hannah, Andra— saludó.
— Espera— caminé hasta la mesa de noche en donde Dereck había dejado las llaves de su moto, las lancé y él las atrapó con desagrado sabiendo quién era el dueño.
— Wao chica, ¿Qué carajos te pasó?— preguntó Hannah.
— Anoche cuando salí de la escuela un par de sujetos me asaltaron— expliqué.
— De razón no contestabas los mensajes— Andra lanzó la mochila al suelo—, te cortaste el cabello.
Así pasamos alrededor de una hora hablando de asaltos y asaltadores.
— ¿Por qué las anteriores veces Ian no estaba por aquí cuando veníamos?
Bueno, eso casi no tiene sentido viendo la situación.
— Casi siempre vamos al departamento de su hermano para hablar, hoy dadas las circunstancias…
— ¿Su hermano es guapo?
— Que asco Hannah— me imaginé la escena—, son como mis hermanos. Por cierto Andra… ¿Cómo va tú folladora relación con el amigo de Ian?
Cruzó los ojos.
— Terminamos, se acostaba con una de tus porristas, Cleo sino estoy mal.
Reí, no me esperaba eso para nada.
— No puedo creer que tenga que competir con ella el puesto de zorra mayor— se quejó Hannah.
— Oye… confórmate con tener una vagina alegre.
— Cállate Sky, eso es asqueroso— Andra.
— Miren quién habla.
Entrada la noche y haber despedido a Hannah y Andra para sus casas, entre a la habitación de papá que veía una película sobre su cama.
— ¿Amanda?
— Tenía una cena en casa de sus padres.
— ¿Por qué no fuiste?
— Quería estar pendiente por aquí, ¿Vienes?— señaló su cama.
Me descalcé las sandalias y me lancé a la cama con él, veía una película de Sylvester Stallone y Jason Statham junto a otros duros de las películas de acción.
— ¿Te sientes mejor?— me senté con la espalda pegada a la cabecera de la cama, llevaba puestas sus gafas.
— Creo que bien, todos fueron muy amables al venir.
— ¿El nuevo corte?
— Podría acostumbrarme… oye papá ¿Qué pasa entre Amanda y tú?— me ignoró durante unos minutos y cuando creía que no respondería, lo hizo:
— Es complicado ¿Crees que estoy viejo para una relación?
— Papá, tienes 40, es la edad de oro de los hombres.
—Supongo que son excusas mías.
— Efectivamente.
Seguimos viendo la película durante cinco minutos sin interrupciones.
— ¿Qué te parece Amanda?
— Es una gran mujer y te hace feliz.
— ¿No te molestaría que formalizara con ella?
De pronto los engranajes en mi cabeza hicieron clic, sé por dónde va esto.
— ¡Papá! ¿Crees que le haré la vida imposible a Amanda cuando ambos estén juntos?— silencio—, o lo más probable es que sientas que debes darle el luto a mi madre por lo que te queda de vida y yo me sentiré mal.
¡Bingo!
— Eres mi hija Skyler, no quiero que sientas que no amé a tú madre o sientas que alguien reemplazará su lugar en mi vida.
— Amaste a mamá todo lo que pudiste hasta su último día, la aceptaste con un paquete de más y nos brindaste todo lo que queríamos y necesitábamos, eres el mejor padre del mundo y de verdad deseo que seas muy feliz con Amanda u otra mujer.
— Gracias cariño, necesitaba escuchar eso.
Esa noche me quedé dormida en cama con papá, me desperté gracias al sonido de la horrible alarma, salí de la cama y caminé hacia mi habitación para organizarme e ir a la escuela. Al entrar, alguien me empujó contra la pared y al rodear mis hombros y taparme la boca, intenté gritar desesperadamente.
— ¡Shh!— la mano sudorosa apretó más mi boca y lo mordí—. ¡Auch Sky!— Reconozco esa voz. Cuando me soltó giré rápidamente.
— ¡Noah!— grité como loca.
Hizo mala cara.
Llevaba puesta una camisa manga larga a cuadros con una par de jeans oscuros, su cabello estaba despeinado e iba descalzo.
Miré mi cama, estaba levemente destendida.
— ¿Dormiste en mi cama?— asintió.
— Te esperé toda la noche, pero dormiste con tú padre.
Cerré la puerta tras de mí, lo conduje al armario y cerré las puertas también.
— ¿Qué haces aquí Noah?
Me escaneó completamente, iniciando con una inspección por mi rostro hasta terminar en los dedos de mis pies.
— Tu cabello— tomó un mechón entre sus dedos y lo olfateó brevemente. Para luego apretarlo—. ¿Quién te hizo esto?
— No te importa
Tocó mi mejilla aún hinchada.
— Pequeña fresa— susurró—, necesito que me lo digas, tengo que enviar a alguien para darle su lección.
— Basta Noah, esto no te concierne— me aparté un poco—, ¿Qué haces aquí?— repetí.
— Uno de mis hombres habló de una golpiza que le dieron a una alumna de instituto y Dereck ayer lo confirmó, tenía que verte… ¿Él fue quién te hizo esto? 
Claro, como no pensé en eso, Noah se entera de todo por aquí.
— ¿Qué? Sabes que Dereck es incapaz de ponerme un dedo encima.
Noah se dio la vuelta suspirando irritado.
— Te lo advertí Skyler, Dereck no es bueno para ti, él no puede defenderte.
— ¿Quién es el adecuado para mí según tú?
Mordió su labio y sus ojos se tornaron brillantes.
— Yo
Lancé una carcajada silenciosa.
— ¿Hablas en serio? ¿Tú?— tragué saliva—, amo a Dereck.
— Tiene mucha mierda encima y puedo apostar que tú ya estás metida en eso.
— El otro día, ¿Qué pasó contigo?— me aventuré a preguntar—. Estabas lleno de moratones ¿Te metiste en una pelea?
— Le salve el culo a tú novio, reconoció a uno de sus secuestradores.
Entonces Dereck me dijo la verdad.
— Escucha fresa, Dereck es mi amigo, pero primero estás tú… si sus demonios te salpican, lo mataré.
— ¡No puedes estar amenazando la vida de alguien todo el tiempo! 
— Sabes que hablo en serio.
¿En quién diablos se había convertido Noah? Ya no queda nada de lo que alguna vez fue.
— Entonces explícame eso que no sé— sugerí.
— No.
— Si tanto insistes en que Dereck es alguien de no fiar, ¿Por qué eres su amigo? O ¿Eso quiere decir que sabes algo de lo que le pasó a Dereck durante el tiempo que estuvo secuestrado?
— Basta Skyler, esto no te concierne— repitió la frase que yo había dicho minutos atrás—, tengo que irme, la policía no quiso ayudarte, veré qué puedo hacer.
— Noah, prometiste que no te meterías más en mi vida.
— Solo si Dereck no te jodia, ya lo hizo, atente a las consecuencias.
Levanté una ceja retadora, él sonrió coquetamente captando mi emoción con diversión, se acercó y en un movimiento rápido, me robó un beso.
La madre que lo parió.
Me limpié los labios con la palma de la mano, abrió la puerta del armario, se colocó sus zapatillas y saltó hacia el árbol de mi ventana para bajar.
Entre Dereck, Noah y mi acosador…alguien me haría perder la cabeza.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.