#1: Un poco de mi pasado

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Año, 1976, Maturín-Venezuela

31 de octubre de 1976.

Todo comenzó cuando yo tenía unos... ¿Cinco años? ¿Seis tal vez?, era un día de lo más normal, la madre de mi mejor amiga Paola había organizado una pequeña fiesta de Halloween en su casa, ya que no nos permitían salir hacia la fiesta de afuera.

El primer niño en desaparecer fue Alejandro (Alejo) Rodríguez, Tenía ocho años de edad, salió a la fiesta de afuera y nunca regreso, la última vez que lo vimos fue comiendo chocolate en la mesa de dulces.

Una semana después en la comunidad empezó a llegar un olor a putrefacción, los demás niños y yo empezamos a seguir el olor, creíamos que era basura o algo así, pero ya el camión de la basura había pasado hacía ya algunos días, por lo que queríamos sa . El hedor nos llevó hacia el patio de una casa abandonada, cruzamos a el patio de la casa, la reja de esta estaba casualmente abierta. Llegamos y vimos el cuerpo ahogado de Alejo que reposaba en un estanque que debería estar seco, pero estaba lleno de agua, raro, tenía algunas cortadas abierta e infectadas, algunos chicos salieron corriendo, otros se quedaron estupefactos siendo presas del pánico, y otros como yo (los más pequeños) no entendíamos nada, porque, vamos, éramos solo unos pequeños niños de cinco años tratando de hacerse los detectives.

Los chicos de mayor edad que estaban con nosotros nos alejaron de ese lugar y rápidamente alertaron a la estación de policía, mi madre fue a buscarme a la estación con una expresión de pánico, me tomó entre sus brazos y me susurraba un pequeño "Todo estará bien", aunque yo no entendía qué pasaba, lo cierto es que después de un año, cuando cumplí los seis pude entender lo que había pasado, que había muerto un niño.

Mi mamá era más precavida, puso más seguridad en nuestro hogar ya que otro ser había llegado a mi vida, ese era mi pequeño (ya no tan pequeño) hermano Key. Unos meses después de que Key naciera, papá dijo que estaba harto de la actitud tan paranoica de mamá, que se largaba, así que, cuando dormíamos se marchó no tan silenciosamente , puesto a que tuvo una pelea con mamá (si, de esas que son a gritos) y luego se fue dando un portazo, maldito, ese día tenía dolor de cabeza ¡Y había despertado al llorón de mi hermano!, ¿quien tuvo que calmarlo?, así es, yo, mamá fue tras el señor que se hacía llamar "nuestro padre" para suplicarle que se quedara porque sus hijos necesitaban un padre, Y sí, lo admito, me dolió el hecho de que papá se fuera y nos dejara solos.

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Año, 1982, Maturín-Venezuela.

01 de noviembre de 1982

Seis años después, en el cumpleaños número seis de Key, cuando yo tenía doce, al parecer las cosas se habían calmado un poco, pararon las desapariciones y ya todo era "normal", aún seguían teniendo la máxima seguridad, pero, podíamos vivir vidas normales, al menos por un tiempo.

Ahora, volvamos al presente.

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Año, 1985, Maturín-Venezuela. Actualidad

3 de octubre de 1985

Bueno, ya les conté un poco de la primera desaparición y mi desastrosa, no tan desastrosa vida.

Faltan cuatro semanas para Halloween, y ya mamá está pidiéndonos a gritos que entremos a la casa, por precaución.

Sé que les dije que a mis doce años todo estaba más calmado, pero ya han pasado cuatro años de eso, las cosas en 1983 volvieron a ponerse turbias, solo tuvimos un año de normalidad en todo este caos.

Ahora me encuentro investigando las desapariciones del año pasado.

La primera desaparición de 1984 fue:

Mikaela Williams, tenía nueve años de edad, era extranjera (provenía específicamente de los estados unidos), el último lugar donde la vieron con vida por última vez fue en un parque del cual no me acuerdo de su nombre. Fue hallada en la fuente de un centro comercial, sin vida. Tenía marcas de haber sido amarrada en las muñecas y los pies, las marcas eran profundas, también tenía una gran herida en su cabeza como si la hubiesen golpeado repetidas veces con el suelo.

La segunda desaparición fue:

José Ávila, tenía cinco años de edad, vivía en esta misma comunidad, el último lugar donde fue visto con vida por última vez fue en el colegio Simón Díaz jugando con sus compañeros. Fue encontrado en la piscina pública de la comunidad, aparentemente había sido ahogado hasta la muerte (si, como alejo), con la diferencia de que tenía heridas que parecían haberse hecho con cuchillo, las heridas estaban alojadas en brazos y piernas solamente, como su hubiesen intentado cortarle sus extremidades, algo escalofriante a decir verdad.