Capítulo 28
"El Lujoso Restaurant"
El ensayo duro, lo suficiente para que llegara la noche. Nos quedamos tomando unas gaseosas con David, Jayden y los demás chicos de la banda y se hizo tarde.
Entre risas. Bromas. Charla. El tiempo pasa rápido.
Anécdotas de todos los chicos con sus anteriores novias, aunque me pareció injusto que hagan ese tipo de charlas porque yo era el único estúpido que nunca tuvo una novia, y era el momento cuando Jayden se acercaba y me daba palmadas en la espalda, como consuelo pero no necesitaba ningún consuelo de nadie, a veces para los chicos lo único que importaba era haber tenido novia o tenerla... Para mí eso no era importante.
Camine rápido por las calles, hasta llegar a mi casa, que estaba estacionado el auto de Richard el esposo de mi madre.
"Genial", pensé... Algo sarcástico que casi siempre decía cuando veía algo de su propiedad.
Con mi guitarra al hombro, abrí la puerta, y los encontré discutiendo... Cuando me vieron, se callaron y mi madre agachó la cabeza.
Últimamente veía esto seguido... estaban discutiendo mucho en estos últimos tiempos.
—Qué bueno que has llegado —Dijo Richard.
No me gusto el tono de voz que opto por hablar, así que asentí y me dirigí a las escaleras para irme directamente a mi habitación.
—Ve, deja tu guitarra y vuelve... Debemos hablar.
Esta vez era mi madre.
No me di la vuelta para mirarla y subí las escaleras de una forma rápida para desaparecer enseguida de ahí mismo.
Cerré la puerta, dejé mi guitarra apoyada en el rincón de la pared de mi habitación y me di cuenta que estaba muy nervioso porque no quería hablar con ellos. Cada vez que conversaba con ellos era para discutir o pelear o de una forma que terminaba arruinándome toda la noche y quitándome todo el poco sueño que tenía en estas semanas.
A pesar de que haya tenido un poco de distracciones en estos días, seguía siendo el mismo chico complicado de siempre, no había nada que pueda cambiarlo, ni tener amigos, ni salir, como creí que antes me pasaría.
Tomé mi almohada y le di algunos puñetazos, porque sabía para que querían hablar conmigo... No querían que siguiera con la banda, querían arruinarme mi vida más de lo que ya estaba arruinada.
Luego de golpear un poco la almohada, me toqué la frente y me senté en la cama, pensando que haría en ese momento. Tenía la mochila a mano, la ventana de mi habitación a mano, podía escapar completamente de todo, de este infierno de casa...
— ¡Yannick!
La voz de Richard escuché y me sobresalté...
Suspiré y me di cuenta que Melody todavía no había llegado y que lo que estaba pensando no era una buena opción. Salí de mi habitación, y fui a la cocina en donde estaba ellos dos, nada más.
—Estaba en el baño, mojándome un poco la cara —Conteste para protegerme.
—Siéntate.
Me ordenó e ignoró lo que le había dicho... porque era una mentira. ¿Pero si no lo era? ¿Tenía que venir rápido porque al señor de la casa se le ocurría? No tenía que obedecer sus reglas y sus órdenes, ni siquiera era mi padre.
—Quiero estar de pie...
Mi madre intervino en la escena más rápido de lo que creí.
— ¿Dónde estabas?
—Ensayando.
—Siempre ensayando.
Richard miró a mi madre y luego dirigió su mirada fría a mí lo que me hizo causar un fuerte escalofrió alrededor de mi cuerpo.
—Tienes esa banda... —Se cruzó de brazos — ¿Sabes? Queremos hablar de eso Yannick, por tu bien... y hacerte saber que estas cometiendo un grave error.
Ahí estaban. Ahí lo dijeron.
No iba a hacerles caso en nada de lo que digan, tenía una banda, una oportunidad grande de cantar también como solista, un canal de youtube con 50.000 suscriptores y no iba a abandonar mis logros, que no son muchos, por cosas que ellos dos querían.
— ¿Qué error? —Pregunté.
—Estas dándole más importancia a esa banda que a tus estudios —Dijo mi madre con preocupación.
Agaché la cabeza y empecé a contar hasta diez para no gritarle en su cara, en su irritante cara, que ganas no me faltaban de hacerlo.
—Entonces sabemos que vas a dejar tus estudios por una banda que no existe.
—Si existe.
Richard le hizo una seña a mi madre para que se callara para poder intervenir el, que la verdad es que ni siquiera pensaba escucharlo. Menos que a mi madre.
—Queremos que vayas a la universidad.
—Pero no quiero.
— Melody tomó una decisión correcta.
Me hablaba con amabilidad pero no sabía hasta cuando iba a durarle, la paciencia falsa que tenía.
—Me falta un año o casi dos para elegir lo que quiero hacer —Respondí.
Ellos se quedaron en silencio y se sentaron en la mesa.
Richard me dedicó una leve sonrisa, y pude notar que estaba tranquilo como siempre aparentaba ser. Mi madre estaba al lado con el rostro serio y pensativo.
—No queremos que te dediques a la música.
Mi madre fue clara y breve lo cual me tomó por sorpresa sus palabras.
— ¿Por qué?
—Porque no vas a llegar a nada.
— ¿Qué saben? —Grité.
Y bueno ahí estaba discutiendo con mis padres porque querían que vaya a la universidad y yo no quería encerrarme allí, con millones de fotocopias, estudiándolas de memoria porque si no perdería todas las materias y me atrasaría más años para estudiar solo una cosa que habilitaba un título muy aburrido.
Ellos no sabían de mi canal de Youtube, no sabían nada, porque si sabían me arruinarían todo, como ahora lo estaban haciendo.
—Es lo que pasa de en serio si elegís el camino de la música.
Mi madre se acercó y me apoyó la mano en el hombro.
—Sería bueno, que abandones esa banda porque te está trayendo muchas distracciones, que no son necesarias porque la verdad la universidad es un buen futuro, la música lo podrás hacer cuando tengas un buen título, como recreación...