Capítulo 35
"Sensaciones nunca encontradas"
Corrí lejos de la cafetería.
Mi mente estaba en blanco.
No podía creer lo que acababa de vivir.
No podía ser...
No podía tener en claro, lo que acababa de pasar. No entendía que era lo que había pasado.
No podía pensar que mi vida estaría a punto de cambiar o dar un giro de 180 grados al cual no estoy listo.
Me paré en la esquina, porque siento que mis pies no dan para más, y siento como mi pecho se mueve a causa de la respiración.
Larry lee Lewis quiere que sea parte de su sello discográfico, que saque un disco, que trabaje con el...
Y yo sin dudarlo le contesté que si...
¡Por Dios! ¿Qué estoy haciendo?
Las ansias me están matando por completo. No lo puedo creer, no puedo creer que una persona tan mediocre como lo soy yo, pueda haber llegado tan lejos, solamente por tocar en un par de bares de la ciudad y... y tener un canal de youtube.
Tenía ganas de llorar... ¿Y quién no?
Todos si tuvieran una noticia de este modo, que un sueño tan profundo del corazón, esté por cumplirse, les pasarían algo similar, era algo que nunca podría superarlo.
Hasta nunca podría olvidar este día, quedaría grabado como esas situaciones malas que pasé en la escuela, avergonzado por mis compañeros, bueno ahora sería al revés, recordaría algo maravilloso que pasó en mi vida.
Miré la cafetería a lo lejos, y todo se veía como siempre, tranquilo, normal... solamente mi euforia que no podía controlar se encontraba en mi cuerpo.
Mi rostro quemaba...
Sí, mi rostro quemaba...
Mi cuerpo temblaba...
Mi corazón latía a mil...
Mis manos estaban con sudor...
No sabía que estaba pasando con mi cuerpo ¿Quizás sea una metamorfosis? Me reí con una carcajada, pero luego supe que había gente en las calles, que no estaba solo como creía mi cabeza entonces, caminé y caminé... no podía actuar como un loco.
Pero no me dirigía a mi casa, porque no tenía ganas de ir... no tenía ganas de encerrarme en mi habitación, y me extrañaba porque era la primera vez que me pasaba.
La gente estaba tranquila, yo era el único loco.
Estaba claro que Jayden se fue, estaba claro que no tenía a nadie, pero eso no me importaba, yo ya estaba feliz, y eufórico, eso creo.
No me importa que estaría pensando, mamá. Ni Richard tampoco...
Ni siquiera en donde andaba Melody...
Ni tampoco que Cheryl no me hable...
Estaba tranquilo, porque esto es algo importante, además mi cuerpo está pasando por alguna especie de sentimientos, nunca encontrados, y que quiero aprovecharlos, ahora mismo, pero no sé cómo.
Es la tarde...
Una tarde fresca, pero soleada, como las tardes que me parecen aburridas y comunes, como las tardes que me provocaban un "Deja Vu" porque pienso que esas tardes ya las viví muchas veces, porque casi todos los días de mi vida, vivo lo mismo.
Es una tarde de esas y mi cabeza dice que vaya a una dirección que no conozca, que camine porque para eso tengo unas lindas piernas, y que disfrute ese pequeño, leve, viento que en unos meses más ya no lo tendremos más porque el calor está por venir.
Claro que no voy a ir a mi casa, claro está, no quiero encerrarme ahí, sin hablar con nadie, y pensando donde podría estar mi dulce hermana que todos los días sale y a ella no le dicen nada. Claro porque es su niña adorada ¿No?
Será mejor que me sitúe a pensar, mientras camino, que es lo que pienso que debo hacer con mi vida como dice Larry.
Que la vida es una sola, por eso debemos elegir que hacer, y eso significa que debemos hacer lo que más nos guste, nos apasioné, pero claramente no significa que se nos va a hacer fácil porque lo queremos, todo lleva su esfuerzo, pero terminamos alcanzándolo y cuando llega ese día nos sentimos aliviados, sin ese peso que nos hundía en un pequeño agujero mental. Estos pensamientos positivos, lo estoy teniendo por primera vez y es un gran paso.
Como siempre cuando caminaba por las calles, mirando al frente, la gente se quedaba mirándome por unos segundos y luego seguía en la suya.
Se sentían los sonidos de los autos, de las voces humanas hablando, de las bocinas, de los perros ladrar, los sonidos que emiten la propia naturaleza y yo enredado en mis propios pensamientos.
Ignorar todo iba a servir...
Ignorar todo me haría increíble...
Caminé hacia un lugar que nunca había visto, pero que hoy se veía estupendo para pasar el resto de la tarde.
No pienso en nada, pero en unos segundos pienso en todo. Parecía que había fumado cinco cigarrillos de marihuana, pero la verdad es que mi cuerpo está limpio, y me siento de esa forma.
Mis ojos están más abiertos, no están pequeños y cansados como antes...
El lugar es como un parque, o un pequeño bosque lleno de árboles donde se concentraba más el frio de esta tarde, pero no me importaba que mi cuerpo se enfrié como antes, y que pueda enfermar de cualquier gripe que agarre mi cuerpo... no me importa.
Seguí caminando en esa gigante arboleda, donde el suelo estaba lleno de hojas de todos los colores, que se desprendían de esos inmensos y hermosos árboles, que estaba caminando al lado de ellos.
Luego observé una montaña llena de hojas de distintos colores, porque debajo de esa grande montaña había un árbol gigante que creo que es el más grande de todo este parque, que por cierto estaba vacío, que estaba solo para mí.
Por suerte no había niños que hagan difícil esta situación para mí, con sus gritos y sus juegos de todos los días.
Corrí hacia esa montaña de hojas, y como se veía con tantas hojas encima, pensé en acostarme sobre todo eso de muchos colores como marrón, naranja, amarillo y verde.
Me di vueltas, y me dejé llevar. Me tiré como si pensara que había alguien sosteniéndome detrás, pero no lo había y no me importaba si me rompía la cabeza, solo quería sentir la sensación de cómo era cuando te entregabas a algo cuando no confías lo suficientemente bien.