Los Demonios Mentales (libro 1)

Capítulo 9

Capítulo 9

 

“Las palabras duelen más que los golpes”

 

Mi brazo ardía… Mi brazo dolía…

Pero eso no me importaba. Abrí la canilla de mi baño y empezó a salir agua fría. Puse mi herida en el agua, y vi que el ardor se me aliviaba cada vez que sentía cuando el agua impregnaba esos cortes que había realizado.

El truco es olvidar lo que acabe de hacer. Ahora me siento un poco animado, porque sé cómo se siente cuando me lastimo.

Nadie lo sabrá, será un secreto mío…

Mi dolor interno es tan fuerte que termina colapsando para transformarse en este simple acto, lastimarme a mí mismo. Lo sé, solo mis demonios me entienden.

Sonreí levemente y pasé a la curación.

 

Sonó el timbre del recreo.

Mis oídos dolieron cuando lo sintieron y mi cabeza me dio una puntada. Estaba agotado.

Cada vez que mi camisa rozaba la piel lastimada de hace un día, me dolía.

“Respira hondo, Yannick, hazlo. “

Guardé mis libros, y comencé a caminar por los pasillos para llevar al casillero, esos libros que no me servían para la próxima clase de química porque eran de biología.

Cuando me encontré con mi casillero, había un papel en blanco pegado con cinta. Lo saqué de un tirón y lo abrí para ver que decía:

“ESTE ES EL CASILLERO DEL PERDEDOR DE TODA LA ESCUELA, EL ESTUPIDO DE YANNICK WALKER, EL RARO Y EL FRIKI QUE NO HABLA CON NADIE” lo abolle y lo tiré en el cesto de basura.

Recogí mis libros y fui lentamente a la biblioteca, porque tenía ganas de leer una nueva historia y como había pagado para todo el año la cuota de la biblioteca podía sacar todos los libros que quisiera.

Me metí dentro y estaba vacía como de costumbre.

La bibliotecaria estaba con una computadora y cuando me vio entrar me sonrió. La verdad que su atención a veces me alegraba al día, quizás era mi primera amiga, aunque ella no lo sepa.

Era una mujer de unos cuarenta y pico de años, con el pelo bastante oscuro, lacio y flequillo, era bastante pequeña de altura, pero era muy buena conmigo y ya estaba acostumbrada en verme y prestarme libros.

—Hola Yannick.

—Hola.

— ¿Quieres algún libro? —Me sugirió.

—Sí, claro…

— ¿Novelas de suspenso o terror?

Asentí y ella fue a buscarlos enseguida.

Pegué un suspiro y miré alrededor lo que me rodeaba. Era una maravillosa sala enorme, con muchas bibliotecas de todos los tamaños, llena de libros.

Miraba alrededor y se veía tapas de diferentes colores, con títulos de ciencias, de investigaciones, de filosofía, de cosas que te enseñan de distintos temas.

En un libro puedes encontrar cosas seguras de lo que quieras… Buscas una explicación de una ecuación y está allí, buscas una definición de algo que se te ocurra y está allí, buscas alguna historia para entretenerte y está allí, en un libro. Porque en los libros no solo hay conocimiento, si no está la verdad.

La bibliotecaria apoyo una caja llena de libros para ofrecerme.

—Estos los compré nuevos, fíjate si hay alguno que te gusta.

—Claro —Respondí y me acerqué a la caja para ir mirando las novedades nuevas que había. Libros siempre había mucho que querías, pero solo podía llevarme uno por vez, y como en estos días estaba tan inspirado quería llevarme uno que me haga reflexionar.

La bibliotecaria continúo con su computadora y sentí el silencio que había en ese momento… a veces creía que era la única persona que leía, pero a veces por internet veía que había muchos jóvenes de mi edad que les gustaba leer y me alegraba esa idea, que todavía quede gente que le guste leer.

Tomaba cada libro que me llamaba la atención por la tapa y el título, miraba la sinopsis que estaba detrás de ellos, y luego los dejaba nuevamente en la caja.

Hasta que encontré un libro llamado: “Venganza a esas personas que no me gustan” y pensé en mi directamente.

Lo di vueltas para leer la sinopsis y me encontré que se trataba de que un chico joven iba a la escuela y sus compañeros le hacían la vida imposible, entonces el protagonista del libro, empezaba a buscar formas para vengarse.

Sonreí al terminar de leerlo, pero no me imaginaba buscando venganza para nada, pero estaría bueno meterme en la historia de este joven, era muy interesante, ver las ideas que tenía para vengarse de sus compañeros de colegio.

La mujer me miró y yo levanté el libro con una leve sonrisa para darle a entender que ya había encontrado, el que quería.

Ella sacó mi ficha donde anotaba todos los libros que había llevado durante los años que había estado en la escuela y la verdad que eran muchos.

Sonó el timbre para volver a clase.



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En el texto hay: demonios, depresion, drama

Editado: 23.03.2024

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