Los demonios del ayer.

10. El ojo del huracán

        El grupo había salido en su completa formación, Elithoniel estaba de pie en frente de la salida, esperandoles, Eleadan se adelantó un poco, ella lo espero con calma.

— Si aceptas lo que tengo que pedirte, tendremos tiempo de conversar de nuestras vidas —Elithoniel le lanzó estas palabras en absoluta calma, Eleadan se frenó al escucharla y entendió que habían cosas más urgentes que las que el podría desear. 

— ¿De que se trata?— La voz de Meldor se adelantó a sus pasos que se acercaban al elfo.

— es una larga historia, —Elithoniel parecía no saber bien por donde empezar —Morwyn —miró al hombre como encontrando un punto de referencia —¿recuerdas que pasó en la última batalla?

— Bueno, pasaron muchas cosas, pero en resumen ganamos, Malaquías fue herido y Sagal se alzó con la victoria.

— ¿No te sorprendió que hubiesemos ganado? —el gesto de la mujer mostraba que detrás de esa pregunta estaba la solución a todo.

— Bueno, hasta antes de ese día en realidad siempre fuimos perdiendo, si bien teníamos buenos guerreros, los Odrenianos eran más. 

— Así es, nos ganaban en número, pero ese día parecían más debiles de lo normal, fué fácil ir acabando con ellos, incluso nuestros más inexpertos guerreros daban batalla a grupos de ellos, lo hablé con Malaquías en ese momento, y el tambien tenía esta misma duda, así que el fue a hablar con Sagal, pero al llegar donde el estaba lo encontró hablando con un hombre que usaba las armaduras de Odrenor. 

— Un traidor —el enano no temió en mostrar su interés —el maldito pagó para ganar.

— Eso es lo que Malaquías pensó de inmediato, —Retomó la hechicera —pero no alcanzó a irse del lugar cuando fue herido por la espalda por los hombres que acompañaban al negociador, creyendolo muerto se retiraron todos, y Sagal fue al campo de batalla a dar los últimos golpes de su adorado triunfo, un muchacho encontró a Malaquías y me vino a avisar, llegué al lugar y le realicé las primeras curaciones, esa noche el despertó estando solo yo a su lado y me contó lo que había visto, sabiamos que si no hacíamos algo Sagal negaría todo y Malaquías terminaría muerto, así que lo hice precer que empeoraba con el tiempo, mientras preparaba el hechizo que necesitaba para sacarlo del lugar. Tres días demoré en hacer que otro cuerpo se pareciera lo suficiente a Malaquías como para confundir a cualquiera, dejamos el cuerpo y huimos juntos del lugar.  

— Así que de esa forma ganamos la guerra, —Morwyn meditaba en voz alta —pero de todas maneras, aunque sea jugar sucio, no es nada del otro mundo, a esta cantidd de años y despues de ganar la guerra nadie criticaría a Sagal.

— Tienes razón —lo apoyó Eleadan —si bien en el momento que Malaquías supiera que se había confabulado era un peiigro, despues de 13 años a nadie le importará que se hubiese ganado de esa forma.

— Cuando logramos escapar,—la voz de la mujer vibro en el aire —Malaquías aún estaba debil por las heridas, pero al cabo de un par de días de cuidados empezó a sentirse mejor, fué ahí cuando me contó que el hombre que lo había atacado tenía un extraño aspecto, le pregunté que de que forma extraña,—hizo una pausa antes de seguir y mirando fijo a Meldor prosiguió —y el me dijo que le pareció por un momento que bajo el casco su piel era gris y sus ojos parecidos a los de un gato, pero cuando lo volvió a mirar parecía tener el aspecto de un humano normal.

— Un cambiaformas, —la voz de Meldor salió de golpe casi en un grito, el resto lo miró tratando de hacer ver que debía calmarse —¿pero como?.

— Empezamos a investigar,—Elithoniel se apoyo en una baranda de madera mientras hablaba— para eso creamos la resistencia, era una forma de camuflar nuestras verdaderas intenciones entre los ataques a las caravanas, pudimos ir recavando paso a paso diferentes informaciones, algunas ciertas,  otras que nos llevaron a puntos muertos, no sabemos como pudieron sacarlos desde las tierras oscuras, no hemos encontrado ninguna abertura, pero si sabemos que un grupo de cambiaformas trabaja con Sagal, ocupan puestos importantes dentro del reino, lo que les permite tener los recursos para poder ir trás su real ambición, a traves de los años han ido buscando diferentes objetos, se van de viajes por meses, no tenemos claro que es lo que quieren, pero creemos que preparan alguna especie de ritual para poder traer a todos los seres de las tierras oscuras a la superficie y así poder reinar nuestro mundo.

— ¿Donde diablos vinimos a meter las narices? — Meldor parecía un poco ofuscado, si bien era de las tierras oscuras, ya no se sentía tan cercano a sus antiguos vecinos.

—  ¿Que es lo que esperas de nosotros? —Eleadan la miraba con atención.

— El enemigo es fiero,—la voz de la hechicera sonó más seria que nunca  —no tenemos tantos guerreros capaces como ustedes, su incorporación a nuestra lucha sería de inmensa ayuda, además si estas criaturas logran su cometido no habrá lugar donde ocultarse, ni nadie que quede a salvo.




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