Los demonios de Dereck

Capítulo 20

Luego de esa experiencia caliente con Noah, las cosas se volvieron más tensas, sin embargo, aparentemente mejoró la convivencia del grupo.  

No entiendo como la relación de ese par sigue intachable con tantas embarradas por parte de ambos.

Salí del vestier y caminé hasta el campus, en 15 días son las finales, la cuenta atrás ya comenzó, la coreografía está casi terminada, los últimos entrenos serán para perfeccionar algunos movimientos.

— Bien chicas— dije al verlas a todas reunidas—, debemos ensayar la hélice, aún no está lo suficiente pulida.

— Skyler…debo decirte algo— dijo Mercy.

— Bueno, eso será cuando finalicemos— respondí un tanto altanera—, no debemos perder tiempo.

Sé que seguramente querrá decirme que se retira de las animadoras, pero no puedo dejarla ir sin antes ver la marca de la que me habló Ian.

— No creo que sea buena idea— añadió.

— Lo discutiremos al finalizar.

Las chicas se agruparon, Mercy detrás de mí y dos más una a cada lateral.

— 5, 6, 7, 8— conté, di un salto, coloqué mi pie sobre el muslo firme de Virgin y Tara me dio impulso para subirme, Mercy me tomó de la cintura y rápidamente di un giro de pecho para aterrizar sobre los brazos de las chicas.

Nuevamente volví a contar y entre todas me elevaron para sostenerme solamente con mi pierna derecha, lleve hacia atrás mi otra pierna y formé un perfecto arco sostenido por mi brazo izquierdo y saqué mi mano derecha hacia el frente.

Otra vez caí sobre las manos de las chicas y Mercy tocó mis nalgas, hace muchísimo que eso dejó de importarme, preferí eso a que me dejaran caer. Tomé un respiro para recuperar y prepararme para la hélice, me acosté recta y las chicas marcaron el tiempo para elevarme y tirarme hacia arriba para yo abrirme como estrellita de mar y dar la vuelta, mi espalda chocó con los brazos firmes. De eso también consistía ser animadora, debes tener confianza en tus compañeras o iras directo al fracaso.

Son cuatro giros, cuando caí para dar el último, me percaté del aruñón que había en todo el cuello de Mercy y ¿dice que fue entrenando?

Las chicas me soltaron pensando que daría el giro pero estaba tan absorta viendo la marca que caí directamente en el piso.

Mierda.

Sentí que todo el aire se me fue.

Un golpe directo a mis pulmones.

Todas las chicas me rodearon y no podía tomar aire.

— ¡Alguien llame a la entrenadora!— gritó Lissy.

Virgin trató de tocarme pero mi co capitana lo evitó, en esta clase de golpes es mejor que uno solo se recupere.

Pasados unos minutos en los que mi cerebro captó el golpe, pude respirar con normalidad.

— Carajo chica, te diste un buen golpe— dijo Cleo mirándome desde arriba.

— Te jodiste la espalda Skyler— dijo Lara

Sonreí.

Tienen razón.

Virgin y Tara me ayudaron a ponerme en pie, me llevaron hasta las gradas en donde podía apreciar a los chicos de fútbol entrenar.

Mañana mi espalda amanecería de la mierda.

Al llegar la entrenadora, decidió que por hoy había sido suficiente, me llevó a la enfermería y tuve que quedarme ahí hasta que el hielo en mi espalda se derrita.

— En un rato vuelvo señorita Johnson, al parecer otro miembro de basquetbol se ha desguinzado el pie.

Saqué mi dedo pulgar en respuesta.

Mierda, Ian tenía razón, Mercy es una perra.

— Pequeño cielo…

Esa voz.

— ¿Dereck?

Me ericé ante el tacto de dos dedos en mi espalda baja que lentamente se deslizaron hasta subir a mi cuello, si, es Dereck, su colonia inconfundible está en el aire y solo él se viste de negro por aquí, aparte de Jasen.

— Los rumores vuelan por aquí.

Sonreí.

— ¿Estás consciente de que alguien podría entrar?

— Lo sé, pero valdrá la pena si nos descubren.

Mierda, debería sentirme culpable con Dereck por lo que pasó con Noah hace seis días, pero no tengo ni el menor remordimiento.




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